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Las stablecoins atan al ahorrista a la devaluación propia del dólar.
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En ocasiones, estos tokens han perdido la paridad con el activo subyacente.
El dólar estadounidense continúa siendo el refugio preferido de los habitantes de las naciones cuyas monedas fíat se devalúan aceleradamente por la inflación.
En estos contextos, es común que una persona —supongamos que se llama Roberto—, luego de cubrir los gastos básicos del mes, logra ahorrar algo de dinero y, casi sin pensarlo, lo cambia por dólares.
Quizás, muchas personas en países como Argentina o Venezuela, al igual que Roberto, no actúan siguiendo una estrategia financiera planificada, sino que responden con una reacción casi automática: mejor tener dólares que ver cómo los ahorros se evaporan día a día.
Y si hay complicaciones para comprar al dólar en efectivo o a través del sistema bancario, la mejor alternativa es recurrir a sus versiones digitales: las stablecoins.
Como se explica en la Criptopedia, la sección educativa de CriptoNoticias, las monedas estables como USDT de Tether o USDC de Circle son tokens respaldados por contratos inteligentes, cuyo valor está atado a un activo externo, como el dólar estadounidense.
Aunque las stablecoins pueden presentarse como una solución alternativa, prometiendo estabilidad en un mar de incertidumbre, hay ciertas cuestiones que ponen en duda esa seguridad. Incluso plantean interrogantes sobre los riesgos de adquirirlas para guardarlas a largo plazo.
Antes de esbozar cualquier crítica a las stablecoins, es importante aclarar que el dólar estadounidense continúa siendo la moneda fíat más resistente del mundo.
Esto se debe a que es la divisa más utilizada en el comercio internacional, en los mercados financieros y en las reservas de los bancos centrales, lo que le otorga un respaldo y una demanda global que ninguna otra moneda tiene hoy en día.
Sin embargo, aunque las stablecoins ofrecen una protección frente a la inflación, no están exentas de perder valor.
Es que al estar ancladas al dólar, también replican su deterioro con el tiempo. Actualmente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) busca reducir la inflación anual a un 2%, lo que implica que, incluso en condiciones normales, el poder adquisitivo del dólar disminuye año tras año.
Por lo tanto, mantener ahorros en stablecoins puede frenar la caída abrupta del valor de la moneda local, pero no evita la erosión silenciosa (o no tanto) que también sufre la moneda estadounidense.
Para entender los riesgos de atar los ahorros al dólar, la siguiente infografía permite observar cómo su poder adquisitivo ha disminuido en el último siglo.
En la infografía anterior, se destaca el año 1971, un momento que marcó un antes y un después, ya que Estados Unidos abandonó el patrón oro.
Este evento marcó el inicio de una nueva era en la que el valor del dólar dejó de estar respaldado por un activo tangible y pasó a depender exclusivamente de la confianza en el gobierno y la política monetaria de la Fed.
Desde entonces, esta transición abrió la puerta a una expansión ilimitada de la oferta monetaria, lo que a su vez generó inflación y una continua pérdida de poder adquisitivo del dólar.
Más allá de la devaluación
El riesgo de invertir a largo plazo en USDT va más allá de la devaluación del dólar: la censura.
Para quienes no están familiarizados con este término, la censura en activos digitales se refiere a la capacidad de una entidad, como un gobierno o una empresa, de restringir, bloquear o controlar el acceso y uso de un activo digital por parte de un usuario.
Esto incluye el congelamiento de fondos, la prohibición de operaciones o el impedimento de que una persona interactúe con el activo, por distintos motivos: regulatorios, legales o políticos.
Dicho en términos más simples, USDT y USDC son stablecoins centralizadas, lo que significa que sus empresas emisoras Tether y Circle, respectivamente, controlan su emisión y funcionamiento.
Esta característica contrasta con bitcoin (BTC), que es una moneda descentralizada, donde no existe un control por parte de una autoridad.
