Hechos clave:
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La industria de artistas en EE. UU. demandó una plataforma NFT de música.
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La casa de subastas Sotheby's enfrenta demanda por vender NFT sin autorización.
El 2021 fue el año en el que el sector de los tokens no fungibles (NFT) despegó y expandió sus casos de uso a múltiples negocios, al que también entraron grandes marcas, músicos, entre otros.
Ahora, en este 2022, empresas y artistas enfocados en los coleccionables digitales enfrentan las consecuencias legales de llevar el mundo digital a las marcas, objetos de lujo e incluso canciones; todos presuntamente sin el debido permiso legal.
Si bien los NFT, hasta el momento, no cuentan con una regulación a nivel mundial. Las marcas han decidido demandar a quienes consideran han violado los derechos de autor y propiedad intelectual de sus obras.
Hermès defiende su bolso Birkin
Una de las primeras compañías que llevó ante la justicia a un creador de NFT este año, fue la reconocida casa de moda francesa Hermès. La empresa alegó que el artista Mason Rothschild tokenizó unas carteras similares a las diseñadas por la marca, sin su debido consentimiento.
Hermès dijo que el artista es un «especulador digital que busca enriquecerse rápidamente apropiándose de la marca MetaBirkin», según France 24.
Rothschild creó una colección de 100 NFT llamada MetaBirkin, por estar inspirados en el famoso bolso diseñado por Hermès que lleva por nombre Birkin. Bautizado con ese nombre en honor a la actriz y cantante franco-británica Jane Birkin.
El artista antes que arrepentirse, está dispuesto a pelear contra la acusación de Hermès, escudándose detrás de la primera enmienda de la constitución de Estados Unidos.
«La primera enmienda me da todo el derecho de crear arte basado en mis interpretaciones del mundo que me rodea. Hay innumerables ejemplos de artistas que hacen referencia al mundo, los productos y artefactos culturales en él», expresó Rothschild en su cuenta de Instagram.
Uno de esos ejemplos que expuso Rothschild, es el de Andy Warhol y su reconocida obra que representa las latas de sopa de la marca Campbell’s.
A pesar del conflicto legal que enfrenta Rothschild, sus coleccionables siguen a la venta en la plataforma LooksRare. Uno de los bolsos tokenizados está a la venta por 1.000 ETH, esto equivale a más de USD 3 millones, según el índice de precios de CriptoNoticias.
Mientras la disputa sigue, las personas continúan adquiriendo los NFT de Rothschild. De ganar Hermès la pelea legal, es posible que los coleccionables que estén en los marketplaces deban ser eliminados, pero algunos seguirán con vida en los monederos digitales de sus respectivos compradores. Eso podría impulsar su comercialización y por ende elevar su valor en el mercado negro.
Nike también se va a los juzgados
En una acción similar, un gigante de la ropa y zapatos deportivos como Nike, también acudió a los juzgados de Estados Unidos para demandar a la empresa revendedora de calzado en línea StockX.
Según Nike, la compañía StockX está vendiendo imágenes de sus productos como NFT sin su permiso, tal como reportó CriptoNoticias.
La compañía alega que StockX usa la marca Nike para comercializar los NFT aprovechándose de la «buena voluntad» de la empresa y «venden los NFT a precios muy elevados a consumidores desprevenidos».
«Desafortunadamente, las ofertas de productos novedosos, las tecnologías florecientes tienden a crear oportunidades para que terceros aprovechen la buena voluntad de las marcas de renombre y crean confusión en el mercado», explicó Nike.
A diferencia de Hermes, Nike es una empresa que está desplegada en el mundo de los coleccionables y se preparó legalmente para eso. En noviembre del 2021, registró ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos toda su mercancía, incluyendo su lema «Just Do It» y el logo Jumpman, como «productos virtuales descargables».
Pero el interés de Nike no quedó allí y emprendieron su ingreso al metaverso y los NFT con la adquisición de RTFKT, una compañía que crea productos y experiencias virtuales mediante NFT, blockchain, realidad aumentada y motores de juegos.
