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El especialista sostiene que la clave para imponer este nuevo sistema es la guerra de aranceles.
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En 1971, Richard Nixon puso fin al patrón oro.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, confirmó que ampliará los aranceles a los productos importados. “Es muy sencillo: si nos cobran, les cobramos”, manifestó en una rueda de prensa en el Salón Oval.
Aunque los aranceles fueron una de las promesas clave de Trump durante su campaña presidencial, la rapidez con la que está moviendo las piezas sugiere que hay algo más detrás de esta medida. ¿Se trata simplemente de proteger la industria estadounidense o forma parte de una estrategia económica y geopolítica más amplia?
Matt Smith, analista de mercados financieros, sostiene que los aranceles “son el garrote para obligar a otros países a aceptar un nuevo régimen monetario” y argumenta: “Estados Unidos quiere reducir el valor del dólar frente al yuan, el euro, el yen, etc., para impulsar las exportaciones y la industria nacional”.
De acuerdo con su tesis, el hecho de que Estados Unidos reduzca el valor del dólar en relación con otras monedas hará más competitivas sus exportaciones. Esto impulsará la producción y el empleo en sectores clave de la industria, además de incentivar el consumo de productos nacionales.
Sin embargo, la política de aranceles también es una herramienta para introducir un nuevo cambio en el sistema monetario global, donde el dólar ya no tenga el mismo dominio que ha tenido desde 1971.
“Prepárense para un importante reajuste monetario, que esté orquestado (o al menos eso esperan) en lugar de ser caótico. No son teorías a medias. Se puede ver en los flujos de oro, las decisiones políticas de Trump, los rumores sobre un Fondo Soberano de Inversión y una inminente revaluación forzada”, advierte Smith. Además, agrega:
“El viejo sistema está acabado: es hora de lo que podría ser la mayor reestructuración económica desde 1971”.
Matt Smith, analista de mercados financieros.
Como ha explicado CriptoNoticias, en aquel entonces el presidente estadounidense Richard Nixon rompió el Acuerdo de Bretton Woods, que establecía un sistema financiero global basado en el patrón oro, donde el dólar estaba respaldado por oro a una tasa fija de 35 dólares por onza. Las demás monedas, en tanto, mantenían tipos de cambio fijos con la divisa norteamericana.
De acuerdo con la tesis de Smith, en este escenario de alta deuda e inflación, el oro podría ser la columna vertebral de un nuevo sistema monetario.
Asimismo, no hay que pasar por alto que, en tiempos de incertidumbre económica, el oro es el activo de refugio más elegido por los inversionistas y los bancos centrales.
En la misma línea que Smith, el periodista conocido en X como AdameMedia publicó: “Los funcionarios de la administración Trump han dicho que el presidente Trump está considerando devolver el dólar estadounidense al patrón oro. Esto permitiría que la moneda estadounidense se cambiara directamente por oro”.
Este cambio en el sistema monetario también le permitiría a Estados Unidos reducir su deuda en términos reales, ya que el gobierno devolvería los dólares con un valor inferior al que tenían en el momento en que fueron prestados.
El siguiente gráfico muestra cómo empezó a subir la deuda de Estados Unidos a partir de 1971.
Al respecto, Smith dice: «O bien se trata de una brillante solución para adultos a una espiral de deuda insostenible, o bien de un paso hacia un sistema de mercado no libre y fuertemente controlado. Posiblemente ambas cosas. En cualquier caso, el mensaje es: ‘Algo debe cambiar o todo se derrumba’. Así que lo están haciendo».
«Nadie habla de este movimiento»
Por otro lado, Smith también resalta que “se está produciendo un movimiento enorme en el mercado del que casi nadie habla” y remarca que hay “enormes entregas físicas” y “escasez en Londres” porque “el metal fluye hacia Estados Unidos a niveles récord”. Además, dice:
“Alguien con mucho dinero está comprando oro, probablemente el Tesoro o la Reserva Federal de Estados Unidos. La teoría: se están preparando para una auditoría completa del oro, lo que significa que están repatriando el oro que podrían haber alquilado. Una vez auditado, ese oro podría formar la columna vertebral de un nuevo sistema monetario. Esto podría indicar un cambio radical en el estatus y el valor del dólar”.
Matt Smith, analista de mercados financieros.
Ahora bien, ¿para qué sirve realizar una auditoría completa? La respuesta es más simple de lo que parece: determinar si existen suficientes reservas de oro para respaldar el dólar. Esto alimenta su teoría de que Estados Unidos está preparando el terreno para una reestructuración monetaria basada en el activo más valioso del mundo.
Otro factor importante es que, en lo que va de 2025, el metal precioso aumentó más de un 10% y continúa anotando máximos históricos (ATH). Al momento de la publicación de esta nota, su precio es de 2.910 dólares.
Para Russ Koesterich, director ejecutivo y gestor de cartera del Global Allocation Fund de BlackRock, el precio sube porque China está comprando más oro y menos bonos del Tesoro de Estados Unidos. “Si bien gran parte de este cambio se debe a consideraciones geopolíticas y preocupaciones sobre posibles sanciones de Estados Unidos, las dudas sobre la sostenibilidad fiscal estadounidense están cobrando cada vez más importancia, no solo para los chinos, sino también para los inversores nacionales”, explica.
En ese sentido, destaca las características del oro como “una reserva de valor en un período de déficits gubernamentales excesivos y en aumento”, al tiempo que resalta: “Esto marcó un cambio en la dinámica del oro, que dejó de ser tan sensible a variables económicas clave como el dólar estadounidense o las tasas de interés ajustadas por inflación”.
El Consejo Mundial del Oro, por su parte, publicó un informe que revela que el apetito de los bancos centrales por el metal precioso no cesa después de un año récord.
“La incertidumbre geopolítica y económica sigue siendo elevada en 2025 y parece tan probable como siempre que los bancos centrales vuelvan a recurrir al oro como activo estratégico estable”, se destaca en el informe”, se destaca en el informe.
Por otro lado, señala que los bancos centrales se volcaron al oro para reequilibrar sus reservas lejos de activos en dólares estadounidenses. ¿Están advirtiendo un cambio significativo? Solo el tiempo lo dirá.
En este contexto, Smith recomienda: “Si eres una persona normal, tener oro físico es una protección contra el desplome del dólar. Puedes esperar grandes cambios en el comercio, las reglas cambiarias y los precios de todo. El cambio podría ser rápido. En los años 70 hubo una inflación asombrosa. Esta vez podría ser más drástica”.
Teniendo en cuenta las dificultades para comprar oro físico, bitcoin (BTC) puede ser una opción interesante.
Para muchos, la moneda creada por Satoshi Nakamoto es vista como “oro digital” por sus similitudes con el metal precioso.
Como ha explicado CriptoNoticias, BTC tiene un suministro limitado de 21 millones de unidades y su emisión se reduce cada 4 años con el halving. Precisamente, su escasez inherente genera interés entre los inversionistas institucionales y los más pequeños.
Bitcoin, además, es una moneda que no se devalúa por las decisiones monetarias o la emisión de los bancos centrales. Aunque recién está en sus primeras etapas de adopción, será cuestión de tiempo para que refuerce su narrativa como “oro digital” y sea visto como un activo de refugio en tiempos de crisis.