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Bitcoin inauguró este 2020 una nueva etapa con recompensas de 6,25 BTC por bloque minado.
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Bitmain ya no es el líder absoluto de los ASIC de Bitcoin, MicroBT reclama su cuota en el mercado.
2020 ha sido uno de los años más exigentes y complejos que ha tenido la minería de Bitcoin en toda su historia. Con la conjunción de eventos de gran calibre como el halving y el inesperado brote de una pandemia, los mineros de esta criptomoneda han tenido que sortear desplomes en el precio de bitcoin y la disminución en sus ingresos mensuales.
Esto generó un panorama poco positivo para la minería de criptomonedas a inicios de año, el cual se agravó con la cuarentena y los problemas para distribuir equipos ASIC con mejor rendimiento. Sin embargo, con el paso de los meses el sector fue recuperando fuerzas gracias a la revalorización de Bitcoin, llegando a registrar para finales de año ganancias que no se veían desde el 2017.
Además de estos acontecimientos de gran impacto, el 2020 se caracterizó por una marcada competencia en la industria de manufactura de ASIC, donde el líder indiscutible —Bitmain— ha perdido su dominancia en el mercado. Los pools de minería también han enfrentados fuertes cambios en el transcurso del año, con una marcada tendencia a la descentralización geográfica y mayor transparencia en cuanto a la información que suministran al público.
El apoyo a la implementación Taproot, el aumento del uso de energía renovable entre mineros y la incorporación de Stratum V2 entre los pools, han sido algunos de los 10 hitos que la minería de Bitcoin inmortalizó para este atípico 2020. A continuación, exploraremos más a profundidad estos eventos:
1. El tercer halving de Bitcoin
Sin lugar a dudas uno de los eventos más esperados del 2020 para la comunidad de criptomonedas fue el halving de Bitcoin. En el 2019 expertos y medios de comunicación pronosticaban el posible impacto que tendría este suceso sobre el comportamiento de la red, al considerar que tendría un efecto positivo para el precio de la criptomoneda.
El halving es un mecanismo inherente a Bitcoin, cuya función está enfocada en autoregular el suministro de monedas que emite esta red. Se trata de un evento programado que ocurre cada 210.000 bloques, un periodo que comprende aproximadamente cuatro años. Cuando se cumple esta fecha, la red reduce a la mitad la cantidad de bitcoins que entrega como recompensa por bloques minados, programándose para que un futuro dicha emisión llegue a 0.
Este año se celebró el tercer halving de la historia de Bitcoin, el cual ocurrió el pasado 11 de mayo. La reducción se activó en el bloque 630.000 y los mineros pasaron de ganar 12,5 BTC por bloque minado a 6,25 BTC.
Tal y como se esperaba, el halving tuvo un impacto inmediato en el rendimiento de la minería. Las ganancias que percibían los mineros desde el año 2016 se redujo a la mitad, siendo la recompensa por bloque minado una de las fuentes de ingreso más importantes de esta actividad.
Debido a la falta de rentabilidad, el hash rate de la red se redujo un 16% en cuestión de horas, comportamiento que sugirió la desconexión de cientos de equipos de minería que ya no generaban suficientes ganancias como para cubrir sus costos. Esto a su vez produjo una congestión en la transacciones de la red los primeros días después de la reducción, ya que no había tantos mineros como antes y la dificultad de minería era muy elevada.
Sin embargo, las consecuencias duraron muy poco. Para el mes de junio se pudo constatar que el hash rate de Bitcoin se había recuperado y volvía a valores similares a los de antes del halving. Lo que no se pudo comprobar fue que tanta incidencia tuvo la reducción de la recompensa en el precio de Bitcoin, puesto que el mercado no reaccionó inmediatamente al evento y más bien mantuvo el valor de la criptomoneda como si este no hubiese ocurrido.
2. Nuevo récord de hash rate y dificultad
Aunque a principios de año el sector de minería de Bitcoin no tuvo su mejor rendimiento, este mejoró considerablemente desde el tercer trimestre cuando se dejó atrás el efecto del halving y se revalorizó la criptomoneda. La respuesta positiva de este mercado se puede constatar en los nuevos récords que alcanzó la red en cuanto a hash rate, dificultad e incluso en los ingresos diarios reportados por mineros.
La tasa de hash, también conocida como hash rate, es una unidad de medida que representa la potencia de procesamiento que tiene la red. Esta varía en relación a la cantidad de mineros que están conectados en dicha red y cuán poderosos son los equipos que trabajan en ella, elementos que han influido considerablemente en los nuevos récords alcanzados en Bitcoin.
