Recientemente Steve Daines, senador de los Estados Unidos por el estado de Montana, realizó unas declaraciones a favor de la minería de criptomonedas, en el marco de las discusiones del Senado sobre el impacto de esta industria en el consumo eléctrico del país.
Estas declaraciones cobran importancia en una región donde las regulaciones sobre minería y consumo eléctrico no se han aclarado. La minería de criptomonedas se enfrenta a un panorama que deja en evidencia la dificultad para construir infraestructura adecuada que pueda atender la alta demanda de electricidad en todos los sectores de producción o consumo del norte de América.
Daines destacó que el estado de Montana —que posee dos de las granjas de minería más grandes de América del Norte— podría cerrar en 10 años su planta eléctrica, conocida como Colstrip, debido a que los paneles de la empresa se encuentran casi secos. Un cierre intempestivo que afectará no sólo a los residentes de la localidad, sino también a la industria minera, afirmó el senador.
El representante planteó que el aumento de demanda de minería de criptomonedas y la disminución del suministro de electricidad, a bajos precios y de forma confiable, podrían ser elementos contraproducentes para la economía de Montana. De esta manera, los ciudadanos del estado podrían quedarse sin una alternativa eléctrica que brinde bajas tarifas energéticas.
A medida que la demanda de mineros de Bitcoin aumenta y el suministro de electricidad barata y confiable de la generación de carbón disminuye, esto podría suponer una amenaza para la expansión de la generación de Bitcoin e incluso una mayor amenaza para el suministro de energía y los precios para Montana en general.
Steve Daines
Senador
El senado estadounidense también discutió las consecuencias contraproducentes de la minería de criptomonedas en el sistema eléctrico nacional, enfocándose en que las actividades de minado pueden aumentar los precios de la luz eléctrica a los residentes. De igual forma, ponen en consideración si realmente la infraestructura relacionada con criptoactivos puede brindar beneficios de seguridad a los sistemas energéticos.
Los problemas sobre el suministro eléctrico ha afectado considerablemente el establecimiento de las granjas de minería, tanto en Estados Unidos como en otras latitudes de América del Norte. Posturas diametralmente opuesta, con personalidades como Daines, dispuestos a buscar soluciones a una posible debacle de la industria, y frentes interesados en que el consumo eléctrico de los mineros no afecte a los ciudadanos, han generado debates que podrían conducir a la industria hacia nuevas regulaciones.
Esta no es la primera vez que discusiones regulatorias y decisiones gubernamentales respecto al suministro eléctrico han involucrado a la minería de criptomonedas en la región. En el caso de los Estados Unidos, la localidad de Plattsburg prohibió el asentamiento de mineros debido a su alto consumo energético, considerando que aumentaría las tarifas de sus locales.
De igual manera, un condado de Washington también puso en espera nuevas solicitudes para el establecimiento de mineros, debido a que la demanda eléctrica ya era alta y la vecindad se encontraba en contra de la instalación de más granjas mineras en la zona.
En Canadá el debate ha sido intenso. Quebec era considerado el paraíso de los mineros hasta que las autoridades de su central hidroeléctrica, HydroQuebec, decidieran replantearse las solicitudes para la minería de criptomonedas, lo cual representa un obstáculo en el desarrollo de la industria en la región y genera controversia.
Un estado criptominero
El centro de minera Crypto Watt LLC depende del uso de 64 megavatios de potencia de la Colstrip para la realización de sus trabajos de minería, siendo el mayor cliente de la planta eléctrica. Asimismo, la región de Bonner —una de las localidades en donde se encuentran las granjas de minería— ya ha calculado que próximamente se incorporarán alrededor de 12 mil a 55 mil equipos de minería para actividades en Montana, número que reafirma el crecimiento de esta industria en el territorio.
Montana es el estado ideal para el desarrollo de la criptominería en los Estados Unidos, la localidad no sólo ofrece unas tarifas eléctricas a muy bajo coste —siendo esta una de las principales razones para que las empresas de minería decidan instalar granjas mineras en el lugar—, sino que también el clima frío y la apertura de las autoridades frente uso e intercambio de criptomonedas ha ayudado a que se convierta en un paraíso para los mineros.
Las autoridades también han empezado a reconocer que la minería de Bitcoin es un negocio de alta rentabilidad para el Estado, así como una fuente potente de negocios. En este sentido, el gobierno de Montana han impulsado proyectos de criptomonedas en la región.
Por ejemplo, recientemente otorgó una subvención al proyecto Spokane, empresa que se dedicará a desarrollar servicios de ciberseguridad para la red de Bitcoin y que está liderando campañas de capacitación de empleos en la región. El condado de Missoula, en Montana, le transfirió un total de 416 mil dólares para ayudar al proyecto, potenciando un total de 65 nuevos empleos con esta acción.
En febrero de este mismo año, las autoridades de Montana cerraron un contrato con otra empresa de minera de criptomonedas. En este sentido, pareciera que la industria no se detiene por los planes de cierre de la planta eléctrica.
Las declaraciones de Daines y la amigabilidad de las autoridades gubernamentales convierten a Montana en un lugar atractivo para la instalación de negocios relacionados con los activos criptográficos, un panorama que ha motivado a diversas empresas del sector a buscar un lugar donde asentarse.
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