Hoy por hoy, la tecnología es el eje central de casi todas las actividades que realiza el ser humano, sea para bien o para mal. Una de las más recientes innovaciones introducidas ha sido la blockchain, también conocida como contabilidad distribuida (distributed ledger technology).
Esta innovadora herramienta creada por Satoshi Nakamoto en el 2009 ha venido dejando atrás las formas tradicionales de ejecutar ciertas actividades, y ha captado la atención de desarrolladores, inversionistas, investigadores, empresarios y profesionales de todas las ramas. Tanto es así que, en la Convención de las Naciones Unidas referente al Cambio Climático desarrollada en junio pasado, consideraron a la blockchain como un potencial elemento para el sector energético.
En este sentido, se han desarrollado numerosas iniciativas en torno a la generación, distribución y comercialización de electricidad haciendo uso de la contabilidad distribuida, y, al mismo tiempo, considerando las fuentes alternativas de energía.
Proyectos de energía con blockchain
El servicio eléctrico ha sido, desde sus inicios, responsabilidad de compañías energéticas y autoridades gubernamentales. Convencionalmente, la energía consumida es medida a través de contadores de luz, y en base a ello se determina la cuota mensual que una casa, un colegio, una empresa u otro establecimiento debe pagar a la compañía que ofrece tal servicio.
Por lo general, la energía es obtenida de fuentes no renovables como las fósiles, estas últimas mediante la combustión de elementos como el carbón y el petróleo, lo que que trae graves consecuencias al ambiente debido a la emisión de gases de efecto invernadero. También son muy comunes las centrales hidroeléctricas, que si bien se valen de la energía potencial del agua, muchos ambientalistas afirman con base comprobable que la construcción de presas altera significativamente el equilibrio en los ecosistemas fluviales que irrumpen. Por el daño que estas pueden ocasionar al ambiente, se han venido adoptando fuentes alternativas como la energía eólica y la energía solar.
Pues bien, a través de una plataforma blockchain es posible crear un sistema energético descentralizado, donde productores y consumidores de energía eléctrica pueden organizarse para participar activamente en la generación, distribución y comercialización de la misma, cambiando así el patrón que hasta ahora ha sido establecido por las compañías energéticas.
Tal es el caso del proyecto llevado a cabo por la compañía LO3 Energy, con respaldo de Siemens, para una pequeña comunidad de Brooklyn, llamado Brooklyn Microgrid. Básicamente, se trata de una microred comunitaria paralela a la red principal del servicio eléctrico, que se alimenta de energía solar capturada con paneles fotovoltaicos, donde los participantes de la red que va de persona a persona podrán comercializar el excedente de energía con aquellos vecinos que no cuenten con tales paneles. Para ese fin, introducirán el uso de baterías para el almacenamiento de la energía, mientras que la blockchain será la que permita esa comercialización sin ayuda de intermediarios.
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En el siguiente gráfico se muestra un ejemplo de los elementos que conformarían una microrred, de acuerdo con el diseño de Microgrids Solutions de Siemens. Entre esos elementos se encuentran el administrador de la misma, la red principal de suministro eléctrico, puntos de acoplamiento común, el control de la carga de consumo, la generación controlable en sistemas combinados de calor y poder o celdas de combustible, la generación de energía a partir de paneles fotovoltaicos, los sistemas de alimentación ininterrumpidos para el consumo por tiempo limitado y los referentes a copias de seguridad, y el uso de baterías de almacenamiento de energía.
Asimismo, hay otras propuestas orientadas principalmente a aumentar la capacidad de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Tal es el caso de SolarDAO, que, a diferencia del proyecto anterior, consiste en una plataforma para financiar la construcción de plantas solares alrededor del mundo, y que hasta ahora se encuentra presente en 15 países. De igual forma se creó la criptomoneda SolarCoin, dedicada a premiar a los generadores de energía solar en todo el mundo.
Además, gracias a la tecnología de contabilidad distribuida, es posible detectar el origen de la energía eléctrica que se consume, y así determinar si proviene o no de una fuente amigable con el medio ambiente. Para esto fue creada Green Energy Tracker (GET), la plataforma blockchain de la empresa española Megavatio Control.
