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La hija y el yerno de la directora de Generación ZOE también formaban parte del esquema.
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Hasta los momentos hay una sola persona detenida de Generación ZOE en Venezuela.
Pérdida total de sus ahorros, problemas psicológicos y hasta un intento de suicidio, fueron las consecuencias que enfrentaron varias personas que pusieron su esperanza en el presunto esquema Ponzi de Generación ZOE, en su sede de Venezuela.
«Para mí fue psicológicamente terrible, muchos perdimos nuestros ahorros, conocí el caso de un señor que intentó suicidarse por las cuantiosas pérdidas económicas que enfrentó tras ingresar en Generación ZOE en Venezuela», relató a CriptoNoticias una de las víctimas que prefirió mantenerse en el anonimato.
El esquema llegó a Venezuela en el 2020, en plena pandemia por el coronavirus y un momento de vulnerabilidad económica, con el objetivo de ofrecer supuestas ganancias desde un 7,5% a 10% mensual con rendimientos en dólares.
Convencían a las personas mediante charlas, conferencias, viajes y encuentros con miembros del área de marketing, ventas, y estilo de vida. Sin embargo, estos operaban bajo un modelo de captación de personas al estilo multinivel que a todas luces cuenta con las características de lo que se conoce como un esquema piramidal.
Adicionalmente, aseguraban invertir en diversos rubros, incluyendo una criptomoneda llamada Zoe Cash, mercados de capital, trading, divisas, equipos de fútbol y otros negocios, hechos que ha reportado este medio.
Para invertir sugerían vender viviendas y vehículos
Por su parte, otra de las inversionistas del esquema que tampoco quiso revelar su identidad, contó los atrevidos o inusuales planteamientos de los promotores de ZOE. Les sugerían vender sus vehículos y viviendas, ya que el proyecto les iba a «generar dinero para vivir y luego volver a comprar un auto, una casa o lo que quisieran».
Las cantidades que solicitaban para ingresar al proyecto eran desde en los USD 400. «De mi círculo de conocidos, el que menos invirtió dio más de USD 5.000 al proyecto (…) porque estaban interesados en invertir grandes sumas de dinero y debían hacerlo directamente con Blanca Elena Torres», contó.
Desde lo personal, la afectada cuenta que entrar al presunto esquema Ponzi, le trajo muchos problemas, sobre todo, en el aspecto de la salud mental. «Psicológicamente fue terrible, perdí todos mis ahorros», dijo a CriptoNoticias.
Afectados identifican a la líder de Generación ZOE en Venezuela
Los afectados señalan, sin cortapisa, que la representante del esquema en su país, es Blanca Elena Torres, una empresaria venezolana, oriunda del estado Trujillo, al occidente de Venezuela.
Junto a Torres trabajaron un grupo de personas, que incluía a su hija Daniela Solar y su yerno César Quintero, comentó otra de las víctimas en declaraciones exclusivas a e este medio.
Quintero es señalado por los agraviados como uno de los líderes de Generación ZOE en Colombia, específicamente en Pereira, ciudad al oeste de Colombia, capital del departamento de Risaralda.
Otro de los que participó en la captación de inversionistas, como lo mencionó este medio en un reportaje del pasado mes de marzo, fue el venezolano Mónico Carvajal, que se describe en su cuenta de LinkedIn, como doctor en psicoanálisis y master coach.
Carvajal fue visto en Colombia haciendo campaña política para un candidato al senado de ese país, Didier Carrillo junto al argentino Leonardo Cositorto, la mente detrás de ZOE.
Tras varios meses de operaciones, Torres y su familia, en muy poco tiempo, habrían desaparecido del mapa. Posteriormente, la representante de Generación ZOE habría traspasado sus bienes a terceros y cerrado las oficinas de su empresa, declararon las víctimas.
Esto encendió las alarmas de los afectados quienes acudieron a las autoridades venezolanas, donde hicieron una denuncia colectiva. Hasta ahora, se conoce que el Ministerio Público inició las investigaciones, tal como reportó CriptoNoticias el pasado abril.
Las fuerzas policiales venezolanas iniciaron un operativo en varios inmuebles para hallar evidencias, entre ellos, una presunta vivienda de Blanca Torres ubicada en Trujillo. De acuerdo a las personas consultadas por este medio, la líder del esquema se encuentra fuera del país.
Leonardo Cositorto, el creador de Generación ZOE
«Blanca hablaba maravillas de Leonardo Cositorto y de todo lo que supuestamente había logrado, que era súper exitoso y tenía muchos respaldos. Hablaba de minas de oro, yates y propiedades. Incluso decía que su negocio era de Generación ZOE, pero al final descubrimos que no era cierto», señalaron las víctimas.
El entramado corporativo del que fueron víctimas decenas de venezolanos fue creado por el argentino Leonardo Cositorto en 2017. Actualmente, Cositorto y un grupo de personas que formaban parte de Generación ZOE se encuentran tras las rejas en Argentina imputados por los delitos de estafa, captación de ahorro público no autorizado y manipulación de mercado.
El argentino en un principio había huido a República Dominicana, país al que ingresó de forma ilegal, desde donde fue deportado a su país natal, en abril, mismo mes en el que la justicia de Venezuela actuó contra los representantes del esquema en ese país.
Recientemente, desde la cárcel de Bouwer, en la provincia argentina de Córdoba, Cositorto aseguró que varios empresarios se unieron para generarle daños a su empresa, lo que supuestamente le generó pérdidas de unos USD 29 millones. Añadió que él costeó durante enero y febrero de este año el proyecto, justo cuando este comenzó a derrumbarse.
Mientras esto sucede, las víctimas venezolanas siguen a la espera de que la justicia actúe, hasta los momentos solo hay una persona detenida, identificada como César Julio Gómez López, a quien se le acusa de estafa internacional.
El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela, Douglas Rico indicó que tanto Blanca Torres, como Martiña Reyes, Patricia Sulbarán y Yomary Rivas «están siendo activamente buscadas» por las autoridades policiales.
A su vez, el grupo de afectados sostiene una campaña a través de las redes sociales para hacer un llamado al fiscal general e ignoran si podrán recuperar los fondos invertidos en el esquema.