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Desde la ANDE presumen que se trata de una granja clandestina.
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Es el segundo incendio donde se involucra una granja de minería de Bitcoin.
Al menos 18 equipos ASIC de minería de Bitcoin fueron rescatados e incautados por el Estado paraguayo luego de que se incendiara el depósito en el que estaban operando. Los hardwares quedaron a disposición de la fiscalía del país suramericano.
De acuerdo con el oficial Francisco Ortiz, subjefe de la Comisaría 23° de Ciudad del Este, ubicada en el río Paraná, el incendio se produjo a las 18:50 (hora local) en un establecimiento localizado en el barrio Las Carmelitas,
En detalle, las máquinas mineras estaban en una habitación construida dentro de la propiedad a cargo de Ysela Kronbauer. Ella dijo a la policía que alquiló ese espacio a un empresario brasileño identificado como Tiago Marquez.
Explicó que, desde el 5 de diciembre de 2023, Marquez alquiló el espacio para instalar una carpintería. Sin embargo, la policía alega que, en el momento del incendio, los oficiales se percataron de que allí no estaba ese negocio, sino una granja de minería de Bitcoin.
Tras la intervención de los bomberos, las autoridades lograron la incautación de 18 mineros ASIC que no fueron afectados por el incendio. También se logró el rescate de un transformador eléctrico y se incautó el contrato firmado entre Kronbauer y Marquez.
En representación de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), el abogado Fredy González Denis sugirió que la granja incendiada estaba operando de manera ilegal. Es decir, con energía robada. Esto, “por los datos preliminares encontrados”.
Este incendio en el que se ven involucrados equipos mineros de Bitcoin es el segundo que se ha reportado en Paraguay en lo que va de año. En febrero, CriptoNoticias informó que un incendio de grandes proporciones se combatió por casi una semana. Una situación originada por equipos de minería de Bitcoin, según lo indicó el parte oficial.
Paraguay ha incautado más de 5.000 mineros ASIC
Los 18 mineros ASIC rescatados e incautados por el Estado paraguayo se suman a la larga lista de aparatos que, en lo que va de 2024, han sido confiscados por operar en granjas ilegales.
Hasta ahora, la ANDE y la fiscalía paraguaya han incautado más de 5.500 ASIC. Una cantidad con la que podría instalar una granja de minería de Bitcoin de grandes proporciones.
La importante cifra de mineros incautados responde a que la ANDE lleva adelante una auténtica cruzada en contra de la minería de Bitcoin ilegal. Las autoridades alegan que se trata de un flagelo que se ha esparcido desde el año pasado en todo el país suramericano. Ello, debido a los bajos precios de la electricidad para los habitantes.
Esto ha hecho que, de manera recurrente, la ANDE esté tras la pista de quienes roban electricidad para minar Bitcoin. Un esfuerzo que además cuenta con el aval de la fiscalía y el máximo tribunal del país, que se unieron para “perseguir y castigar” a los mineros clandestinos, como informó CriptoNoticias.
La minería ilegal tiene importante afectación para los habitantes paraguayos, que se someten a cortes eléctricos producto de las operaciones clandestinas. Aunque esa es la versión de la ANDE. Hay activistas y dirigentes políticos en el país que recuerdan que las fallas eléctricas preceden a la expansión de la minería ilegal de Bitcoin en Paraguay.
Como parte de búsquedas de solución a la afectación, un grupo de 14 senadores paraguayos propuso una ley para prohibir la minería y toda la actividad relacionada con bitcoin (BTC) y las criptomonedas.
La discusión del proyecto, sin embargo, se prorrogó y se espera que se transforme a una propuesta que se enfoque en castigar el robo de energía, en lugar de intentar ser un marco para el uso y emisión de las criptomonedas. Esto según Fernando Arriola, líder de la vertical de Blockchain de la Cámara Paraguaya de Fintech, organización que apoya la persecución de los mineros clandestinos.
Aparte de ese proyecto, hay otras dos propuestas en el seno del Congreso del Paraguay. Uno de ellos, propone que bitcoin sea adoptado como moneda de curso legal «ilimitada». El otro, en cambio, va por la vía de la restricción del ecosistema emergente en tierra guaraní.
