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Los organismos autorreguladores en el sector tienen su antecedente en el mercado de valores.
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Muchas de las funciones que cumplen son extensiones de la labor regulatoria del Estado.
El creciente interés de los ciberdelincuentes por las criptomonedas hizo que el sector experimentara un incremento significativo de los robos a las casas de cambio en 2018, llegando al monto récord de USD 950 millones robados el año pasado (3,6 veces más que 2017).
Este crecimiento de los hackeos, una práctica que pone en riesgo no solo a los usuarios sino también la propia estabilidad económica de las naciones, ha encendido las alarmas de los reguladores de muchos países, por lo que se espera un aumento de las medidas regulatorias y los controles institucionales en este 2019 para el sector de criptoactivos.
De esta manera, el escenario actual impulsa a muchos gobiernos a emitir advertencias y a proceder a evaluar varias de las casas de cambio que funcionan bajo su jurisdicción.
El objetivo de estos controles, muchos de ellos propuestos por organismos internacionales, es aumentar las medidas de seguridad y las normas relacionadas con la identificación del cliente (KYC) a fin de prevenir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. No obstante, se trata mayormente de propuestas unilaterales, dirigidas desde las autoridades hacia los actores que participan en ecosistema con el fin de regularlo.
Sin embargo, durante 2018 han surgido alternativas de autorregulación, una propuesta proveniente de los propios integrantes del ecosistema, en aras de establecer estándares y trabajar en conjunto con las autoridades. La idea es lograr, entre otras cosas, disminuir los índices de ataques cibernéticos y brindar mayor seguridad a los inversionistas de criptomonedas y a los usuarios de estos servicios.
Las propuestas autorregulatorias se han materializado en países como Japón, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos, en los cuales se han conformado oficialmente organismos dirigidos específicamente a la autorregulación del sector.
¿En qué consiste la autorregulación?
La experiencia en procesos autorregulatorios tiene su antecedente en las denominadas Organizaciones de Autorregulación (SRO por sus siglas en inglés), una figura que comenzó a desarrollarse en los mercados de valores de Reino Unido y Estados Unidos.
Uno de los objetivo de las SRO es minimizar la participación gubernamental en las actividades profesionales de las empresas y al mismo tiempo crear una autoridad que controle la calidad del trabajo. Se ocupan, por tanto, de establecer estándares de calidad de productos y de determinar por qué deben ser observados por los participantes en ese mercado. Las industrias establecen así sus propias reglas de estandarización y certificación de productos para aumentar la competitividad de todos los actores del sector.
Aun así, estos entes de autorregulación tienden a funcionar como extensiones de la labor regulatoria que ejecutan entidades gubernamentales y suelen encargarse de tratar problemas que no están regulados por la ley y/o complementar la regulación Estatal vigente.
De esta forma, en la práctica, ha ocurrido que la capacidad de las SRO para ejercer funciones reguladoras a menudo deriva de los poderes otorgados por el gobierno. Esto ha hecho que, por ejemplo, muchas de ellas adquieran funciones delegadas por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Tal es el caso de la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA), un organismo regulatorio encargado de la gestión de negocios entre corredores, operadores y el público inversionista, que fue resultado de la fusión del Comité Regulador de la Bolsa de Nueva York y la Asociación Nacional de Comerciantes de Valores.
Sin embargo, la capacidad de estos organismos para ejercer la autoridad reguladora no se deriva solamente de la concesión de poder del gobierno, puesto que también logran el control a través de mecanismos internos para regular el flujo de las operaciones comerciales. La autoridad puede provenir, por tanto, de los acuerdos entre empresas similares, a fin de establecer un control del sector desde lo interno.
La autorregulación en el sector de las criptomonedas
La idea de crear organismos autorregulatorios en el sector de las criptomonedas, similares a las SRO existentes en el mercado de valores, comenzó a ser parte de los temas de debates de los entes reguladores del sector a partir del crecimiento exponencial del sector en 2017.
En ese sentido, para finales de ese año, la Asociación de la Industria Blockchain de Corea (KBIA), una organización que agrupa a casas de cambio de criptomonedas en Corea del Sur, anunció que no solo cooperaría con las regulaciones gubernamentales, sino que también agregaría sus propias normativas autoimpuestas como estándares de operación.
Este tipo de planteamiento también fue discutido en otros países, e incluso, miembros del sector financiero privado apoyaron la propuesta, tal como ocurrió en Sudáfrica, donde representantes del sector privado se pronunciaron, en abril de 2018, proponiendo la creación de una Organización de Autorregulación (SRO) en el país africano.
“La regulación a través de organizaciones autorreguladas puede ser una solución más probable”, dijo en esa fecha Bridget King, directora de prácticas de banca y finanzas en un bufete de abogados, planteando que las SRO se registren como organismos no gubernamentales, autorizados para adoptar reglas, emitir directivas para sus miembros e implementar estándares industriales.
Fue así como se gestaron las SRO dentro del ecosistema. Las iniciativas más adelantadas hasta ahora son las de Corea del Sur, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, todas instauradas en 2018. Su labor apenas empieza, por lo que no es fácil una evaluación de su labor, aunque casi todas han puesto énfasis en comenzar a pautar estándares de seguridad. Su funcionamiento, semejante al de las autorreguladoras del mercado de valores, ha sido normado por entes gubernamentales, para luego tratar de establecer algunas líneas de trabajo de forma autónoma.
