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El resultado del PCE anual en Estados Unidos fue más bajo que las expectativas.
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Los mercados esperan mayor liquidez.
La publicación del índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, por su sigla en inglés) en Estados Unidos, que se realizó esta mañana, ha aumentado las expectativas de mayor liquidez para los mercados. Esto es algo que resulta positivo para bitcoin (BTC) y las criptomonedas.
El PCE anual bajó del 2,5% a 2,2%, lo que es 0,1% debajo de las expectativas. Con este resultado, marcó su menor nivel en más de tres años desde 2021. Además, el core PCE, que excluye dos componentes muy volátiles (alimentos y energía) para dar una perspectiva más precisa, subió del 2,6% a 2,7% en línea con lo esperado.
En otras palabras, “buenos números para bitcoin y mercados de riesgo”, resume el analista Juan Rodríguez. En parte, se debe ello a que la menor inflación permite que más capital pueda entrar en inversión. Además, tal panorama apacigua los temores de recesión y facilita la flexibilización de la política monetaria.
“Los datos de inflación más bajos respaldan otro recorte de tasas de interés de 50 puntos básicos en noviembre”, destaca al respecto Jesse Cohen, analista de mercados globales de la plataforma de datos Investing. Es en tal mes cuando es la próxima decisión sobre la política monetaria en Estados Unidos.
Ante el resultado del PCE, bajaron a 48% las expectativas para noviembre de un recorte de 25 puntos básicos y subieron a 52% las de 50 puntos básicos. Así lo señalan los datos sondeados por CME Group, como se exhibe a continuación.
El PCE es la medida favorita de la Reserva Federal (Fed), Banco Central de Estados Unidos, para establecer la política monetaria, ya que se basa en la inflación de productos y servicios consumidos por los hogares, en vez de elementos selectos como el índice de precios al consumidor (IPC). Por ello, resulta clave su resultado para el tamaño y ritmo de los próximos recortes de tasas de interés.
Actualmente, las tasas en la potencia económica se encuentran entre 475 y 500 puntos básicos. Esto es desde el recorte de 50 puntos básicos efectuado la semana pasada, que fue el primero en más de cuatro años. De este modo, con tal política monetaria, se ha incrementado la liquidez en la economía, impulsando a los mercados en general.
El oro y el S&P 500 (SPX), índice que recopila las acciones de las principales 500 empresas cotizadas en Estados Unidos, alcanzaron ayer nuevos precios máximos históricos. Mientras, bitcoin también se ha visto motivado al alza, aunque aún sigue dentro del periodo lateral que lleva hace seis meses luego de haber tocado un récord de cotización, como exhibe el gráfico.
Bitcoin rompe resistencia clave para recuperar impulso
La idea creciente de otro recorte de 50 puntos básicos para noviembre “es alcista para bitcoin”, sostiene el trader conocido como Satoshi Flipper. “Sencillamente, no hay nada bajista en una lectura de la inflación del PCE mejor de lo esperado”, agrega.
Además, China también ha recortado las tasas y la oferta monetaria mundial está creciendo. Con este panorama, considera el trader que es hora de dejar atrás el canal de consolidación que lleva bitcoin en los últimos meses debajo de su precio máximo histórico.
En sintonía con esta perspectiva, el precio de bitcoin superó hoy los 66.000 dólares (USD), rompiendo con fuerza la tendencia bajista que llevaba de registrar máximos cada vez más bajos. Además, los fondos cotizados (ETF) de la moneda registraron ayer su mayor entrada en más de dos meses, lo que exhibe un panorama optimista.
El informe del PCE “mantiene vivas las esperanzas de un recorte de 50 puntos básicos en noviembre, pero las nóminas de empleo siguen siendo la clave para el futuro”, advierte por otro lado el analista Ole S. Hansen. La razón de ello es que, si sigue el enfriamiento del mercado laboral alimentará los temores de recesión.
Por consiguiente, los próximos datos que surjan sobre el desarrollo económico pueden generar alta volatilidad. En caso de nuevas alarmas recesivas, la demanda de riesgo a corto plazo podría desmotivarse, mientras se refuerce la de los activos considerados de refugio a largo plazo.