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Aunque es una teoría antigua, es aplicable igualmente a bitcoin y las criptomonedas.
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Esta teoría se basa en 6 principios y la noción de que los mercados se comportan de forma cíclica.
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Los mercados tienen 3 movimientos de tendencia y 3 fases, postula la teoría.
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Las tendencias se mantienen vigentes pese a movimientos contrarios en el corto plazo.
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Una tendencia no finaliza hasta que no pase por la fase de confirmación.
La «Teoría de Dow» es una de las especulaciones sobre el comportamiento del mercado bursátil más conocidas y utilizadas alrededor del mundo. Se basa en la noción de que los mercados financieros tienen comportamientos cíclicos, que se repiten en contextos similares y facilitan la identificación de nuevos movimientos en el precio de un activo. Creada por el economista Charles Henry Dow ya hace dos siglos, esta teoría igual es aplicable a bitcoin y el mercado de criptomonedas.
¿Qué es la Teoría de Dow?
La «Teoría de Dow» es un conjunto de seis principios que describen el comportamiento de los activos financieros en determinadas situaciones. Considerada en la actualidad como el marco de referencia para el análisis técnico, se trata de una hipótesis desarrollada por Charles H. Dow a finales del siglo XIX.
Dow fue un reconocido economista y periodista estadounidense, co-fundador de la empresa Dow Jones & Company, donde ayudó a crear el primer índice de acciones —el Dow Jones Transportation Index (DJT).
El autor propuso que existen en el mercado patrones y tendencias identificables, que pueden ayudar a saber si el precio de un activo subirá o bajará. En principio, estos escritos no planteaban una teoría, pero tuvieron tal impacto entre los operadores del momento que, posterior a su muerte, editores como William Hamilton refinaron sus ideas para producir los principios que conocemos hoy en día.
¿Para qué sirve la teoría de Dow en el mercado de bitcoin?
Los principios de la «Teoría de Dow» resultan útiles para que los traders entiendan los ciclos de los mercados financieros, y por ende el de criptomonedas. Si un operador sabe que existen diversas tendencias (primarias, secundarias y menores) puede valorar con mayor objetividad si le conviene entrar al mercado en un momento determinado o, más bien, esperar a que ocurra un cambio de tendencia más favorable.
Asimismo, al saber que el mercado entra en distintas fases en el transcurso de una tendencia, teniendo en cuenta esta teoría, los comerciantes pueden especular con el precio del activo de una manera más consciente.
La «Teoría de Dow», además, sienta las bases del análisis técnico, una disciplina fundamental que sirve a los traders de criptomonedas para pronosticar los comportamientos del mercado. De esta manera, un operador puede identificar la tendencia principal de una criptomoneda, desarrollar estrategias comerciales para sus operaciones y mitigar los riesgos financieros que pueda presentar su trading.
Los principios de la teoría de Dow
Tal y como hemos dicho anteriormente, la teoría de Dow está compuesta por seis principios básicos. Estos asumen que, en la mayoría de los casos, el mercado siempre cumplirá una serie de patrones que influyen en el precio del activo. En este apartado estudiaremos cada uno de estos principios:
El precio lo descuenta todo
Una de las principales propuestas de Charles Dow es que toda la información que influencia a un mercado está reflejada en el precio de su activo. Este principio deduce que todo evento que haya afectado el valor de una criptomoneda en el pasado, el presente o que pueda afectarlo en el futuro quedará registrado en las variaciones de precio diarias del activo.
Con este principio se sugiere que quienes deseen analizar el mercado y pronosticar futuras tendencias solo tienen que hacer seguimiento al precio de la criptomoneda donde se refleja su valor real. Un ejemplo de esto puede ser el halving de Bitcoin. El precio de BTC se ve influenciado meses antes de este evento periódico y suele subir, por la expectativa del mercado.
El precio de bitcoin refleja qué tanto impacto tiene la noticia en la demanda y oferta de la criptomoneda. De esta manera, los traders pueden especular si un evento, actividad o característica de la red tiene mayor o menor influencia en el valor del activo.