El propio Paolo Ardoino, CEO de Tether, le dijo a CriptoNoticias que “solo bitcoin está completamente exento de censura, es imparable”. Una frase que cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que Tether es la emisora de USDT, la stablecoin más valiosa del mercado, con una capitalización de 149.000 millones de dólares.
Este tipo de censura puede ser una amenaza significativa, especialmente para aquellos que buscan un refugio fuera del sistema financiero tradicional, pero que, al mismo tiempo, dependen de un activo digital centralizado.
Las stablecoins centralizadas pueden congelar fondos en una wallet si así lo decide su entidad emisora. Esto suele hacerse a solicitud de gobiernos o para cumplir con pedidos judiciales, como en casos de lavado de dinero u otras presuntas actividades ilegales.
Como ha reportado CriptoNoticias, el 22 de diciembre de 2024, la justicia de Argentina le ordenó a la empresa Tether que “congele” una wallet con 3,5 millones de USDT vinculados con la presunta plataforma piramidal, Rainbowex.
Al depender de estas wallets, los usuarios ceden el control de sus fondos, quedando expuestos a posibles bloqueos no solo por decisiones judiciales locales, sino también por presiones regulatorias internacionales.
Por otro lado, esto tiene implicancias directas para los usuarios: sus fondos no están completamente bajo su control. Y es precisamente ahí donde aparece un riesgo real y poco visible: la posibilidad de perder el acceso al dinero sin previo aviso. Este escenario se vuelve aún más probable en contextos de inestabilidad política o regulatoria, donde las plataformas emisoras pueden verse presionadas a bloquear cuentas o congelar activos.
Este riesgo se agrava en el caso de las populares tarjetas de débito recargables con USDT, que suelen estar vinculadas a cuentas gestionadas por plataformas centralizadas. Estas tarjetas, al requerir custodia de los fondos por parte de un tercero, implican que el usuario no tiene control directo sobre sus claves privadas ni sobre el acceso pleno a sus criptomonedas.
UST y el recuerdo de Terraform Labs
El caso de Terra USD (UST), la stablecoin de Terraform Labs, una empresa fundada por Do Kwon, dejó en evidencia uno de los riesgos más graves para las stablecoins: la pérdida de paridad con el activo subyacente.
Como reportó CriptoNoticias, en mayo de 2022, UST empezó a perder su paridad 1:1 con el dólar estadounidense. Cabe señalar que el activo no estaba respaldado por una reserva en la divisa, sino que utilizaba un modelo algorítmico vinculado al token LUNA.
Cuando los mecanismos de estabilización no lograron corregir la caída, los usuarios comenzaron a vender masivamente sus UST, lo que provocó un efecto dominó: retiros masivos en plataformas como Anchor Protocol, desplome del precio y, finalmente, el colapso total del ecosistema.
UST pasó de ser una de las stablecoins más populares a valer apenas unos centavos.
El episodio demostró que, si bien muchas stablecoins prometen estabilidad, su funcionamiento puede depender de modelos frágiles o de la confianza del mercado, que puede evaporarse en cuestión de horas.
Testimonios como el de InmortalCrypto, trader de criptomonedas, fueron noticia durante esos días. Aunque no había invertido en el token LUNA, tenía una parte considerable de su capital en UST y terminó perdiendo cerca del 70% tras la caída de la paridad.
“Era una moneda estable”, comentó con ironía en redes sociales, reflejando la desilusión de miles de usuarios que confiaban en su supuesta estabilidad.
De acuerdo con su relato, decidió destinar una parte importante de sus fondos en stablecoins al staking, una estrategia que ofrecía rendimientos anuales de hasta 20% en el caso de UST. Aunque fue advertido sobre los riesgos de concentrar todo el capital en una sola moneda, optó por diversificar: repartió sus tenencias entre UST, USDT y USDC, buscando equilibrar riesgo y rendimiento.
Y este no es el único caso que expone el riesgo y la vulnerabilidad de la solvencia de las stablecoins.
