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Irán se convierte en el primer gobierno en utilizar bitcoin para el comercio internacional.
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Los mineros tendrán un límite de venta, el cual será impuesto por el Ministerio de Energía.
Una nueva ley en Irán obligará a los mineros del territorio a vender sus bitcoins minados al gobierno nacional. Según un informe de la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA), el Banco Central de Irán (CBI) ahora podrá utilizar criptomonedas en el mercado de importaciones del país, y el suministro lo generarán los propios mineros del país.
Debido al bloqueo comercial de Estados Unidos y a la contracción de la economía iraní, el gobierno nacional usará los bitcoins minados en su territorio como moneda internacional, convirtiéndose en el primer país del mundo en utilizarlo para el comercio fuera de sus fronteras. La enmienda ha sido propuesta por el mismo Banco Central y el gabinete de gobierno, quienes consideran que existe una oportunidad en Bitcoin para las finanzas de Irán.
La ley también estipula que los mineros de criptomonedas que hacen vida en la nación estarán comprometidos a vender sus bitcoins directamente al Banco Central. Asimismo, señalan que estos bitcoins “solo serán canjeables para pagar importaciones”, detalle que podría sugerir que el gobierno tiene intenciones de atesorar parte de estos activos a largo plazo. Una estrategia que podría jugarle a favor en su economía, sobre todo si el bitcoin se encuentra en mercado alcista.
El IRNA también apuntó que la compra y venta de bitcoins tendrá un límite. Este, además, estará determinado por el nivel de energía subsidiada para la minería y otras medidas estipuladas por el Ministerio de Energía.
La decisión del gobierno iraní ha generado controversia en la comunidad de criptomonedas. Algunos consideran que es un síntoma positivo que un gobierno adopte una criptomoneda a este nivel, ya que contribuye con la narrativa de utilizar a Bitcoin como moneda global. No obstante, otros usuarios denuncian que el control que desea imponer Irán en el mercado de mineros es nocivo, puesto que centralizaría el uso de la criptomoneda, limitaría el libre comercio y atentaría contra la propiedad privada de estos mineros.
Irán está sufriendo desde el 2018 las consecuencias del bloqueo comercial impuesto por los Estados Unidos ese mismo año, producto de desacuerdos por reservas de Uranio que posee el país del medio oriente. A raíz de este conflicto la moneda iraní se ha depreciado, alcanzando una hiperinflación de 34% para el año. Por si fuera poco, debido a la pandemia de coronavirus, este 2020 ha sido uno de los años más difíciles para la economía de Irán, que se ha contraído más del 10% por cada trimestre.
Este panorama ha abierto oportunidad para el mercado de criptomonedas, legalizando el año pasado su minería y ahora permitiendo el uso de bitcoin a nivel gubernamental. Asimismo, el país ha hecho sus propias investigaciones para el desarrollo de una moneda criptográfica nacional que les sirva para evitar las sanciones internacionales.
Otros países, como es el caso de Venezuela en el que también recaen sanciones económicas, han estado desarrollando estrategias para sacarle el mayor provecho a la minería nacional. La nación caribeña decretó recientemente que se conformaría un pool nacional, al cual estaban obligados a conectarse todos los mineros legales del país.
Al igual que en el caso de Irán, estos acercamientos regulatorios a Bitcoin activan las alarmas de los bitcoiners, puesto que son muestras de estrategias gubernamentales que tienen la capacidad de controlar el mercado de criptomonedas que prolifera en su territorio. Una práctica que a largo plazo podría terminar siendo contraproducente para la red.