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Las economías circulares de bitcoin demuestran que el mundo puede ser más inclusivo.
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En una economía circular los bitcoiners ganan, holdean y gastan su efectivo electrónico entre pares.
Las economías circulares de bitcoin, mejor conocidas como ciudadelas, se están multiplicando por todo el mundo. Es parte del reflejo de que hay una silenciosa batalla en marcha que no sólo requiere atención, sino también participación activa, porque cada quien debe elegir el lado en el que desea estar: bitcoin o fiat.
Para perpetuar el control que tienen los Estados, el sistema financiero tradicional está inmerso en una “carrera armamentista global” para desarrollar monedas digitales de bancos centrales (CBDC).
Están creando un mundo orwelliano ante los ojos de todos. En él habrá menos privacidad gracias a perfeccionadas técnicas de vigilancia financiera. Más facilidad para que el Estado confisque el dinero de los ciudadanos y mayor pérdida de valor en, cada vez, más corto tiempo.
Es el método que manejan los bancos centrales para mantener su relevancia en la economía global, sin resolver el principal problema que afecta a la humanidad: la pérdida de valor del dinero fíat.
Sin embargo, para escapar de todo eso, están cobrando fuerza las economías circulares de bitcoin, que son los territorios en los que es posible escapar de todo aquello que imponen los Estados, desde el punto de vista financiero.
En ese sentido, los habitantes de las ciudadelas de bitcoin pueden usar la criptomoneda pionera para almacenar su riqueza sin que esta desaparezca debido a la intervención de alguna institución o Estado.
Por lo tanto, en estos territorios donde se defiende la libertad financiera de sus integrantes, también es posible gastar sin la injerencia de un tercero de confianza, sin regulación gubernamental, supervisión o decreto alguno.
Una economía circular de bitcoin es aquella en la que el comercio florece con mayor libertad. Cualquiera puede participar ganando, gastando, donando y comprando bitcoins a quienes hacen lo mismo.
Una economía de Bitcoin es paralela y separada del sistema basado en el dinero fíat que depende de los bancos centrales.
Sencillamente son lugares en los que es posible apreciar, en su verdadera extensión, la visión de Satoshi Nakamoto y de cómo el efectivo electrónico peer to peer reduce la dependencia de los servicios bancarios tradicionales.
Así que, una vez descritos los dos escenarios del campo financiero, ya queda claro que por un lado está un sistema tradicional centralizado y controlado por un pequeño grupo de instituciones.
Mientras, por el otro están las finanzas descentralizadas, donde bitcoin es el rey, y formada por una red de usuarios que corren innumerables nodos que forman parte del resguardo de lo que permanece almacenado en la red del efectivo electrónico.
Bitcoin, una vía para escapar del sistema que te arruina
“La gente normal está arruinada, se sienten aplastados y no saben exactamente por qué. Marchan en las calles por diferentes motivos y no tienen esperanza como nosotros”. Así están hablando los habitantes de ciudadelas de bitcoin ubicadas en Brasil, Guatemala, Perú, Costa Rica, África y muchos otros países.
Sucede que el sistema monetario tradicional se ha usado para reprimir a los países africanos y a otros, generalmente llamados del tercer mundo.
“Antes se usaban las armas para dominar a los países, pero en la era moderna se usa la deuda a través de los prestatarios (FMI y Banco Mundial) para que algunas naciones prosperen y se beneficien a expensas de otros territorios”, advierte Alex Gladstein, quien es director de estrategia de la Human Rights Foundation (Fundación de Derechos Humanos).
Sin embargo, ahora hay una tendencia en marcha ya que existen proyectos de economías circulares de bitcoin, donde muchas personas emigran, como alternativa, en búsqueda de la libertad y como escapatoria al sistema heredado.
En el año 2022 surgieron más de 25 ciudadelas de bitcoin, y muchas de ellas lo hicieron siguiendo los pasos de Bitcoin Beach de El Salvador.
Tan pronto como el mundo supo que un pueblo salvadoreño había adquirido la capacidad de realizar transacciones y almacenar su propio dinero sin necesidad de permisos, surgieron otras comunidades interesadas en aprovechar las bondades de Bitcoin.
En África, por ejemplo, se están construyendo ciudadelas de bitcoin para crear oportunidades equitativas al proporcionar agua limpia, acceso a educación de calidad, agricultura sostenible y apoyo humanitario.
De hecho, Bitcoin Ekasi, ubicada en Mossel Bay, en la Provincia Occidental del Cabo, Sudáfrica, está transformando la vida de un centenar de niños marginados promoviendo su desarrollo con actividades deportivas y enseñándoles a valorar a la pionera de las criptomonedas.
Aunque anteriormente habían surgido proyectos con la idea de prosperar en economías circulares de bitcoin, no fue hasta que se dio a conocer la iniciativa de El Zonte cuando se produjo una especie de Big Bang de las ciudadelas basadas en la primera de las criptomonedas.
Son comunidades interesadas en separar su dinero del control del Estado. Se trata de territorios en el que conviven personas bajo su propia ideología y valores basados en la libertad. Estos son distintos a los ya conocidos y establecidos, desde hace siglos, por un sistema que tiende a esclavizar a las poblaciones.
Bitcoin es infinitamente más valioso en las ciudadelas
En un mundo en el que muchas personas prestan atención a las criptomonedas con la expectativa de que pueden hacerse ricos de la noche a la mañana y con facilidad, las ciudadelas de bitcoin siguen multiplicándose en pleno mercado bajista.
La forma en la que se vienen expandiendo las economías de bitcoin, demuestra que el valor que tiene la criptomoneda en las ciudadelas no es directamente proporcional al precio establecido por el mercado. Por el contrario, en los llamados territorios libres del control financiero de los Estados, la moneda digital es valiosa por contar con una red segura y descentralizada.
También bitcoin es valorado en las ciudadelas porque ofrece igualdad de oportunidades a todos los humanos sin distinción. También porque el comercio florece, como lo ha dejado claro la ciudadela de Bitcoin Beach Brasil.
Y adicionalmente bitcoin es apreciado en las economías circulares porque permite separar el dinero de la identidad personal, contrario a las tarjetas de crédito, cuentas bancarias y cuentas PayPal, entre otros sistemas, que requieren el registro de los datos personales, como nombre, dirección particular, número de seguro social, correo electrónico, número de teléfono y más.
Por otro lado, bitcoin ayuda a desarrollar el emprendimiento y adoptar modelos de negocio innovadores. Con el efectivo electrónico, los habitantes de las economías circulares realizan micropagos en tiempo real a bajos costos por transacción, inspirando a otros a unirse, optando por abandonar al sistema financiero tradicional.
También bitcoin y su minería puede ser aprovechado por las economías circulares para impactar positivamente en el medio ambiente, salvando de la contaminación a emblemas turísticos, como el proyecto para salvar al lago más bello del mundo, que tiene la comunidad de Lago Bitcoin en Guatemala.
Así que, definitivamente, las ciudadelas de bitcoin están surgiendo como catalizadores de la hiperbitcoinización del mundo. Son parte de la transformación que experimenta el mundo y que por ahora separa a quienes deciden vivir solo con bitcoin de los que siguen dependiendo del dinero fíat.