Hechos clave:
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El uso cotidiano de bitcoin y criptomonedas se ha esparcido en varios países de América Latina.
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Mayoría del comercio del exchange Bitso se realiza en XRP.
La adopción del ecosistema de Bitcoin en América Latina se mantiene en aumento. Estudios sugieren que, aunque algunos latinoamericanos se han enfocado en usar las criptomonedas como un refugio contra la inflación, otros parecen tomarlas más en cuenta para la realización de pagos comunes o el envío de remesas.
Datos recopilados por la firma de análisis de cadenas de bloques Kaiko, sugieren que en México, Brasil y Argentina existe un volumen de comercio diario de hasta 30 millones para pares denominados en dólares contra pesos (mexicanos y argentinos) y reales brasileños. Esto en operaciones sencillas de monedero, como pagos, envíos de remesas y generación de rendimientos en monedas estables o stablecoins.
Estos servicios son parte de los ofrecidos por el exchange mexicano Bitso, con operaciones en los tres países mencionados. Allí, la mayoría de las negociaciones se hacen en ripple (XRP), posiblemente, por asociación con la empresa homónima que está detrás de ese proyecto.
Las actividades de esta casa de intercambios fueron analizadas por Kaiko, determinando que el caso de uso dominante en esta plataforma «sesga el comercio minorista y se centra en aplicaciones de monedero simples».
El informe agrega que en América Latina ha crecido el uso de las stablecoins y otros activos. Esto, debido a la baja del precio de las criptomonedas, producto del bear market que inició en mayo, y la volatilidad característica del mercado. A ello se suma la inflación que está afectando a la mayoría de los países de la región.
Bitcoin para el uso diario en otros países latinos
Fuera de los países estudiados por Kaiko, un ejemplo del uso de bitcoin para la cotidianidad, más que como inversión, se ve en El Salvador y otros países de Centroamérica, como Honduras, Guatemala y Costa Rica. En estos países existen ciudadelas como Bitcoin Beach, Bitcoin Lake, Bitcoin Valley y Bitcoin Jungle, donde es posible pagar por bienes y servicios con la primera criptomoneda.
En igual o menor medida, el uso de bitcoin para pagos y remesas también ha llegado a otros países más hacia el sur del continente. En Venezuela, que es el tercer país del mundo con mayor tasa de adopción de criptomonedas, cada vez es más común poder pagar por alguna compra diaria con estos activos, tal como lo hemos visto en CriptoNoticias.
Lo propio ocurre en Paraguay, Argentina o Uruguay, donde incluso hay cajeros de Bitcoin operativos, mediante los cuales es posible hacer una operación sencilla, como comprar o vender BTC a cambio de dinero fíat.
Para Kaiko, la realidad latinoamericana es digna para el estudio de la aplicación de la tecnología de los pagos con criptomonedas «en el mundo real», lo que ha permitido que uno de los principales objetivos de bitcoin se cumpla: el de ser una moneda digital.
No obstante, y aunque crece el uso cotidiano como medio de pago, prevalece en la visión del ecosistema el uso de la criptomoneda como una forma de resguardo frente a la crisis. Esto, sobre todo en países donde la economía es inestable y afecta negativamente al bolsillo de los ciudadanos. Es el caso de Venezuela, donde el aumento del dólar de la semana pasada se tradujo en una nueva devaluación de la moneda nacional.