En marzo de 2023, el Departamento de Protección Financiera e Innovación de California (DFPI) cerró el Silicon Valley Bank, argumentando que enfrentaba serios problemas de liquidez y se encontraba en una situación de insolvencia.
Ante este evento, Circle, emisora de USDC, confirmó que tenía al menos 9.800 millones de dólares en el banco en cuestión como respaldo de su stablecoin. Esto provocó que muchos usuarios vendieran sus USDC, lo que resultó en una pérdida de paridad con el dólar, cayendo hasta los 0,87 dólares.
Este desplome también afectó a DAI, cuyo 36,9% de colateral está en USDC, provocando que también perdiera su paridad con el dólar.
Vale aclarar que la situación se estabilizó en menos de tres días, cuando USDC recuperó su paridad tras la confirmación de que Circle tendría acceso a los fondos bloqueados o podría reemplazarlos con otras reservas.
¿La solución? Bitcoin
Bitcoin, la moneda creada por Satoshi Nakamoto, a diferencia de USDT y las demás stablecoins, es un activo descentralizado que no está controlado por ninguna entidad, gobierno o empresa.
Para hacerlo más simple y directo: nadie puede censurar, congelar o confiscar los fondos de un usuario, siempre y cuando se gestionen en una wallet de autocustodia.
Con ellas, los usuarios mantienen el control total de sus claves privadas, lo que les garantiza acceso exclusivo a sus fondos.
Esto contrasta con el uso de plataformas de custodia, como los exchanges centralizados, donde los activos se almacenan bajo la administración de un tercero. En esos casos, los usuarios no tienen acceso a sus llaves privadas, por lo tanto, no pueden considerarse verdaderas wallets.
Justamente, este principio de soberanía o independencia financiera, es una de las razones por las cuales muchos usuarios ven a BTC como una alternativa superior.
Aunque todavía se encuentra en sus primeras etapas de adopción, BTC ha demostrado en sus jóvenes 16 años de historia que puede actuar como un activo de refugio en tiempos de turbulencia económica y tensiones políticas.
BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo, calificó a BTC como “un activo diversificador único”, bajo el argumento de que “sus características únicas pueden convertirlo en una cobertura contra riesgos que los activos tradicionales no pueden abordar, particularmente en tiempos de mayor incertidumbre geopolítica y económica”.
Esto es porque la moneda digital tiene un suministro limitado en 21 millones de unidades, cuya emisión se reduce cada 4 años en un evento conocido como halving.
A diferencia del dinero fíat, BTC no se devalúa por la emisión monetaria o las políticas de los bancos centrales. Este es un factor que convierte a BTC en un activo antiinflacionario, a diferencia del dólar.
Además, esa escasez inherente es lo que atrae el interés de grandes y pequeños inversionistas, ya que, al tener un suministro limitado, se percibe como una reserva de valor a medida que la demanda crezca.
Asimismo, no hay que descartar que la moneda digital enfrenta riesgos a corto plazo por su alta volatilidad, como resultado de especulación del mercado, cambios regulatorios, y el comportamiento de inversionistas institucionales y minoristas.
Su precio ha experimentado grandes altibajos que, para los traders más experimentados, han representado oportunidades para aumentar sus tenencias.
El siguiente gráfico muestra cómo ha evolucionado el precio de BTC ha evolucionado a lo largo de los años, mostrando una tendencia al alza.
Después de hacer este recorrido, queda claro que ahorrar en stablecoins es una solución válida a corto plazo, pero, con sus matices, puede ser un problema a futuro.
La experiencia demuestra que incluso lo que «parece» tan estable como el dólar puede tambalear ante la censura, la pérdida de paridad, la confiscación o la devaluación. Aunque estos hechos puedan parecer lejanos, la realidad indica lo contrario: están más cerca de lo que se cree.
Quizás sea hora de que Roberto investigue más a fondo sobre BTC y sus verdaderas características.
Tal vez así, ahorrar o proteger su dinero deje de ser un acto de fe para convertirse en una decisión consciente y bien informada.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.