Otra forma de evaluar el mercado
Esta premisa difiere radicalmente de las propuestas del análisis fundamental. Según esta modalidad, el valor real de un activo no se encuentra en el mercado per se, sino en todos los elementos que lo constituyen. Debido a ello, se estudian también aspectos de la red (en el caso de bitcoin y otras criptomonedas), como el hash rate, las propuestas del proyecto, quiénes son los desarrolladores, el volumen de direcciones y hasta las redes sociales.
Los mercados tienen 3 movimientos
Charles Dow propone en su teoría que el mercado tiene tres tipos de movimientos, los cuales se dividen en tendencias primarias, secundarias y menores. Las tendencias primarias duran un año o poco más y clasifican al mercado en general como alcista o bajista. O sea, indican si el precio del activo ha sido mayoritariamente ascendente o descendente.
Dentro de las tendencias primarias derivan tendencias secundarias que se mantienen por unas cuantas semanas o meses. Estas también describen movimientos hacia el alza o baja de los precios pero que, la mayoría de las veces, son acciones que indican corrección o consolidación hacia un precio en específico.
Las tendencias menores, por último, duran días o como máximo semanas. Son variaciones sin importancia si las vemos en un plano más amplio, tal y como si fuesen «ruido» en el mercado, pero que pueden interesar a los traders que operan en posiciones en corto o hacen scalping.
Tendencias menores y factores externos
Las tendencias menores no se mantienen en el tiempo y pueden estar provocadas por una noticia inesperada, miedo o avaricia en el mercado. Incluso como efecto colateral de eventos externos al mercado —como el jueves negro del 2020 generado por la pandemia de covid.
También son 3 fases del mercado
La teoría de Dow también propone que los mercados tienen 3 fases, lo que significa que dentro de una tendencia alcista o bajista existen un conjunto de acciones que determinan períodos específicos. En este sentido, Dow sugiere que los mercados son cíclicos por naturaleza, y que ciertos patrones se replican con el paso del tiempo determinando cómo funciona la oferta y demanda.
Para la conformación de una tendencia alcista en el precio de una criptomoneda, el mercado tiene que pasar por tres fases individuales, conocidas como acumulación, participación pública y euforia.
Acumulación: En este período los primeros inversionistas, que pueden ser aquellos que tengan información de primera mano, empiezan a invertir en la criptomoneda. Pueden ser ballenas o traders veteranos que planean comprar un gran número de criptomonedas para sacarle provecho más adelante.
Participación pública (o dilatación): Durante esta fase comienzan a entrar los traders que están tras la pista de nuevas tendencias favorables. El mercado ha estado reaccionando hacia una tendencia alcista debido a la acumulación de los primeros inversionistas, así que cada vez más personas se suman a la compra de esta criptomoneda esperando generar ganancias.
Euforia: La euforia es el punto más alto de la tendencia alcista, ya que es el momento en que el movimiento hacia el alza de precio se ha consumado. Debido a que el precio de la criptomoneda está en sus mejores niveles, cada vez más traders se incorporan al mercado por miedo a perderse la oportunidad de generar ganancias (FOMO).
La tendencia bajista se empieza a conformar exactamente después de la fase de euforia, ya que cuando se empiezan a incorporar cada vez más traders ocurre una distribución de valor entre los que acumulaban criptomonedas y los que ahora quieren comprar estas criptomonedas. Como en el mercado alcista, en uno bajista también hay 3 fases:
Distribución: Marca el fin de la montaña alcista y el mercado de «toros». Debido a que entran una gran cantidad de compradores, los inversionistas más ávidos que entraron en la fase de acumulación o participación pública empiezan a vender. Aumenta la presencia de vendedores y la tendencia se revierte hacia la baja.
Participación pública: Similar a la participación pública de la tendencia alcista, lo que la diferencia es que en esta fase el mercado tiene una retroalimentación negativa. El volumen de vendedores supera a los compradores, el precio está en baja y aumenta el pesimismo entre los traders.
Pánico: El miedo ha dominado el mercado, y la mayoría de los inversionistas actúan en consecuencia. En esta fase los traders más inexpertos pueden llegar a vender a cualquier precio, sin importar las pérdidas que esto acarree.
Cuando el pánico disminuye y los precios llegan a su mínimo, siempre existirán traders que estén dispuestos a comprar con miras a que en el futuro le genere retorno. Esto convocará, progresivamente, a una mayor participación hasta que se vuelva a la fase de acumulación de la tendencia alcista. Es decir, un ciclo completo de mercado se ha finalizado para permitir el inicio de otro.