En el mes de septiembre llegó una de las marcas más altas del hash rate en Bitcoin, cuando la red registró una tasa de 151, 24 EH/s. Este nivel fue alcanzado nuevamente en octubre, cuando se volvió a reportar una tasa que oscilaba en los 146,48 EH/s. En la actualidad el hashrate de Bitcoin se encuentra en los 135 EH/s, cifra en la que se ha mantenido estable.
Debido al aumento del hash rate, la dificultad de minería también escaló. La medida hace referencia a cuán difícil es encontrar el hash de un bloque para minarlo en un momento determinado. La complejidad de la minería es variable y depende en gran medida de cuánto poder de procesamiento hay disponible en la red, ya que su función es cumplir la regla de que cada bloque debe ser minado en una media de 10 minutos.
Si hay mucho hash rate en la red, como ocurrió en el mes de septiembre y octubre, entonces significa que hay mayor posibilidad de que los equipos minen muchos bloques. La red, entonces, se encarga de aumentar la complejidad del minado para que sea mucho más difícil dar con la respuesta del hash y aún se mantenga la latencia de 10 minutos por bloque.
Este año la dificultad de Bitcoin alcanzó los 19,97 T, su punto más alto jamás registrado. Y aunque esta es la cifra récord, la dificultad no ha disminuido mucho en la actualidad, ya que se mantiene en los 18,67 T para estas fechas decembrinas.
Los ingresos diarios por minería también dieron una sorpresa este año, cuando para finales de noviembre se reportaron las ganancias más altas que ha tenido el sector en los últimos tres años. La firma Glassnode informó que los mineros estaban percibiendo ingresos diarios de hasta 20 millones de dólares, una cifra que lograron conseguir por el aumento del precio de bitcoin en los últimos meses.
3. Ubicación de los pools ya no es un misterio
2020 también sirvió para resolver misterios, sobre todo con los pools de minería. Este año se pudo conocer la ubicación geográfica y los nombres de la gran mayoría de pools que hacen vida en la red de Bitcoin, información que antes no estaba en su totalidad a disposición del público.
El sitio web BTC.com actualizó los datos de estos operadores, descubriéndose que la gran mayoría se encuentran ubicados en China. Aunque se sabía que el mercado de minería en el gigante asiático era abrumador, la comunidad no se esperaba que el 95% de los bloques minados de Bitcoin para ese entonces eran procesados en China.
La data generó preocupación en el ecosistema bitcoiner, ya que sugeriría que la minería de criptomonedas no estaba tan descentralizada como se sugería. SlushPool, el pool más antiguo del mercado, destaca como uno de los pocos bastiones de la minería fuera de China al ubicarse su centro de operaciones en la República Checa.
Además de SlushPool, también se registró la creación de tres pools de minería en los Estados Unidos. Una iniciativa que podría ayudar a la descentralización del hash rate de Bitcoin, pero que también levantó polémica puesto que algunos de estos operadores han afirmado que regularán su funcionamiento y exigirán medidas KYC para sus mineros.
4. Granjas de minería en Estados Unidos, Rusia y Venezuela
A pesar de la polémica información que confirma que el hash rate de Bitcoin está indudablemente acumulado en territorio chino, también se detectó este 2020 una nueva tendencia entre las granjas de minería de Bitcoin que podría llevar a una mayor descentralización geográfica de la industria.
Debido al corte de subsidios de electricidad y a las regulaciones cada vez más estrictas para los mineros de criptomonedas en China, algunos de estos equipos han empezado a plantearse la posibilidad de emigrar a otros países. Rusia, Estados Unidos e incluso la República de Irán han sido algunos de los lugares pensados por mineros chinos para convertirlos en sus centros de operaciones, tal y como reportamos en CriptoNoticias.
La apertura de nuevas granjas de minería originarias de Canadá, Estados Unidos y Rusia también llamó la atención en el transcurso del año, puesto que en estos países ha habido desde el 2017 un incremento en el interés por este sector. En especial el mercado de los Estados Unidos fue el más prolífico de este grupo, al celebrar la apertura de tres pools de minería en su territorio.
Venezuela, en conjunto con Argentina, fueron los dos países latinoamericanos con mayor presencia en la minería mundial, según datos de la Universidad de Cambridge. Venezuela incluso entró en el top 10 de los países con más mineros instalados su región.
5. Aumenta la competencia en la manufactura de ASIC
La industria de manufactura de ASIC de Bitcoin percibió una transformación importante en su dinámica para este 2020, caracterizada por un aumento en la competencia y una disminución de la presencia de Bitmain en el mercado.
Después de cinco años reclamando el título del líder indiscutible de los ASIC de Bitcoin, Bitmain empezó a registrar desde el 2019 un descenso en su dominancia. Para el 2017 la empresa capitalizaba el 75% del mercado de equipos de minería, pero para finales del 2019 y principios del 2020 está solo reclamaba un 46%.
