Hechos clave:
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Los comercios se niegan a aceptar pagos con la moneda local y prefieren dólares y USDT.
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Venezuela se mantiene entre los 10 primeros países con mayor tenencia de bitcoin.
«No se aceptan pagos con tarjeta de débito solo dólares en efectivo», fue la respuesta que me dio este 25 de agosto el vendedor de un comercio de electrodomésticos cuando le dije que deseaba hacer una compra y pagar con bolívares.
La frase se repetía a todos los clientes que copaban el local, ubicado en el centro de Caracas, quienes en su mayoría se retiraban sin concretar la compra.
El negocio se une con esta acción a una negativa que comparten muchos comerciantes, que en los últimos días muestran con fuerza su rechazo a la moneda venezolana y su preferencia por divisas como el dólar. También son bien recibidos los pagos en dólares digitales a través de plataformas como Zelle, y en la stablecoin tether (USDT) o en otras criptomonedas a través del exchange Binance.
La misma historia se ha estado repitiendo en varios negocios a lo largo del país. Según reportan muchos usuarios en las redes sociales, donde el tema es trending topic, hay un remarcaje apresurado de precios en los comercios que incide en un aumento del costo de los productos en más de 30%.
La situación se produce en el marco de una nueva escalada del valor del dólar que se experimenta en Venezuela desde hace unos días.
A la fecha de hoy el tipo de cambio ya superó los 8 bolívares por dólar estadounidense en el mercado paralelo, valor por el que se rigen para la compra de mercancía la mayoría de los pequeños comercios.
Se trata de un máximo histórico según Monitor Dólar, una popular cuenta en redes sociales que promedia el costo no oficial de la moneda estadounidense en varios intercambios, incluyendo a Binance.
El alza inició la semana pasada, cuando el precio del dólar en este mercado paralelo dio un salto de casi 10%.
En poco tiempo la cotización paralela sobrepasó los 6 bolívares por unidad. Una cifra en la cual se había sostenido por pocos meses y que por un tiempo mantuvo una mínima brecha respecto a la tasa oficial marcada por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Para el 25 de agosto la cotización del dólar paralelo superó los 9 bolívares, fecha en la que también subió a más de 7 bolívares el valor del llamado dólar BCV.
¿Será posible una pronta recuperación? Hablan los economistas
Los recientes aumentos de precio han alterado el día a día del venezolano, pues se materializan en más inflación, compras nerviosas y hasta conatos de saqueos en algunas partes del país.
«Con esta situación tan inestable prefiero que no me compren antes que vender a pérdida», comentó con resignación el encargado del negocio de electrodomésticos donde intenté comprar con bolívares.
Y aunque piensa que «todo se tranquilizará en unas semanas», no cree que la inflación venezolana se detenga.
Esta misma visión inflacionaria del comerciante la comparten los expertos.
El economista Asdrúbal Oliveros, socio de la firma Ecoanalítica, explicó que el mercado tardará en estabilizarse. Afirma que la ligera baja del valor del dólar paralelo de este 26 de agosto se debe a la inyección de dólares al mercado por parte del BCV.
La idea es compartida por José Guerra, economista e integrante del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), aunque tiene una postura más pesimista.
Guerra coincide con Oliveros en que habrá una estabilización que será pasajera, pero asegura que la inflación no parará porque las políticas que ha ejecutado hasta ahora el BCV «no son conducentes a estabilizar los precios».
Lo mismo dice el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Leonardo Vera, a través de un hilo en Twitter donde explica la estrategia del banco.
La estabilidad de la tasa de cambio en Venezuela es ficticia
Tal como reseñó CriptoNoticias, el aumento de la divisa se asocia con el pago de un bono vacacional al sector educativo que se hizo a mediados de este mes. Esto, luego de varias jornadas de protestas por parte del gremio.
Fue así como se inundó el mercado con una masa de dinero inorgánico que se estima en unos 3.000 millones de bolívares. Algo que –como ya se sabe– suele generar devaluación de la moneda local y mayor inflación, según resalta el economista Vera.
Se trata de la vieja estrategia de inyectar dinero a la economía, usada por muchos gobiernos, y a la que también ha recurrido el gobierno de Nicolás Maduro desde sus inicios en 2013.
Ejemplos de ello se observan hasta en las grandes economías. Se hizo evidente en el aumento de la tasa de inflación en La Unión Europea y en Estados Unidos. Esto, luego de la elevada emisión monetaria que se hizo en el marco de la pandemia de Covid y la guerra en Ucrania.
Estas emisiones de dinero habían sido paralizadas en Venezuela desde 2020, cuenta Vera, evitando los aumentos de salarios y el pago de bonos como mecanismos para estabilizar la tasa de cambio.
El anterior plan, unido a la compraventa de dólares por parte del BCV, restringió la liquidez monetaria por un tiempo. He aquí el secreto de la supuesta estabilidad monetaria que vivió el país desde finales del año pasado, y que hizo creer que se había salido de la espiral hiperinflacionara, acota el docente universitario.
Sin embargo, la presión social del gremio docente obligó al pago del bono de vacaciones, lo que coincidió con la baja oferta de dólares a los bancos por parte del BCV. Con ello se pusieron en evidencia las fallas de la estrategia anti inflacionaria del gobierno.
«En cierto modo lo que viene pasando en el mercado cambiario es un síntoma de cuan fallida ha sido (y es) la estrategia del gobierno de Maduro para combatir la inflación, una estrategia que se fue armando por etapas y que hoy hace aguas», concluye el especialista.
Vera predice un escenario negativo para la economía venezolana, lejos de las predicciones favorables que se expresaron a principios de año. Agrega que con la inyección de dólares solo se «calmará el incendio cambiario por unos días, por lo que «vienen tiempos difíciles.»
Para el economista, los venezolanos deben prepararse «para recibir un nuevo y duro salto inflacionario, un golpe en sus ingresos y en el valor de sus patrimonios».
¿Y qué rol juega bitcoin en todo esto?
Para responder esta pregunta vale considerar que la nueva escalada inflacionaria no toma por sorpresa a muchos venezolanos, ya acostumbrados a buscar activos que sirvan como refugio de valor. El hecho de que el país se haya ubicado, por años, entre las economías más inflacionarias del mundo ha propiciado desde hace tiempo un mayor interés por bitcoin.
De hecho, la más reciente encuesta de Finder reveló que Venezuela ocupa el octavo puesto de las naciones con mayor cantidad de poseedores de criptomonedas, en términos porcentuales. Ya en enero de 2022 un estudio del economista Ángel García Banchs indicó que comprar BTC ha sido la mejor protección contra la inflación de Venezuela durante los últimos dos años.
Con tales antecedentes es de prever que con el alza reciente del valor de dólar y la expectativa de que siga avanzando la espiral inflacionaria, crezca también el uso de bitcoin.