No es fácil determinar cada ciclo
Es importante señalar que resulta muy difícil determinar una fase de mercado al momento en que está ocurriendo, mucho más un ciclo entero. Por lo general, los analistas logran identificar que un ciclo ha empezado o terminado luego de que este, efectivamente, haya empezado o terminado. Sin embargo, resulta una medida útil para especular si es un buen momento para invertir en un activo o no.
El volumen de negociación confirma la tendencia
El volumen del mercado importa. Y mucho. Así lo consideraba Charles Dow y hoy en día lo afirman diversos operadores del mercado. La cantidad de negociaciones que se están haciendo en un momento determinado es un indicador de gran importancia para confirmar si una tendencia se mantendrá o es pasajera.
Una fuerte tendencia —ya sea alcista o bajista— va siempre acompañada de un alto volumen de trading. Mientras mayor sea el volumen de negociaciones, mayores son también las posibilidades de que el mercado esté reflejando un movimiento de precio que se mantendrá en el tiempo. Cuando el volumen es bajo, por el contrario, la acción del precio puede ser pasajera.
Cuando la tendencia es mayoritariamente alcista, el volumen de negociaciones debería ser alto si el precio está aumentando y bajo cuando existe una caída. En el caso de las tendencias bajista, se espera que el volumen de negociaciones aumente cuando el precio esté cayendo y se reduzca cuando este sube. De esta manera, los traders pueden concluir que el volumen siempre va a la par de la tendencia.
Las tendencias se mantienen vigentes hasta que se demuestre lo contrario
El mercado de criptomonedas está en constante cambio: el precio sube y baja cada segundo. No obstante, sabemos que una tendencia primaria se mantiene en el transcurso de varios meses. Es decir, es un movimiento de precio que dominará toda una temporada.
A pesar de ello, las tendencias primarias también llegan a su fin, y lograr identificarlo puede ser complicado. Charles Dow propuso que una tendencia se mantiene vigente hasta que todos los datos del mercado demuestren que ha cambiado de forma definitiva. Es decir, que toda reversión en el precio está bajo sospecha hasta que se confirme que llegó para quedarse la nueva tendencia.
Por ejemplo, imaginemos que bitcoin está en una tendencia primaria al alza. En ese caso, un retroceso de varios días no implica que, de ahora en adelante, la tendencia haya cambiado a la bajista. El trader tendrá que analizar los próximos comportamientos del mercado, ya que este patrón podría cambiar o mantenerse con el paso del tiempo.
Solo cuando el movimiento de precio a la baja sea predominante, entonces se puede decir que el mercado entró en una temporada de baja (mercado de osos). Y, para esperar un nuevo ciclo alcista, los operadores deberán someter toda alza de precio al mismo escrutinio antes de asegurar que el mercado retorna a los números verdes.
Principio de confirmación
También conocido como el principio de correlación entre índices, la confirmación apunta que una tendencia primaria observada en un índice de mercado solo puede ser confirmada si también aparece en otros índices. O sea, propone que los mercados interactúan y dependen entre sí, por lo que un aumento de precio en un producto, acción o activo también tendrá implicaciones en otros sectores relacionados
Este principio es uno de los más refutados en la actualidad, ya que muchos operadores consideran que está desactualizado. Charles Dow basó esta idea en sus análisis sobre el índice Dow Jones (DJT) y el promedio industrial.
En la actualidad, aunque hay momentos de alta correlación entre mercados como el de criptomonedas, las acciones y materias primas, lo cierto es que no necesariamente reaccionan de la misma manera en todo momento. Dow basaba su tesis en la interacción y posible dependencia entre activos, que ahora no se da de la misma manera.
Dentro del mercado de criptomonedas, no obstante, sí suele haber una correlación clara: la mayoría de las monedas suele adaptarse a la tendencia dominante de bitcoin, activo con más capital y dominancia de todas las criptomonedas.
Una vez comprendido el comportamiento cíclico de los mercados, podrías adentrarte en el caso particular de bitcoin. Por ello, te invitamos a profundizar con el halving, elemento que incide en los ciclos de cotización de la principal criptomoneda del mercado.
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