-
La privacidad es un derecho humano que debe protegerse.
-
¿Qué pasará cuando Bitcoin aumente su privacidad por defecto?
La privacidad, cada día más valiosa en tanto cada día más escasa y difícil de conseguir. En nuestros días se requiere mucho trabajo y conocimiento para aumentar nuestras reservas de privacidad. Y por más dedicación que unos pocos individuos pongan en levantar murallas contra miradas ajenas, sin un esfuerzo general por proteger nuestro derecho humano a la intimidad, la asimetría de poder respecto a quienes tienen las herramientas para mirarlo todo sin ser mirados, nos terminará dejando en franca desnudez e indefensión ante la censura.
Sí, suena distópico, de una paranoia casi clínica, pero es una actualidad. El ejemplo más evidente es el Sistema de Crédito Social chino, donde el acceso a bienes y servicios dependerá de los puntos ganados o perdidos por el ciudadano dependiendo de su comportamiento. Tampoco hay privacidad de pagos: siendo China uno de los países que con mayor éxito ha eliminado el efectivo, si no usas aplicaciones de registro centralizado como WePay o AliPay –aunque, si olvidas tú móvil, ya puedes pagar tu rostro vinculado a tu cuenta–, tendrás grandes dificultades. Así se aumenta el control sobre los gastos de la posible disidencia.
Ningún país está exento de caer en totalitarismos, y es incierto cómo será utilizada nuestra data en el futuro. Pero no hace falta un régimen totalitario para ejercer controles y vigilancia sobre el dinero. En las democracias occidentales cada vez proliferan más limitaciones en este sentido, como el hecho de que tengas que justificar al banco cada vez que retiras montos elevados de tu cuenta, teniendo que pedir permiso para usar tu dinero. También, recientemente, conocimos el caso de un bitcoiner venezolano residenciado en España, el usuario de twitter BTC Lovera, a quien se le amenazó desde Banco Sabadell con cerrar su cuenta si seguía comprando criptomonedas:
Hoy el director de mi oficina me llamó para decirme que si seguía comprando criptomonedas me cancelaría mi cuenta. Le pregunté que dónde estaba escrita esa política y bueno tuvimos una discusión y le dije que mañana iría a cerrar mi cuenta.
Ante la censura y el permiso, aparece la pregunta: ¿de quién es entonces el dinero?
Los servicios centralizados censuran la privacidad
Siendo condescendientes y poniéndonos en los zapatos de los bancos, entendiendo que no se dejarán simplemente quitar el monopolio sobre el dinero, también proliferan cada vez más casos de servicios basados en criptomonedas que censuran a sus usuarios por utilizar herramientas de privacidad, sin mencionar el exilio que sufren proyectos centrados en el anonimato, como Monero, de varios servicios centralizados. Recordemos el reciente caso de Paxos, casa de cambio centralizada que solicitó a uno de sus usuarios confirmar si había retirado sus fondos a un servicio de mezclado de criptomonedas.
Wtf?? Apparently you are not allowed to do what you want with your bitcoin once you own the keys. Fortunately that’s not how Bitcoin works, but the level of chain analysis here is alarming. What is a correct response? @MartyBent @matt_odell @vandrewattycpa pic.twitter.com/BhMDThLHGc
— Ronald McHodled (@RonaldMcHodled) January 28, 2020
El usuario Ronald McHodled había enviado sus monedas a una dirección personal del monedero enfocado en privacidad, Wasabi, el cual usa el sistema de mezclado de CoinJoin de Chaum, sobre la red Tor, para proteger la información financiera de sus usuarios. Un CoinJoin es un mecanismo en el cual múltiples participantes combinan las UTXO de sus monedas en una gran transacción con múltiples entradas y múltiples salidas, ofuscando el rastreo de qué salidas corresponden a cada entrada. Ni siquiera la compañía de vigilancia especializada en cadenas de bloques, Chainalysis, ha logrado hacerles seguimiento.
Sí, una vez mezcladas las monedas, estas recobrarán su fungibilidad y podrán utilizarse sin rastro. Pero, aparentemente, identificar que una transacción fue enviada a Wasabi es algo fácil de descubrir. Binance también ha evidenciado que rastrea las transacciones de sus usuarios aun cuando salen de su plataforma, pero va un paso más allá y llega a “suspender el retiro debido a manejo de riesgos”, y a pedir explicaciones de por qué el usuario retiró a una dirección de Wasabi, y hasta solicitó documentos que respaldaran ocupación actual y rango de ingresos.
