Hechos clave:
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La demanda eléctrica de los mineros es el origen de los cortes de luz para el Gobierno.
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Es fácil culpar a Bitcoin, debido a la desinformación y los mitos sobre el tema.
Una de las primeras noticias que recibiĂł en 2022 el ecosistema de Bitcoin en Argentina es la intenciĂłn del Gobierno de inspeccionar y «desincentivar» la minerĂa de criptomonedas. Este ha sido uno de los primeros actos reflejos del Estado frente a una crisis energĂ©tica estival que ha derivado en cortes de luz en varios puntos del paĂs.
Lo que ven desde el gobierno nacional es que esta actividad, clave para el mantenimiento de redes como Bitcoin y Ethereum, demanda mucha electricidad. Por eso, están analizando la aplicaciĂłn de tarifas especĂficas y establecer requisitos de inversiĂłn para un mejor mantenimiento de la infraestructura del sistema.
Esta demanda creciente tiene su raĂz en que, desde hace un par de años, los mineros en Argentina han crecido en nĂşmero, incluso con empresas lĂderes del rubro arribando a la regiĂłn, motivados principalmente por dos factores. El primero es el bajo costo de la electricidad en comparaciĂłn con otros paĂses.
Los subsidios estatales hacen que cueste menos ponerse a minar en Argentina que en otros lares, gracias a una tarifa de 0,05 dĂłlar por kW/h para domicilios y 0,04 dĂłlar por kW/h para negocios, segĂşn Global Petrol Prices. En el sitio de Edesur, uno de los prestadores en la ciudad de Buenos Aires, se detallan valores similares.
Asimismo, la cotizaciĂłn desdoblada del dĂłlar es señalada como otra ventaja. Los equipos de minerĂa ingresan por la aduana con un precio de dĂłlar oficial (aproximadamente 102 pesos argentinos por dĂłlar al cierre de esta nota) o, dependiendo del mĂ©todo de compra y de pago, a dĂłlar turista (179 pesos argentinos). En cambio, las ganancias se pueden vender en exchanges y mercados Peer-to-Peer (P2P) al dĂłlar blue, que cotiza a ARS 205 al 2 de enero.
El chivo expiatorio ideal
El crecimiento de esta industria y la popularidad que bitcoin (BTC) y ether (ETH) ganaron en el Ăşltimo año —con rĂ©cords histĂłricos de precio incluidos— le dan al gobierno argentino una excusa perfecta para encontrar a los «culpables» de la falta de suministro elĂ©ctrico: los mineros. Algo similar ha hecho el gobierno de Kosovo, que en las Ăşltimas horas ha prohibido la minerĂa ante la falta de energĂa en pleno invierno europeo.
Esta cuestionable premisa se ve avalada incluso por otros factores. En primer lugar, se ha extendido mucho en la opiniĂłn popular el supuesto impacto de la minerĂa de Bitcoin sobre el medio ambiente.
Por lo que respecta a buscar enemigos por consumo de electricidad, Bitcoin resalta a nivel mundial. Y pese a que se trata de un tema de debate recurrente, la realidad es que hay estudios que demuestran que las consecuencias negativas de la minerĂa en realidad no son tan graves como se cree, y a que una buena parte de los mineros aseguran usar energĂas renovables para su actividad.
Por otro lado, la gente en general no conoce mucho sobre Bitcoin. Por lo tanto, es fácil apuntar el dedo hacia esa industria y decir «ellos son los malos». Como buena parte de los ciudadanos de a pie no tienen fundamentos para contrarrestar estas acusaciones, terminan por creer que la minerĂa «se está comiendo toda la electricidad del paĂs».
ÂżEs Bitcoin realmente el problema en Argentina?
Aunque se quiera correr la lupa del tema, la falta de infraestructura en Argentina data de varios años. De hecho, este fue uno de los principales fundamentos para los denominados «tarifazos» establecidos por el expresidente Mauricio Macri, con incrementos de más del 1.300% en las tarifas de electricidad.