La iniciativa en Corea del Sur
Luego de su anuncio, a finales de 2017, la Asociación de la Industria Blockchain de Corea comenzó a implementar una serie de planteamientos, que incluyeron prohibir la participación en el mercado local a entidades sin nacionalidad surcoreana.
Durante el mes de mayo de 2018, la entidad comenzó a inspeccionar a 14 casas de cambio de las 23 que se registran en el país; solo 12 completaron la inspección. Posteriormente, en julio de 2018, validó los estándares y mecanismos de seguridad de 12 casas de cambio de criptomonedas, entre ellas Korbit, Bithumb y OKCoin.
Los resultados fueron ofrecidos luego por el comité regulatorio de la Asociación, y su director, Jhun Ha-jin, aseguró que los criterios de la entidad para aprobar los estándares de ciberseguridad mínimos fueron cumplidos por las casas de cambio, entre los que se incluyeron el contar con carteras frías y aplicar políticas contra el lavado de dinero. El director también afirmó que fueron encontradas algunas debilidades de seguridad en las 12 casas de cambio.
En medio del desarrollo de esta labor de la Asociación, en 2018 fueron hackeadas las casas de cambio Bithumb, una de las más grandes en volumen de transacciones del mundo, y Coinrail, la séptima más grande de Corea del Sur.
La experiencia en Japón
En octubre de 2018 la Agencia de Servicios Financieros (FSA), organismo regulador de Japón, entregó certificación legal a la Asociación de la industria de bolsas de moneda virtual de Japón (Jvcea), otorgándole poderes legales para vigilar el sector.
Se trata de un grupo de 16 casas de cambio y empresas relacionadas, conformada en abril de 2018, como una “asociación de negocios certificada para la liquidación de fondos”. Con ello, está facultada para establecer reglas para las casas de cambio e incluso tomar medidas ante cualquier violación.
El organismo fue creado con el objetivo de crear estándares más altos de seguridad en las plataformas de intercambio japonesas, a raíz del robo de $530 millones en XEM a Coincheck en enero del año pasado. En consecuencia, trabaja en la creación de un cuerpo de autorregulación en el territorio nipón, con miras a generar un ambiente saludable entre los usuarios y las autoridades.
La Jvca ha redactado un borrador autorregulador de 100 páginas con reglas que incluyen una propuesta de prohibición total de uso de información privilegiada y criptomonedas privadas como Monero y Dash en los plataformas con licencia. También ha propuesto un límite de 4 a 1 en el comercio con margen de criptomonedas, restringiendo la cantidad de fondos que los inversionistas pueden tomar prestados en su depósito original.
CryptoUK en Reino Unido
Siguiendo la misma línea de acción de Corea del Sur y Japón, en Reino Unido se conformó CryptoUK, un organismo que se ha comprometido a elaborar el primer código de conducta, que sirva de base para una futura regulación general en ese país.
La organización está integrada por varias casas de cambio, plataformas de trading, comerciantes que aceptan pagos con criptomonedas y otros actores del ecosistema
El jefe de CryptoUK, Iqbal Gandham, comentó que “las medidas de seguridad están siendo mejoradas” y que el escenario regulatorio incierto, vivido por muchos países actualmente, ha sido una de las causas por las que las plataformas nacionales han tenido que buscar mejores alternativas para solventar el problema.
A partir del potencial del Reino Unido para convertirse en un líder de los servicios financieros relacionados con criptomonedas, CryptoUK viene destacando la importancia de promover una “regulación apropiada” para garantizar tanto la seguridad de los usuarios, como certeza y claridad para los proveedores de servicios financieros.
Dentro de las medidas autorregulatorias que se proponen, el consorcio dice que los miembros deben tomar las medidas necesarias para conocer a sus clientes, actuar de manera justa y evitar crímenes financieros. Por tanto, enfatiza la necesidad de fortalecer las prácticas contra el blanqueo de dinero usando monedas digitales y plantea que la FCA, la Autoridad de Conducta Financiera del país, sea la responsable de la concesión de licencias para las plataformas de intercambio de criptomonedas.
Avances en Estados Unidos
Un grupo de casas de cambio de criptomonedas que operan en los Estados Unidos en agosto de 2018 crearon la Asociación Virtual de Mercancías (VCA), con el objetivo de lograr la autorregulación del mercado de criptoactivos en el país, ante las presiones que imponen los entes regulatorios como la SEC y la Comisión de Comercio de Futuros sobre Mercancías (CFTC).
Integrada por casas de cambio como Bittrex, Gemini y Bitstamp, su objetivo principal es evitar el fraude y la manipulación en el mercado de criptomonedas. A tal fin, la VCA trabajará con la CFTC.
Entre las actividades que ha realizado hasta ahora, destaca el anuncio en junio de 2018 de una investigación ,que emprendería junto a la CFTC, de todas las casas de cambio (incluida Bitstamp). Esto por el uso de técnicas de manipulación del mercado que buscarían determinar el precio de los futuros de bitcoin. Con ello, el organismo busca monitorear el comportamiento del mercado de los criptoactivos para desarrollar estándares industriales y promover la transparencia en el mercado de criptomonedas.
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