Bitcoiners be warned: this is what happens if @BinanceSGD finds you withdrawing to @wasabiwallet
Not surprised that my transactions are tracked, it’s KYC after all
But I’m very concerned that Binance knew I was sending to wasabi, when all I input was a bc1 address, nothing more pic.twitter.com/T6ePjahESY
— Catxolotl (@bittlecat) December 19, 2019
Digamos, como dijo el director de Binance, Changpeng Zhao, que no es una decisión de la compañía, que solo siguen las exigencias regulatorias en materia de Conoce a tu Cliente. En ese caso, parece que la privacidad financiera estará execrada de los servicios centralizados de criptomonedas.
Hasta ahora, Wasabi ha sido el único servicio que ha levantado alarmas públicas. ¿Corren la misma suerte otros servicios de mezclado como Whirlpool de Samourai, o JoinMarket? ¿Qué pasará con Liquid, la sidechain de Blockstream sobre Bitcoin, que tiene entre sus propuestas de valor poder enviar representaciones de BTC a casas de cambio, para comerciar más rápidamente y sin revelar montos de transacción, utilizando las llamadas Transacciones Confidenciales? ¿Y Lightning Network, la red de canales de pago que potencia la escalabilidad de Bitcoin pero al mismo tiempo aumenta la privacidad de sus transacciones?
Hay que admitir que la falta de privacidad por defecto en Bitcoin es una de sus mayores debilidades, pues es muy probable que, en adelante, todas las herramientas añadidas que refuercen la privacidad encontrarán obstáculos para ser aceptadas en servicios centralizados, los cuales, lamentablemente, son mayoría.
Pero aún con actualizaciones on-chain, como las firmas Schnorr o Taproot, que incrementan la privacidad y fungibilidad en el código base, cabe preguntarse cómo los servicios centralizados tratarán a Bitcoin en el futuro. ¿Se exiliará de su oferta, como se exilió a Monero, a la criptomoneda más líquida de esta industria? Parece improbable, pero es una posibilidad.
La privacidad: un asunto material y espiritual
Al contrario de lo que creen quienes repiten de manera irreflexiva aquella frase de apología a la supervisión (“si no tienes nada que ocultar ¿para qué quieres privacidad?”), este es un asunto de suma relevancia para la protección de la libertad. Las personas no actúan de la misma manera cuando saben que son vigiladas. Si libertad es, siguiendo a Isaiah Berlin, la posibilidad de ser o hacer sin la interferencia de otro, la vigilancia hace imposible la libertad, al siempre tener presente como interferencia la mirada ajena. Además, sin privacidad no es posible la intimidad, es decir, el derecho a una vida interior.
Pero descendiendo de lo abstracto a lo concreto, que pueda hacerse seguimiento de las transacciones en la cadena y vincularse los UTXO de una determinada dirección a la identidad de una persona, puede poner en peligro su propia integridad física, toda vez que se sabría de cuánto dinero dispone, y actores maliciosos podrían realizar un ataque –un secuestro, por ejemplo– para robar sus llaves privadas. Así, la privacidad es un asunto de vitalidad material y espiritual.
Por esto, creemos que la proliferación de servicios entre pares, p2p, es de las mejores garantías y resistencias que se pueden ejercer ante la invasión de la privacidad. Plataformas de intercambio como Hodl Hodl han demostrado su utilidad para proteger la identidad de los usuarios y facilitar intercambio fíat-bitcoin; mercados como Open Bazaar también sirven para lograr estos objetivos y comerciar bienes entre pares. El hecho de que estas plataformas sean nativas de Internet, sin estar establecidas en una geografía física precisa, aumenta la privacidad y protección contra la censura de sus usuarios al dificultar posibles regulaciones del servicio.
Hay varias formas de aumentar la privacidad y seguridad de las transacciones en Bitcoin –correr tu propio nodo completo y validar tus transacciones es una de ellas–, pero aún existen dificultades de usabilidad en los servicios que los vuelven, si no exclusivos para usuarios avanzados, al menos difíciles de utilizar para usuarios noveles al no estar implementados por defecto.
Jameson Lopp, cofundador de la empresa de nodos enfocados en usabilidad, Casa, anticipa que la próxima gran batalla en Bitcoin será en torno a la privacidad. Aquí pensamos que esa guerra ya ha comenzado. Es responsabilidad de cada uno de los usuarios resistir y divulgar la importancia de esto para que la privacidad y los servicios descentralizados sean un estándar en la industria.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.