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Fuimos a BTC Café, el primer local temático de BTC y a B58, un comercio que acepta criptomonedas.
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Bitcoin ha ayudado a los venezolanos a sortear la crisis, aunque muchos se refugian en el dólar.
Caracas, Venezuela, por lo general es referencia de crisis e inflación. La dura situación del país caribeño ha resonado en muchos lugares del mundo. Lo interesante es que, a pesar de todo, sobrevive. Y más interesante es que esa sobrevivencia tiene a bitcoin (BTC) y el resto de las criptomonedas como una base que cada día se asienta más.
Actualmente, son varios los comercios en la capital venezolana que están trabajando con criptoactivos. Si bien no son tantos como se quisiera, cada vez más locales se suman a la economía digital y descentralizada. La necesidad ha empujado a esto.
El equipo de CriptoNoticias quiso constatar el estado de la utilización de las criptomonedas en Caracas para compras cotidianas. Esto, pues según la firma de análisis de blockchains, Chainalysis, Venezuela es el séptimo mayor país del mundo en cuanto a adopción se refiere, y uno de los más altos con comercio persona a persona (P2P).
Hallar un comercio que acepte la criptomoneda pionera o cualquier otra es una tarea sencilla. Para eso, nos apoyamos en la página de Instagram @criptolugares, en donde se publican comercios que decidieron dar el paso y comenzar a operar con estos activos, en respuesta a la adopción creciente.
Por lo general, los comercios que aceptan criptomonedas como medios de pago se ubican al este de la ciudad de Caracas, pues allí ha habido un auge de esta nueva economía (quizás por estar allí los municipios más ricos del país). Casualmente, fuimos a Bodega 58 (B58), un sitio donde expenden alimentos, víveres y demás productos de primera necesidad, ubicado en Chacao.
En ese comercio aceptan distintas criptomonedas: bitcoin (BTC), litecoin (LTC), dash (DASH), ether (ETH), tether (USDT) y otros, según muestran en su propia página de Instagram. Ellos trabajan con Cryptobuyer, un exchange que ha ganado gran presencia en Latinoamérica.
Vamos allá
Para llegar a B58 tuvimos que atravesar la ciudad entera. Para ello, abordamos el metro. Es la forma más «rápida» de llegar a Chacao, al este caraqueño, si se anda de peatón. Irónicamente, llegamos en media hora al municipio, no por lo lejos, sino por lo lento del tren. Esta es una de las zonas más movidas económicamente en la ciudad.
Tras caminar algunos metros desde la estación, nos topamos con la fachada del local comercial. Algo llamó la atención. Era un pequeño enunciado, colocado al lado del nombre del local, que rezaba «aceptamos criptomonedas». Con él, los símbolos de BTC, DASH, LTC, además del token gubernamental de Venezuela, el petro.
En medio de una Venezuela dolarizada y donde obviamente persiste la utilización del bolívar en efectivo, resultó interesante el hecho de que este sea uno de los tantos locales comerciales que trabajan con este nuevo dinero.
Entramos. Un local como cualquier otro: expendio de licores, chucherías, alimentos, productos básicos, charcutería (fiambrería) y hasta heladería. ¿Qué lo diferenciaba? Un clima de actualidad, de innovación, de sintonía con la economía de BTC.
Buscamos productos básicos. Estábamos comprando algunas cosas que nos hacían falta y una lista clave nos guio en eso. Nos llevamos café en polvo, un paquete de galletas, champú, algunas golosinas, además de otros artículos.
Algo curioso es que todos los productos vendidos en este comercio están marcados en dólares estadounidenses, el dinero fíat al cual están enraizados los comercios y venezolanos de a pie ante la inclemente inflación que devalúa al bolívar local.
Pagar: la facilidad de las criptomonedas
Llegamos a la caja y al informar que pagaríamos con criptomonedas, una sonrisa acompañó la petición de ayuda de la trabajadora hacia un joven trabajador que, por lo visto, sabía del tema.
Inmediatamente ingresó a Cryptobuyer para hacer la orden. Rápido, sin muchas trabas, nos pidió la dirección de e-mail y finalmente nos mostró el característico código QR, que también llegó a nuestro correo, y con el cual pagaríamos nuestra compra.
