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La monetización del contenido no necesita intermediarios
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El registro de propiedad intelectual contiene marcas de tiempo que garantizan la autoría del artista
Con el pasar de los años las criptomonedas se han vuelto cada vez más populares en la industria de la música, afianzándose como método de pago para eventos y sencillos. Los activos criptográficos también plantean la posibilidad de revolucionar dicha industria descentralizando sus finanzas e incluso la marca personal de los artistas, características que podrían traer beneficios a músicos, fanáticos y hacer surgir nuevos modelos de negocios.
Las criptomonedas tuvieron un inicio temprano en la industria musical, introduciéndose gracias a Curtis James Jackson III —mejor conocido como 50Cent— quien se convirtió en el 2014 en el primer artista de talla internacional en permitir el pago de uno de sus álbumes en bitcoins.
Animal Ambition fue el nombre del sencillo comercializado en criptomonedas. Recaudó en 2014 unos 460.000 dolares en bitcoins —año en que el BTC cotizaba en $660 por unidad—, los cuales fueron intercambiados por la agencia del rapero ese mismo año. Estos detalles los confirmó 50 Cent frente a un tribunal en los Estados Unidos, certificando que no tenía una fortuna millonaria en bitcoins como declaraban algunos medios nacionales.
No obstante, una de las adopciones más importantes de criptomonedas en la industria del entretenimiento ha sido, sin lugar a dudas, la de Björk. La innovadora artista islandesa trabajó con la plataforma de criptoactivos AudioCoin para el lanzamiento de su álbum Utopia, el cual podía ser adquirido por medio de bitcoins, litecoins y dash.
Además de estas personalidades, G. Eazy, Lana del Rey, Mariah Carey e incluso Sia, decidieron comercializar sus sencillos con Monero para las fiestas navideñas del pasado 2017, ofreciendo incluso ofertas a aquellos que adquirieran productos por medio de activos criptográficos.
En consonancia con el potente interés que han despertado estas herramientas en la industria —llegando incluso a seducir a Kanye West—, las plataformas de criptoactivos y sus tokens se han labrado un puesto sólido en el mundo de la música, logrando ofrecer no sólo mayores beneficios como método de pago, sino también promoviendo una nueva idea de negocios que podría revolucionar al ecosistema. Una idea que ha sido captada por Pitbull y D.J Don Diablo, quienes han intentado incentivar una mayor libertad financiera para los artistas por medio de blockchain.
En este sentido, las criptomonedas perfilan un grupo de beneficios que podrían ir mucho más allá de facilitar el comercio tradicional de la industria musical, planteando una transformación que podría modificar la forma que los artistas, las empresas disqueras y los usuarios se relacionan con la música.
Los artistas y la libertad financiera
Uno de los beneficios más notorios que ofrecen las criptomonedas a los músicos es la libertad financiera. Cuando un artista comercializa su propiedad intelectual por medio de criptoactivos no necesita interactuar con intermediarios, como las entidades bancarias o las disqueras, para acceder a sus ganancias.
Así, las criptomonedas pueden ayudar a dar una mayor libertad financiera tanto a artistas más reconocidos como a los de poca trayectoria. Es decir, los activos criptográficos podrían democratizar la industria de la música, ofreciendo igualdad de condiciones para publicar material en línea y cobrar por él en redes peer-to-peer (P2P), sin la necesidad de pagar comisión a un tercero, ya sea una disquera o productor.
En este sentido, los músicos tendrían una mayor independencia en sus decisiones monetarias y artísticas, así como podrían generar ganancias directas con sus fanáticos. Un formato financiero que se apalancaría con los movimientos ya existentes de artistas que no desean estar relacionados con la gran industria del entretenimiento y prefieren las plataformas de Internet para difundir su música.
De igual manera, esta libertad ganada puede conducir a una descentralización de las marcas personales de cada artista, ya que al no necesitar un intermediario que maneje su producto e imagen —así como que cobre por ella— el músico puede generar su propia marca y catapultarla por medio de una criptomoneda.