El mundo de la música también se enfrenta legalmente contra los NFT
Otro caso reciente que surgió en Estados Unidos, fue el de una demanda que la Asociación de la Industria de la Grabación de América (RIAA) entabló contra una plataforma de música en formato NFT, llamada HitPiece.com.
Un comunicado de la asociación, con fecha del 4 de febrero, señala que enviaron una carta de demanda a HitPiece y a sus fundadores para que dejen de “infringir los derechos de propiedad intelectual (PI) de los músicos”.
Adicionalmente, deben proporcionar una lista completa de las actividades del sitio y los ingresos hasta la fecha, y dar cuenta de todos los NFT y las obras subastadas.
“Dada la forma en que los fanáticos fueron engañados y estafados por estos NFT no autorizados y el enorme riesgo que tanto los fanáticos como los artistas representaban para HitPiece y sus posibles imitadores, estaba claro que teníamos que actuar de inmediato y con urgencia para defender la justicia y la honestidad en el mercado”.
Presidente y director ejecutivo de RIAA, Mitch Glazier.
Ante la amenaza, HitPiece que no notificó a los artistas y músicos que acuñaría sus obras musicales como NFT, suspendió sus operaciones, aunque explicaron que «a los artistas se les paga cuando los productos digitales se venden en HitPiece», de acuerdo a un escueto comunicado.
La empresa no aclaró cómo era el método de compensación para los músicos y artistas.
Más adelante en el escrito dijeron «estamos comprometidos a desarrollar el producto para que se ajuste a las necesidades de los artistas, las discográficas y los fans».
HitPiece, fue fundada en 2021 y funcionaba con la API del reproductor de música vía streaming, Spotify. A través de ese servicio guardaban información de los artistas para luego hacer listas musicales que eran vendidas como NFT, según informó el medio especializado en música, Loudwire.
Sotheby’s y una demanda por un NFT valorado en más de USD 1 millón
Quantum es el nombre de un NFT que vendió la casa de subastas Sotheby’s, con sede en Nueva York, y que ahora los tiene en el banquillo de los acusados.
La obra del artista Kevin McCoy fue comercializada el año pasado y vendida por USD 1,47 millones. El problema legal surgió porque una compañía canadiense llamada Free Holdings afirma ser propietaria del NFT.
«Free Holdings alega que reclamó los derechos del NFT después de que McCoy no renovara su propiedad», explicó la revista de arte ARTnews.
En este punto es donde la falta de claridad legal se pone de manifiesto. McCoy utilizó una blockchain llamada NameCoin para crear el coleccionable digital, cada obra que se tokenize en esa red debe ser reclamada por su autor cada 250 días, al parecer, ese paso no lo cumplió el artista.
En ese sentido, Free Holdings argumenta que expiró la propiedad de McCoy sobre el NFT y por eso han demandado. Cabe acotar que el NFT fue realizado en el año 2014.
Sotheby’s tiene su versión de los hechos. La casa de subastas indicó que toda la información sobre la obra de arte está en la blockchain de Ethereum y no se puede modificar.
“Este token [Quantum] se acuñó en mayo de 2021, pero las piezas a las que se hace referencia se hicieron públicas originalmente en 2014, con un enlace a la imagen alojada en la red Namecoin”,
Nota de prensa de Sotheby’s.
La casa de subastas asegura que el NFT se eliminó del sistema después de no renovarse y se eliminó de la cadena Namecoin. Tanto Sotheby’s como McCoy están siendo demandados con los cargos de difamación de título, prácticas comerciales engañosas e ilegales y menosprecio comercial.
Este caso sin precedentes legales y muchos otros que probablemente surjan, son una muestra de cómo la tecnología ha avanzado rápidamente dejando de lado los aspectos legales. Sin bien no es necesario controlar el sector de los NFT, parece saludable que existan reglas claras. Mientras tanto, es posible que esto solo sea el comienzo de un año agitado para la justicia y las empresas detrás de los coleccionables.
Por ahora, Estados Unidos parece contemplar ciertas medidas regulatorias para los NFT. Una de esas normas sería aplicar el concepto de VASP (proveedores de servicios de activos virtuales) a estas plataformas de NFT, lo que básicamente haría que cualquier usuario que desee registrarse y utilizarla necesite pasar por un proceso de verificación de identidad obligatorio.