Hechos clave:
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Firmas como Blockfolio, Liquid y LedgerPrime se han declarado en bancarrota.
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Otras como Quantia, Genesis, Multicoin Capital y Paradigms tienen dinero represado.
Es posible que la quiebra de FTX sea recordada de ahora en adelante como uno de los episodios más trágicos y controversiales en la historia de las criptomonedas. Después de todo, las empresas de Sam Bankman-Fried (SBF) jugaban un rol de gran importancia en el ecosistema; primero como uno de los exchanges más importantes del mercado y segundo como inversionista clave en el sector cripto.
De esta manera, cuando nos sumergimos en la red de conexiones, compras e inversiones hechas por FTX Group y Alameda Research, saltan a la vista nombres que todos alguna vez hemos escuchado y que tienen relevancia en la comunidad de criptomonedas. Por poner un ejemplo, marcas de la talla de Blockfi, Gemini, LedgerPrime, Liquid Global y hasta Solana forman parte de la lista de afectados por el derrumbe del imperio de SBF.
Pero el abanico de conexiones y acuerdos es, incluso, más extenso. En un artículo de Fortune, podemos constatar que FTX y Alameda tenían trato comercial con más de 50 empresas dedicadas al sector cripto.
El exchange también fungía como servicio de trading para diversas firmas, cuyos fondos ahora se encuentran atrapados en la debacle hasta nuevo aviso. Por si fuera poco, el pánico originado por la caída en desgracia de FTX provocó que otros negocios también se desmoronaran, como es el caso de Genesis que ha tenido que detener sus depósitos y retiros.
Analizando el panorama en frío, la situación es mucho más compleja de lo que parecía en primera instancia. Mientras los usuarios y empleados de FTX aún intentan digerir todo lo ocurrido, casi una docena de empresas se encuentran en aprietos por lo ocurrido con el exchange.
Con la posibilidad de desembocarse un efecto dominó, el ecosistema se mantiene a la expectativa acerca de lo que pasará en los próximos días y si el caso FTX seguirá cobrándose la operatividad de otros negocios.
Un puñado de empresas en bancarrota y otras paralizadas
Hace una semana atrás, iniciábamos el día con la noticia de que el grupo FTX se declaraba en bancarrota. Una noticia que tomó a muchos por sorpresa, porque pocas horas antes de dicha decisión Sam Bankman-Fried aseguraba que la empresa no tenía problemas de liquidez e, incluso, iniciaba un proceso de venta con Binance.
Hoy en día sabemos que FTX tenía deudas que ascienden los ocho mil millones de dólares, así como también muchos activos sin liquidez, con el dinero de sus usuarios siendo utilizado para cubrir a Alameda Research. Las autoridades de las Bahamas, uno de los puntos neurálgicos donde ocurre todo este drama, describen la situación como «fraude grave y mala gestión».
Ante este prontuario, resulta comprensible que las más de 130 entidades comerciales que estaban bajo el manejo de FTX Group se hayan declarado en bancarrota. Entre ellas, algunas firmas exitosas como es el caso de Blockfolio, LedgerPrime, Liquid Global y LedgerX.
Otra empresa de gran renombre cuyo futuro parece pender de un hilo es Blockfi, plataforma especializada en trading y préstamos de criptomonedas.
Las dificultades económicas de Blockfi se remontan a la debacle de Terra/Luna, pero cuando FTX decidió comprar la firma parecía que sus días no estaban contados. Con la reciente bancarrota del exchange, Blockfi vuelve a estar como en el día número 1 de sus problemas, y las expectativas no son prometedoras.
La lista de firmas que han tenido que suspender sus servicios hasta nuevo aviso es aún más larga. Entre ellas está un juego llamado Storybook Brawl. Asimismo, también se encuentra el exchange que opera en Argentina, Quantia, el proveedor de servicios de trading, Genesis, y el exchange Bitvo cuya venta ha quedado paralizada.
Algunas empresas decidieron dar un paso adelante y cancelar ciertos servicios para evitar el colapso. Este es el caso, por ejemplo, de la plataforma de préstamos Folkvang que también ha detenido sus servicios e, incluso, ha retornado el dinero a sus clientes. Asimismo, la firma DeFi InsurrACE Protocol suspendió el uso de una serie de productos por temor a exponerse a dificultades económicas por la turbulencia del mercado.