MicroBT, una firma creada en el 2016, ha sido la otra entidad que ha ganado una fuerte presencia en el mercado de ASIC. La empresa reclamó el 35% del ecosistema para el 2019, disputándose con Bitmain los mineros con mejor rendimiento de este año.
M30S+ de MicroBT y el Antminer S19 Pro fueron dos de los mineros más populares para Bitcoin del 2020, siendo ambos ideales para las nuevas condiciones de la red luego del halving. El producto de MicroBT se destacó por ser el más poderoso de toda la industria, aunque Bitmain siguió imbatible en cuánto a eficiencia, una de las características más buscadas por los mineros.
Las empresas Innosilicon y Ebang también incorporaron al mercado equipos con cada vez mejor rendimiento, aumentando así la oferta de mineros ASIC de nueva generación disponibles para el consumidor. Canaan, aunque enfrentándose a las pérdidas generadas por la pandemia de coronavirus, también ha logrado comercializar algunos de los mineros ASIC más asequibles del ecosistema.
6. Pandemia de coronavirus
El coronavirus no ha dejado a ninguna industria exenta de pérdidas y problemas, mucho menos al sector de minería de Bitcoin que fue uno de los primeros afectados cuando el virus se expandió por toda China.
Las empresas dedicadas a la manufactura de ASIC, tales como Bitmain, MicroBT y Canaan, se encuentran ubicadas predominantemente en China. Debido a ello, cuando el gobierno decretó una cuarentena estricta en todo el territorio, las empresas tuvieron que alargar sus vacaciones y detener los envíos de equipos dentro y fuera de China.
Para los mineros esto fue motivo de preocupación, puesto que exactamente el retraso de entrega de equipos coincidió a pocos meses del halving de Bitcoin. Es decir, cuando el sector se preparaba para mejorar el rendimiento de sus ASIC y multiplicar sus ingresos antes de la reducción de la recompensa, las piezas más importantes de la minería estaban retenidas en fábricas cerradas hasta nuevo aviso.
La expansión del coronavirus también golpeó duramente el precio de bitcoin, un episodio que se conoció como “el jueves negro”. Luego de que la Organización Mundial de Salud (OMS) declarara que el mundo había entrado en pandemia, los mercados del oro, el petróleo, las acciones empresariales y el de bitcoin se vieron gravemente afectados por el terror que generó esta noticia.
Tal y como reportó CriptoNoticias en aquel entonces, para el mes de marzo bitcoin perdió 40% de su valor en menos de 24 horas. La criptomoneda alcanzó los 4.000 dólares y amenazó con seguir bajando, un comportamiento que afectó enormemente las ganancias tanto de los mineros como de las empresas que manufacturan equipos de minería.
7. 80% de los mineros apoyan Taproot
La implementación Taproot tiene el apoyo de la mayoría de los mineros, así se reconoció recientemente cuando los principales pools de minería manifestaron su aprobación. En la actualidad se afirma que el 80% de los mineros de la red está de acuerdo con la activación.
La nueva función, que ya se encuentra en el código de la red, pero de forma inactiva, permitirá expandir la capacidad del protocolo multifirma de Bitcoin. Asimismo, aumentará la privacidad de la red, ya que hará que todas las transacciónes sean indistinguibles entre sí. Es decir, no se compartirá información sobre si una transacción se hizo con CoinJoin, atomic swap, multifirma o incluso para abrir un canal en Lightning Network. Todas se verán exactamente igual a una transacción estándar de Bitcoin incluso la apertura de un canal LN.
Los mineros aún discuten la forma en que se activará Taproot, conversación que quedó pendiente para el 2021. Sin embargo, aunque resulta positivo el apoyo de los mineros, este tipo de implementaciones tiene impacto verdadero en la blockchain si la mayoría de los operadores de nodos actualizan a esta nueva versión de la red. Una situación similar ocurrió con SegWit que poseía el apoyo de los mineros, pero pasaron meses hasta que fuese adoptada por la mayor parte de la comunidad de bitcoin.
8. Regulación de minería
La regulación también ha sido un tópico muy importante para la minería de criptomonedas este 2020, consolidándose marcos regulatorios para estas actividades en países como Irán y Venezuela. Mientras una gran parte de los países se ha resistido de regular las actividades de minería por la falta de comprensión en los trabajos que realiza este sector, otros empiezan a considerar a los mineros como un punto importante para controlar el mercado de bitcoin y sus transacciones.
Por ejemplo, en Venezuela se legalizó la minería en todo el territorio y ahora los ciudadanos pueden llevar a cabo sus actividades bajo licencia. Sin embargo, también se impuso la creación de un pool nacional, donde todos los mineros estarían obligados a trabajar con este operador para cumplir la ley. Es decir, la minería licenciada quedó centralizada en manos del Estado, e incluso el ejército también se ha incorporado a este negocio.