Es decir, el día de mañana podríamos ver nuevas plataformas de blockchain que sirvan de cara y registro para productos de famosos cantantes o bandas de rock. Plataformas que faciliten la comercialización de canciones o productos especiales (tales como entradas a conciertos, ropa o stickers) para sus fans por medio de tokens; o plataformas que registren la propiedad intelectual de sus obras de manera inmutable para garantizar sus derechos de autor.
Aunque todavía no se llega a este nivel de descentralización, se puede afirmar que una industria musical en mano de los artistas y no de grandes productoras, es también un ecosistema en donde participarán activamente los fanáticos.
Fanáticos más cerca del arte
Las características peer-to-peer de las plataformas de criptoactivos hacen que los entusiastas se sientan involucrados en la industria y más cerca del arte; sin mencionar que también ofrecen mayores facilidades para adquirir productos en línea y a nivel internacional en tiempo real.
Por ejemplo, en caso de que un artista lance un criptocoleccionable —como lo ha hecho ya la Liga de Béisbol de los Estados Unidos—, los fans pueden adquirir un producto único que forma parte de la marca personal de su ídolo y que luego puede ser intercambiado por criptomonedas o vendido en el mercado debido a su condición exclusiva; actividades que motivan a los fanáticos a involucrarse aún más en el mercado del artista.
Asimismo, considerando la facilidad con que se difunde contenido actualmente mediante redes sociales, los fanáticos pueden compartir sus propias versiones de canciones inspiradas en sus ídolos y distribuirlas por la Web, como pasa por ejemplo con los covers. Dicho material puede monetizarse sin necesidad de un caza talentos si la industria se descentraliza; siempre y cuando se cumpla con los estatutos reglamentarios de derechos de autor.
El día de mañana, Youtube podría no ser la única plataforma que catapulta al estrellato, sino que las plataformas de criptoactivos que permiten de forma eficaz distribuir material y monetizarlo también pueden permitir que personas con talento e inspiradas por otros consigan un espacio en la industria de la música.
Descentralización de la propiedad intelectual
Sin lugar a dudas, la apuesta de transformación más radical que proponen las plataformas de criptoactivos en el mundo de la música es a las empresas comercializadoras de contenido artístico, tales como las productoras y disqueras, quienes han tenido por largos años un monopolio en la industria musical.
En este sentido, las criptomonedas —ayudadas con el Internet— han empezado a generar un nuevo modelo de negocio en donde los artistas se alejan cada vez más de los grandes nombres de productores y el mainstream para poder desarrollar contenido único y original, así como generar ganancias directas.
De esta forma, nacen nuevas empresas que ofrecen plataformas de criptoactivos para una industria musical más digital y descentralizada, dejando de aglutinar el poder de decisión en una directiva, así como permitiendo que los artistas y fanáticos propongan sus ideas.
Voise, MusiCoin, Voxxo, Mousecoin y Viberate son algunas de las plataformas más conocidas en el ecosistema de los criptoactivos que se han enfocado en la industria de la música y ofrecen redes para registrar propiedad intelectual con derechos de autor, cobrar por productos y darse a conocer de forma descentralizada.
Sin embargo, hay apuestas para introducir a los criptoactivos al mundo de la música que no son tan radicales y contemplan mantener el modelo de negocios tradicional, como es el caso del evento Open Music Initiative en donde colaboraron los grandes de la industria como Universal Music, Warner Music, Sony Music, Spotify, Intel, Viacom y YouTube para aplicar las tecnologías distribuidas en el campo de los derechos de autor.
Asimismo, prestigiosas instituciones educativas para la música, como el Colegio Berklee de Boston, también consideran que la introducción de los criptoactivos podría ser beneficiosa para el desarrollo del material artístico de los músicos, afirmaciones que constatan los alcances de los criptoactivos en el ecosistema.
Manteniendo o transformando la industria musical como la conocemos hoy en día, puede verse que el impacto de la tecnología de criptoactivos en la esfera musical va mucho más allá de lo aparente, garantizando el respeto de la propiedad intelectual mediante registros inmutables en contabilidad distribuida, hasta el comercio de productos y servicios de manera descentralizada y sin intermediarios.
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