Antes de que surgieran los cortes en los Ăşltimos dĂas del 2021, ya se hablaba de la falta de inversiĂłn en infraestructura en los medios escritos del paĂs. Por lo tanto, Bitcoin no es el origen y causante de los cortes de luz y los problemas que estos generan para la poblaciĂłn argentina. En este caso, la ola de calor que potenciĂł la demanda de electricidad fue la gota que rebalsĂł el vaso y terminĂł de colapsar el sistema.
Sin embargo, es la industria que las autoridades han decidido investigar y gravar por, supuestamente, afectar el suministro elĂ©ctrico. Esto Ăşltimo sigue una tendencia que, como reportĂł CriptoNoticias, se repite cada vez más en el paĂs en los Ăşltimos meses: las criptomonedas generan ganancias y hay que intentar entrar en ese juego.
Ante esto, surgen algunas dudas, como las posibles sanciones que podrĂan aplicarse en caso de que las granjas mineras, principales apuntadas —al menos hasta el momento— no cumplan con las pautas que se les impongan. Multas, retenciĂłn de equipos o hasta la apertura de causas penales son algunas posibilidades, si uno se basa en lo ocurrido en otros paĂses como Irán o Venezuela.
La minerĂa de Bitcoin en otros paĂses
En SudamĂ©rica, la minerĂa de Bitcoin es considerada una actividad rentable en la mayorĂa de los paĂses. AsĂ lo explicĂł a CriptoNoticias un emprendedor venezolano, quien además asegurĂł que serĂa beneficioso una regulaciĂłn del sector que incluya registros y tributaciones para operar 100% «en blanco».
Pese a esto, los Estados de Venezuela y Argentina parecen no interesarse en los beneficios de la minerĂa y, en cambio, ponen «palos en la rueda» a este rubro. Ya en 2018, se iniciĂł una fiscalizaciĂłn de la minerĂa en el estado venezolano de Zulia, por el mismo motivo que lo que sucede ahora en Argentina: crisis energĂ©tica.
Por el camino contrario van otros como Paraguay, que se vuelve un atractivo cada vez más interesante para la industria minera. De forma similar, pero en otro continente, Kazajistán atrajo también a una gran parte de los mineros exiliados en China. Otros también terminaron en Estados Unidos, donde la nueva Ley de Infraestructura también amenaza con gravarlos con más impuestos.
Bitcoin, entre la aceptaciĂłn masiva y el recelo del Estado
Argentina es reconocido como uno de los paĂses con mayor adopciĂłn de criptomonedas en AmĂ©rica Latina, e incluso tambiĂ©n en todo el mundo. El revuelo que causĂł la visita reciente del creador de Ethereum, Vitalik Buterin apoya esta afirmaciĂłn.
Ahora bien, el Gobierno todavĂa no ha dado señales claras de apoyar esta revoluciĂłn tecnolĂłgica, monetaria y social. No solamente no se han tratado los proyectos de regulaciĂłn de bitcoin y criptomonedas que se presentaron, sino que se ha optado por crear impuestos a discreciĂłn, muchas veces sin conocer realmente lo que se está gravando.
En algo puede tener razĂłn el Estado, y es que la minerĂa es una actividad que casi no genera trabajos de forma directa —al menos a gran escala en comparaciĂłn con otras industrias—, un dato que interesa y mucho en la Casa Rosada. Al menos asĂ es desde la teorĂa, aunque en la práctica se apliquen cada vez más impuestos que hacen que contratar un empleado sea carĂsimo para una pyme.
Además, en Argentina ya se ha culpado a Bitcoin de otros males, como la evasiĂłn de las leyes cambiarias —principalmente el cepo al dĂłlar— que rigen en el paĂs y tambiĂ©n de la evasiĂłn impositiva por parte de quienes comercializan con criptomonedas en el paĂs.
Frente a este panorama, todo parece indicar que todavĂa existe la disyuntiva entre impulsar el crecimiento de la industria de las criptomonedas y las fintech, que cuentan en Argentina con grandes estandartes, o bien tomar el camino de la regulaciĂłn desmedida y hasta la criminalizaciĂłn de estas actividades. Es que a veces es más fácil culpar al otro por las propias falencias que pedirle ayuda para progresar.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artĂculo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opiniĂłn del autor es a tĂtulo informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendaciĂłn de inversiĂłn ni asesorĂa financiera.