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Los fundamentos de la economía fíat no son sostenibles, históricamente.
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Bitcoin está basado en la inversión eficiente de energía, y no en el petróleo.
La huella ambiental de la minería de Bitcoin es inferior a la que deja el sistema económico y financiero tradicional, basado principalmente en la producción de petróleo, dicen especialistas.
Haber eliminado la correlación entre la moneda con el oro, y la transición hacia el petróleo como la fuente de energía más importante del último siglo, hace que por todas las implicaciones, no sea sostenible el estándar mundial del Petrodólar.
Los especialistas Alex Gladstein, Jefe de Estrategia de la Human Rights Foundation, y James McGinnis, CEO de David Energy, empresa de servicios en el área energética, fueron invitados al podcast de la periodista Laura Shin, Unchained para dar sus impresiones sobre los comentarios de Elon Musk acerca del consumo energético de Bitcoin.
La mayor parte del podcast estuvo basado en el artículo «Los costos ocultos del petrodólar», de Alex Gladstein, publicado en Bitcoin Magazine el pasado 29 de abril.
Dónde se equivoca Elon Musk y Tesla sobre Bitcoin
El anuncio de Tesla sobre dejar de aceptar bitcoin (BTC) como medio de pago alegando un elevado impacto ambiental, además de las declaraciones que Elon Musk hiciera en Twitter al respecto, dan la impresión a los analistas de que se trata de una estrategia corporativa de parte de los asesores de relaciones públicas de la compañía.
Según argumenta Alex Gladstein, la campaña de información en contra del consumo energético de Bitcoin pudo haber tenido un impacto en la imagen de la compañía ante la opinión pública ambientalista, pues Tesla estaría siendo percibida como defensora de Bitcoin.
Esta aseveración proviene del hecho de que la venta de carros Tesla no haya resultado aún rentable para la compañía. Basándose en comentarios de la analista del sector energético Elisabeth Steyn, Tesla ha generado la mayor parte de sus ganancias a partir de la emisión de créditos a otras compañías, con el objetivo de que cumplan con las regulaciones sobre energías renovables y conservación ambiental.
Steyn asegura que la empresa Stellantis, que agrupa las renombradas marcas Jeep, Chrysler, Maserati, Fiat y Dodge, entre otras, estaría dejando de adquirir los llamados Créditos de Energías Renovables (REC) de parte de Tesla. Esto significaría una gran pérdida económica para Tesla ya que, según la analista, solamente Fiat Chrysler «es acreedor de USD 2.400 millones en ventas desde 2019 hasta la fecha, y el 55% de las ventas de Tesla desde el año 2008».
Así, es posible que la decisión de Tesla de vender parte de sus bitcoins el pasado mes de abril, obedezca a la necesidad de tener dinero en efectivo. Además, sus inversionistas podrían estar exigiendo que cumpla con la política ambiental de la compañía, así como que mejore la rentabilidad.
Como reportamos en CriptoNoticias, Tesla suspendió la venta de vehículos en bitcoin y estaría aplicando para recibir créditos de combustibles renovables de parte del gobierno de Estados Unidos.
Tesla también podría no estar muy bien parada frente a los mercados de valores. Los precios de TSLA en los mercados estadounidenses han estado descendiendo desde mediados de abril de 2021, cuando fue la última vez que el activo cotizó por encima de los USD 700. Actualmente, cotiza en USD 577, mientras que el afamado inversionista Michael Burry tiene 500 millones de dólares en contratos futuros en corto contra TSLA, según reportamos en CriptoNoticias.
Tanto Gladstein como McGinnis coinciden en que Elon está utilizando Dogecoin (DOGE) como una estrategia de distracción ante la realidad de la compañía y su posición frente al público.
Los analistas consideran que Elon sabe que Dogecoin es un chiste, formalmente, y que no tiene desarrolladores activos. Al bromear con ella en reiteradas veces, incluyendo una aparición en Saturday Night Live (SNL), está confirmando que no hay manera de que esta moneda sea viable y tomada con seriedad.