Por otro lado, compañías dedicadas al almacenamiento y distribución de energía, como Sonnen y TenneT, también han implementado la tecnología blockchain para el aprovechamiento de la energía solar y eólica y su acumulación en baterías, así como para optimizar la distribución de energía eléctrica.
Fuera los sistemas, el pago de facturas de electricidad también es otra acción que se puede ejecutar mediante esta tecnología, por medio de las distintas criptomonedas. Tal es el caso de la compañía Eva Energy, de Rumania, quien recientemente publicó que aceptará cualquier criptoactivo para el pago de servicios de gas y electricidad; o de Zug, ciudad suiza conocida como el criptovalle, donde sus habitantes pueden cubrir sus servicios públicos con bitcoin.
Respaldo de gigantes energéticos
A nivel mundial se ha creado una fundación denominada Energy Web Foundation, que hasta ahora está formada por importantes compañías internacionales como SP Group, Centrica, Elia, Engie, Sempra Energy, TWL (Technical Works Ludwigshafen AG), Royal Dutch, Shell, Statoil ASA, Stedin y Tokyo Electric Power Co (TEPCO). Las mismas conforman un conglomerado que pretende implementar la tecnología blockchain en el ámbito energético, ya que han contemplado la importancia de la misma en la prestación de servicios básicos como el gas y la electricidad, de manera que expresaron que a través de blockchain la transacción de energía entre baterías, paneles fotovoltaicos, proveedores y consumidores, es posible.
Específicamente, en Europa, el sector energético se ha mostrado bastante interesado en la tecnología blockchain. Nada más y nada menos que 24 empresas de este sector, algunas de ellas presentes en varios o incluso en la mayoría de los países, implementarán una herramienta llamada EnerChain, creada pensando en un mercado descentralizado de intercambio de energía.
Del mismo modo, compañías como Siemens AG en España, que apuestan al desarrollo sustentable, han prestado especial atención al potencial de la tecnología de la contabilidad distribuida para tal fin. Por ello, esta compañía ha venido organizando un concurso anual destinado a financiar y respaldar propuestas innovadoras, como la de Megavatio Control -que fue ganadora de dicho concurso-; denominado Next 47. Para este año anunciaron que desde el 17 de julio hasta el 15 de octubre estarán recibiendo las propuestas.
Sin salirnos de España, tenemos a otro gigante energético que apuesta a la implementación de la contabilidad distribuida en este sector: Endesa. La compañía energética española más importante creó su propio laboratorio blockchain para recibir propuestas innovadoras, sostenibles y realmente transformadoras; Endesa Blockchain Labs.
Por su parte, otra importante compañía energética que quiere aplicar blockchain en sus actividades es AGL Energy Limited, la más grande en su tipo en Australia, y de capital privado. La misma ha implementado un plan piloto de intercambio energético entre casas, valiéndose de herramientas innovadoras como paneles fotovoltaicos y baterías de almacenamiento. Es, además, un proyecto respaldado por IBM Australia.
Un futuro con blockchain
Por todo lo anterior, podemos afirmar que la tecnología blockchain permite introducir importantes cambios en cualquier etapa vinculada a la energía eléctrica, bien sea en su generación, en su distribución y/o en su comercialización, cambios que se traducen en mayor eficiencia y sostenibilidad; esto último porque las fuentes de energía que se están considerando en este tipo de iniciativas son amigables con el ambiente. De modo que esta tecnología podría transformar por completo el servicio eléctrico a nivel mundial tal y como lo conocemos hasta ahora, siendo el medio perfecto para implementar sistemas energéticos descentralizados transparentes y confiables.
Adicionalmente, se puede señalar que esta tecnología no solamente puede transformar el sector energético, sino cualquier otro ámbito que lo adopte, tal como ha ocurrido en el mundo financiero, para el cual fue originalmente creada. Su importancia es tal que en la actualidad importantes compañías internacionales como IBM están en la búsqueda de personal capacitado para desarrollar aplicaciones haciendo uso de la invención de Nakamoto.