Irán, por otro lado, también está permitiendo la minería en su territorio, pero impuso a los mineros que solo podían vender sus bitcoins de forma legal al Banco Central de la nación. El gobierno está interesado en utilizar la criptomoneda para evadir el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos, así que estos bitcoins serán utilizados para importaciones. No obstante, los mineros iraníes no tendrán libertad de vender sus monedas a otro que no sea el Estado.
Estados Unidos también fue el centro de la polémica este 2020 en cuanto a regulaciones. Los pools recien inaugurado en su territorio, Luxor, Blockseer y Titan, confirmaron que cumplirían con las regulaciones de la Oficina de Control de Activos Financieros (OFAC). De seguir a cabalidad las medidas de la OFAC, el pool tendrá que censurar todas aquellas transacciones cuyas direcciones de origen esté en la lista negra de la institución. Asimismo, los mineros que formen parte de este pool deberán cumplir con requerimientos de Conoce-a-tu-cliente (KYC), identificándose ante las autoridades.
Rusia también tiene un proyecto de ley que planea prohibir a los mineros mantener sus recompensas en bitcoins y otras criptomonedas. Mientras que China, aunque no ha presentado una regulación puntual sobre la minería, en poblaciones como Mongolia y Yunnan parecen rechazar la presencia de los mineros en su territorio al suspender los subsidios de electricidad y pedir el desmantelamiento de varias granjas de minería.
9. Adopción de Stratum V2
Stratum V2 sigue siendo uno de los proyectos para la minería de Bitcoin que mayor impacto podría tener en el actual funcionamiento del ecosistema. Lanzado a finales del 2019 por la empresa Braiins, encargada también de las operaciones del grupo SlushPool, Stratum V2 se alzó como el nuevo protocolo para la minería grupal de Bitcoin.
¿Pero qué es lo nuevo que plantea Stratum V2 y por qué todo el mundo habla de él? El protocolo fue presentado como una manera más eficiente, económica, descentralizada y segura de minar en la red de Bitcoin. La idea es aumentar los beneficios de los pools y mineros, mientras se introducen unos subprotocolos —en conjunto se les conoce como: BetterHash — que permiten redistribuir las ofertas de trabajo en la industria.
La adopción de Stratum V2 permite que los mineros sean quienes elijan cuales transacciones quieren procesar en un bloque, una función que tradicionalmente la han llevado a cabo los operadores de los pools. De lograrse esta metodología, incrementaría enormemente la descentralización de la minería de Bitcoin, puesto que la selección de las transacciones no quedaría en manos de unos 20 o 30 operadores de pools sino de los miles de mineros que están alrededor del mundo.
Aunque Stratum V2 fue una realidad para este 2020, no se dio en este año una implementación a gran escala. Según comentarios de Braiins, aún se necesitan unas actualizaciones en el código de Bitcoin Core para que sea posible la nueva metodología de trabajo de Better Hash. Aunque el grupo SlushPool sí ha empezado a trabajar con el protocolo Stratum V2, pero con una implementación parcial.
Jimmy Song, escritor de Programming Bitcoin, considera que Stratum V2 es la única solución viable que podría hacer frente a los intentos gubernamentales de regular la minería de criptomonedas y censurar las transacciones. Asimismo, afirma que podría distribuir mejor el hash rate de Bitcoin, dejando atrás la minería de criptomonedas concentrada en China. Es decir, el futuro de la minería depende en gran medida de estándares como Stratum V2 u otras soluciones que potencien la descentralización de la industria.
10. La energía renovable es la favorita de los mineros
80% de los mineros de Bitcoin usan fuentes de energía renovables, según un reciente estudio de la Universidad de Cambridge. Las fuentes hidroeléctricas ahora es una de las más utilizadas en el mix energético de las granjas de minería, aunque también existe una fuerte presencia del carbón, el gas natural e incluso la energía nuclear.
La industria de la minería ha estado trabajando desde hace unos cuantos años atrás para encarrilarse en prácticas más ecológicas, objetivo que se fue consolidando este año. Ahora incluso hay interés en las granjas de minería por comprar excedentes de energía, ya que estos se comercializan a buenos precios y se espera que tengan un impacto positivo en el medio ambiente.
Debido a ello, se ha planteado la posibilidad de que la minería de Bitcoin reduzca la huella de carbono. Asimismo, empresas como Square están promoviendo el uso de energías sustentables para minar bitcoin, llegando ofrecer 10 millones de dólares a todas aquellas granjas de minería que deseen hacer la transformación. Estas iniciativas siguen abonando el camino para una industria de la minería más verde.