Aquí surgió un error, presumimos que de parte de nuestro monedero, pero no quedó claro. Al intentar pagar con BTC, el código aparecía como inválido en Binance, algo que nos tomó unos minutos solventar.
Al final, tuvimos que convertir nuestro BTC y terminamos pagando con BUSD. No nos iríamos sin la experiencia de cancelar una compra cotidiana con criptomonedas en la capital caraqueña.
Esta vez todo se hizo con suma rapidez. Para el envío, se usó la red Binance Chain (BEP2), que tiene una comisión de 0,5 BUSD. Cuando se confirmó la operación, algo que no llevó más de 1 minuto, supimos que una nueva forma de negociar está haciéndose cada vez más palpable en Caracas. Una economía basada en criptomonedas está gestándose.
La referencia BTC en Caracas
Todavía entusiasmados por la existencia de una comunidad de criptomonedas tangible en el país caribeño golpeado por la crisis, fuimos a Los Dos Caminos, también al este de la urbe caraqueña. Allí visitamos a BTC Café, la referencia del ecosistema en la capital.
En el lugar, conversamos con Carmen Salvador, quien es la directora CEO del café y de Fintech 4.0, una empresa financiera ligada al ecosistema emergente. Según ella, en efecto ha habido un crecimiento en la cantidad de personas que pagan con criptomonedas en Caracas.
«Las criptomonedas son un dinero alternativo, en un país que vive un proceso de inflación y devaluación. Muchas personas que aún cobran en bolívares pueden refugiarse en stablecoins», indicó.
BTC KFE es, literalmente, un local dedicado a Bitcoin y las criptomonedas. Al entrar, lo primero que se percibe es una vibra cibernética y actualizada. El color azul contribuía a esa sensación de un espacio propicio para conversar sobre la nueva economía. Allí también se imparten clases de postgrado y cursos relacionados a Bitcoin.
Unas escaleras nos llevaron al lobby del café, donde un gran mural de una línea de tiempo sobre la criptografía, y los demás acontecimientos que condujeron al whitepaper de Satoshi Nakamoto en 2008, nos dio la bienvenida.
Interesados y entusiastas de las criptomonedas, un público común
Según Salvador, a BTC KFE Caracas han ido interesados en aprender cómo funciona el mundo de las criptomonedas. «También hemos recibido visitas de turistas internacionales y nos han sorprendido porque tienen sus wallets y pagan en bitcoin, bitcoin cash y Tether. Vemos una usabilidad, porque además el espacio se presta para eso», añadió.
Allí, por lo general, los usuarios pagan con Tether, la stablecoin que tiene paridad 1-1 con el dólar estadounidense, aunque se aceptan muchas de las otras criptomonedas.
«Todas las semanas recibimos pagos para un comestible, un souvenir, parte de una formación o curso. Sí es regular el pago en criptomonedas aquí, porque está hecho para eso», comentó.
Y refirió que la coyuntura económica actual «potenció el uso de criptomonedas». «El venezolano común no tiene cuentas internacionales, entonces ha visto en las criptomonedas un medio de pago transfronterizo», indicó.
Bitcoin, ¿la salvación?
Los venezolanos ya conocen la crisis. La viven desde hace 8 años por lo menos y, por tanto, han aprendido a sortearla a través de distintos métodos, como las monedas extranjeras.
Pero, en Venezuela el proceso inflacionario es tanto, que incluso las divisas como el dólar estadounidense, el euro o los pesos colombianos, se van depreciando, algo que también se ve en los mercados internacionales.
Allí las criptomonedas podrían jugar un papel importante. Bitcoin, por su característica antiinflacionaria debido a su limitada emisión, encaja como un activo de refugio clave, en el cual los venezolanos pueden resguardar sus finanzas.
Ya muchos lo saben y lo ponen en práctica. La muestra es, precisamente, la posibilidad de elegir dónde y cómo gastar criptomonedas —en este caso— en Caracas.
Si bien todavía «falta mucho» para que todo el mundo las use, tal y como nos dijo Carmen Salvador, en Venezuela existe un proceso de culturización en marcha que, seguramente, hará más fácil la llegada de la economía digital.