Bitcoin es más sustentable que los petrodólares
Respecto a Bitcoin y la necesidad de sustentarse en un proceso de producción y consumo intensivo de energía, McGinnis asegura que el equilibrio entre valor e inversión es la gran ventaja de esta tecnología.
«La intensidad energética es una fortaleza, no un error. Es lo que provee seguridad», afirmó McGinnis.
En cuanto al aspecto climático, al final del día no deberíamos hacer juicios de valor discriminando una forma de consumo de electricidad de otra. Si Bitcoin existe no creo que debería censurarse. La comunidad que aboga por revertir el cambio climático debe entender que Bitcoin se va a quedar. La pregunta es qué hacemos al respecto y cómo hacemos Bitcoin cada vez más valioso.
James McGinnis.
«Si lo comparas con el sistema del petrodólar, Bitcoin sale favorecido. Todo se resume en si crees que la criptomoneda es valiosa», comenta. Aun así, afirma que sí es necesario eliminar la huella de carbono del sistema eléctrico utilizado por Bitcoin. «No creo que Bitcoin esté reñido con eliminar las emisiones de carbono», dijo.
Como dato extra a esta discusión, algunas fuentes señalan que la minería de Bitcoin es sostenida en 78% por energías renovables. Mientras, un estudio de Galaxy Digital publicado hace unos días concluye que Bitcoin consume la mitad del sistema bancario mundial y que la minería y producción del oro.
Estos argumentos fueron sostenidos por la comunidad bitcoiner, que ha enviado numerosas respuestas rechazando los comentarios de Elon Musk sobre Bitcoin, tal como reportó este medio, tanto en lo ambiental como en la descentralización.
Surgimiento y caída del Petrodólar frente a Bitcoin
A partir de los argumentos por los que la minería de Bitcoin sí sería de hecho sostenible energéticamente, Alex Gladstein explicó cómo históricamente Estados Unidos ha utilizado el dólar (USD) como herramienta geopolítica, para mantener su liderazgo como potencia entre los demás países.
Las dinámicas de la industria y los mercados petroleros desatan procesos políticos y económicos complejos que involucran y afectan a múltiples naciones. En reiterados episodios de la historia, los conflictos y diferencias comerciales en cuanto a negocios petroleros han traído guerras y debacles socioeconómicas.
Esto, inevitablemente, es menos eficiente, más costoso y desgastante, e involucra un gasto incalculable de energía para todos los involucrados. En ese sentido, Gladstein sostiene que si bien es deseable eliminar la huella ambiental de Bitcoin, el sistema financiero tradicional genera más efectos negativos de los que aparenta.
El estándar de los petrodólares está llegando a su final y podría ser bueno para nosotros. Creo que el estándar Bitcoin gira en torno a la interesante idea de que el mundo pueda saldar sus deudas y pagos en el mismo activo neutral. Lo genial de esto es que las dictaduras, contra las que lucho en mi trabajo, no se llevan muy bien los mercados abiertos y neutrales, la libertad de expresión, los derechos de propiedad y esas cosas son precisamente Bitcoin. Pienso que los Estados Unidos está bien posicionado para capitalizarse en el estándar Bitcoin.
Alex Gladstein, Jefe de Estrategia de Human Rights Foundation.
Esta oportunidad para Estados Unidos permite que no tengan que apoyar a Arabia Saudita con la compra de petróleo y venta de armas, por ejemplo, pues se trata de un estado que viola los derechos humanos de las mujeres y sus rivales políticos, afirma Gladstein.
«No tenemos que invadir otros países para proteger nuestra supremacía, no tenemos que atacar la energía nuclear y evitar que otros países sean independientes energéticamente, no tenemos que impulsar la expansión de los servicios financieros, pues han creado grandes desigualdades en el mundo», dice.
La conversación finalizó con el acuerdo común sobre el hecho de que la industria de la minería de Bitcoin puede conseguir mejores fuentes de generación de energía. Pero también tendrá que adaptarse a las dinámicas de la industria energética desde un punto de vista operativo y regulatorio.