-
Se planea que la red Transferencias 3.0, monitoreada por el BCRA, sea el sustituto del efectivo.
-
La medida alertó a la comunidad de criptomonedas, al considerarla contraria a la privacidad.
«El enemigo común es el efectivo», dijo Carlos Hourbeigt, director del Banco Central de Argentina (BCRA), en una reciente exposición ante la Cámara Argentina de Fintech. Esta afirmación fue el complemento a la presentación de un nuevo sistema de pago digital que la institución planea incorporar al mercado argentino.
Transferencias 3.0 es la red de pagos que, según se planea, sustituirá al peso argentino en efectivo. Hourbeigt apuntó que el nuevo sistema de pago sea monitoreado por el Banco Central, así como administrado por tres empresas del sector financiero: Prisma, Red Link, Interbanking y Coelsa.
La idea de estas entidades es que el argentino «deje de usar el billete», al descargarse una billetera digital en su celular que le permita comercializar en todo momento. El objetivo es que los pagos se liquiden de forma inmediata, escaneando un código QR. Asimismo, esperan que el servicio sea mucho más barato que la oferta actual bancaria, al cobrar una comisión del 0,8% por operación.
Hourbeigt afirmó que la autoridad espera que dentro de dos años sean más los comerciantes que utilicen la app digital que el dinero en efectivo. La meta es que Transferencias 3.0 supere en 5% el uso del papel moneda, señalan diarios locales. El director acotó que desean conformar un «ecosistema abierto, donde no sea una sola empresa la que imponga las condiciones».
A pesar de estas declaraciones, miembros de la comunidad de criptomonedas —como es el caso del consultor legal, Camilo Jorajuría — consideran que esta batalla contra el efectivo irá en detrimento de la privacidad. «El deseo de los reguladores, locales y a nivel mundial, es el modelo chino. Máximo control de la población con cero privacidad», comentó en un tuit Jorajuría.
¿La privacidad pasó de moda o es un derecho en peligro de extinción?
Aunque la decisión del Banco Central de Argentina puede causar disconformidad entre los defensores de la privacidad financiera, la realidad es que el modelo que está aplicando la institución viene tomando fuerza como política monetaria en varios países. Por ejemplo, a mediados de año, una facción política en España planteó la posibilidad de eliminar por completo el efectivo, tal y como informó CriptoNoticias en su momento.
China es el ejemplo perfecto de como al Estado le están incomodando las transacciones con papel moneda. Con el inminente lanzamiento de su criptomoneda nacional, el yuan digital, crece la preocupación acerca de cuánta privacidad quedará para los ciudadanos chinos cuando el gobierno monitoree todas sus transacciones por medio de este método de pago.
¿Pero, por qué ahora el efectivo es tan incómodo? A diferencia de las transferencias electrónicas, e incluso de las criptomonedas como Bitcoin, el efectivo es uno de los pocos métodos de pago propiamente anónimo. Los usuarios no necesitan identificarse para pagar en efectivo, así como tampoco exponen su historial de transacciones cuando realizan intercambios de valor con él.
El papel moneda es un método de pago muy difícil de rastrear, el cual permite que los usuarios hagan compras y ventas de manera verdaderamente anónima. Por otro lado, los pagos digitales, sobre todo las criptomonedas de bancos centrales, permiten que las personas tengan un historial de transacciones y que su identidad esté ligada a ellas. De esta manera, resulta mucho más sencillo saber el origen de una transferencia digital, permitiendo incluso que los bancos sepan en qué y cómo gastan sus usuarios el dinero.
Aunque esto puede ser conveniente para rastrear casos de robo, lavado de dinero y financiamiento terrorista, la realidad es que vulnera el derecho de todos los ciudadanos a su privacidad. Sin importar si eres culpable o inocente, una autoridad regulatoria o policial podría fisgonear tus registros para saber si estás incurriendo en actividades sospechosas. Asimismo, al perder el anonimato de tus transacciones y saber con cuánto dinero dispones, las autoridades pueden cobrar impuestos con mayor libertad.
En un país con libertades limitadas y prácticas totalitarias, el control sobre el dinero solo vulneraría aún más los derechos humanos de sus ciudadanos. Los individuos podrían quedar expuestos a casos de censura de transacciones, cierre de cuentas de forma arbitraria e incluso persecución política si su historial de transacciones está relacionado con una persona o institución que el gobierno ha prohibido o penado.
En este sentido, son cada vez más los miembros de la comunidad de criptomonedas que promueven el uso de activos como bitcoin, en conjunto con herramientas de seguridad. La idea es que las instituciones políticas tengan el menor poder posible sobre las finanzas personales, evitando así los abusos de poder.