Fondos bloqueados hasta nuevo aviso
Además del exchange Quantia, con 35% de sus reservas expuestas a la debacle; y la firma Genesis con más de cien millones de dólares, otras empresas del ecosistema también reportaron tener dinero represado en FTX. Aunque las sumas varían, en la mayoría de los casos los fondos afectados no han detenido las operaciones de estas plataformas.
Por ejemplo, la firma de inversión Multicoin Capital afirma que tiene 10% de sus fondos comprometidos. En el caso de Paradigm, una empresa dedicada a la inversión en Web3, su CEO confirmó que tenían dinero en el exchange de Sam Bankman-Fried y que lo dan por perdido. Sin embargo, el ejecutivo asegura que la pérdida no afecta sus operaciones y que no se trataba de una inversión grande.
Otro protocolo DeFi que se vio en una situación compleja por la quiebra del grupo FTX es PsyDAO. A pesar de que no compartieron la cantidad de dinero expuesto a la situación, afirman que tenían «poca» inversión en Alameda. Adicionalmente, afirmaron que sobrevivirían a la coyuntura porque se trataba de una plataforma descentralizada que ya no tenía conexiones directas con Sam Bakman.
Lamentablemente, no todos los proyectos pueden decir lo mismo. Entre ellos está la iniciativa Oxygen.org, que ve el 95% de sus fondos afectados por el cierre de operaciones de FTX. No hay certezas sobre qué pasará en el futuro con esta plataforma.
Con un impacto más manejable, el protocolo de exchange descentralizado (DEX) Zenlink registra el 1% de su dinero perdido en Alameda. La stablecoin Circle, por otro lado, reportó el duro golpe de 10 millones de dólares borrados en su inversión en FTX. No obstante, señalan que aún tienen solvencia para mantener a la empresa de pie. Mientras que compañías como IEX Group, ven 10% de sus acciones depreciadas en manos del imperio de SBF.
Pero no todas las empresas que se han visto afectadas tenían conexión directa con FTX, algunos fueron salpicados por terceros. Este es el caso del exchange estadounidense, Gemini, y la firma de inversión institucional, Grayscale. Debido a sus conexiones con el prestador de servicios de trading Genesis, Gemini ha tenido que suspender un servicio de ahorro. Grayscale, por su lado, ha visto la caída de sus acciones.
Contacto directo, pero no fueron afectadas
A pesar de que la debacle de FTX torció el futuro de muchas empresas de criptomonedas, e incluso de redes como Solana, algunos proyectos que recibieron financiamiento del exchange salieron ilesos. Ocurre con el exchange de Cardano, SundaeSwap, pues, aunque tenían exposición en Alameda la quiebra no interrumpe sus operaciones.
El protocolo de juegos y metaverso, DeFi Land, también era financiado por Alameda. No obstante, su tesorería no se encontraba depositada en FTX, por lo que han sobrevivido al colapso. Delta One, Delysium y Trustless Media también corrieron con la misma suerte.
Otras firmas de gran renombre, como Voyager, lograron librarse del descalabro por poco. Estaba en los planes de FTX Group adquirir a la plataforma de trading, pero con los eventos ocurridos en las últimas semanas, todo ha quedado en conversaciones. Una situación similar parece haber ocurrido con el exchange PlayUp, del que se aseguraba que sería comprado por Sam Bankman-Fried por más de 400 millones de dólares.
En la lista de empresas que recibieron apoyo del grupo FTX aún quedan muchos nombres: como Consensys, Messari, SkyMavis, Aldrin, Anchorage, Artemis y Coin98; por solo mencionar algunos. Aunque algunas de estas marcas y sus ejecutivos han publicado comentarios sobre el caso FTX en redes sociales, no queda del todo claro si el colapso también les ha afectado.
Sin un comunicado oficial, o pruebas de reserva que esclarezcan la situación, no son pocos los usuarios que por medio de Twitter exigen una explicación sobre si los negocios se mantienen solventes. No obstante, haciéndole seguimiento a sus redes sociales, el trabajo de estas firmas no parece detenerse y siguen concentrados en sus proyectos.
Diseccionada la escena que nos ha dejado FTX, es notable que el colapso de los negocios de SBF generó una oleada de pánicos y pérdidas millonarias en todo el ecosistema. Ahora con la confianza de los usuarios gravemente afectada y varias firmas esperando el desenlace de sus propias situaciones económicas, el ecosistema de criptomonedas trata de seguir avanzando hacia un futuro donde casos como este no vuelvan a ocurrir.
