-
Estados Unidos fue el último país en abandonar el patrón oro.
-
Desde 1971, el poder de compra del dólar estadounidense decayó de forma significativa.
«Feliz cumpleaños falso dólar estadounidense», escribió horas atrás el autor de libros de finanzas personales, Robert Kiyosaki. Lo hizo en referencia a un nuevo aniversario del 15 de agosto de 1971, cuando el expresidente de EE. UU., Richard Nixon, decidió que la moneda de su país ya no estaría respaldada por oro.
Explica el autor de «Padre rico, padre pobre» que, por ese motivo, hace 50 años que él no ahorra dólares. Según dice, el dinero fíat es «dinero falso con el que se estafa a los trabajadores». «Las personas inteligentes ahorran oro, plata y bitcoin», agrega.
A las palabras del escritor se le suman cientos de bitcoiners tuiteros que se expresan sobre el tema bajo el hashtag #wtfhappenedin1971 (en español, «qué diablos pasó en 1971»). El CEO de Twitter, Jack Dorsey y la revista Bitcoin Magazine están entre quienes tuitearon la pregunta.
¿Qué diablos pasó en 1971?
Un día como hoy, pero 50 años atrás, el por entonces presidente Nixon tomó la decisión de suspender la convertibilidad entre el oro y el dólar de manera «temporal».
En semanas recientes, los especuladores han librado una guerra sin cuartel contra el dólar. La fuerza de una moneda se basa en la fuerza de la economía de un país y la economía de los Estados Unidos es, por mucho, la economía más fuerte del mundo. Por eso he instruido al secretario del Tesoro a tomar las acciones necesarias para defender al dólar contra los especuladores. Le instruí que suspenda temporalmente la convertibilidad del dólar contra el oro y otros activos de reserva a excepción de los montos y condiciones que nos den estabilidad monetaria en el mejor interés de los Estados Unidos.
Richard Nixon, expresidente de los Estados Unidos, 15 de agosto de 1971.
Aunque, según el Gobierno estadounidense, la responsabilidad de esas medidas recaía sobre «los especuladores», debe entenderse el contexto histórico: la economía de ese país estaba con déficit comercial por primera vez en el siglo XX y los gastos de la guerra de Vietnam estaban «evaporando» las reservas monetarias. En tal situación, la posibilidad de emitir dinero sin respaldo de forma ilimitada fue la solución elegida.
Desde ese momento, el poder de compra del dólar estadounidense entró en una acelerada pendiente negativa. Con numerosos gráficos y recursos visuales, el sitio web «WTF happened in 1971», elaborado por la compañía River Financial, pone en evidencia las consecuencias de lo que se conoce como el Nixon Shock.
Por ejemplo, en el gráfico que se muestra a continuación, se observa la evolución del precio de una lata de sopa de tomates condensada Campbell’s con el pasar de los años. Es precisamente en 1971 cuando se produce un punto de inflexión y la tendencia alcista se incrementa considerablemente. Lo mismo es aplicable a la mayoría de los productos de consumo cotidiano y también al índice de inflación interanual en los Estados Unidos.
Llamativamente, otro gran incremento en el precio de este producto acontece durante 2020 e inicios de 2021, como puede observarse en el mismo gráfico. CriptoNoticias ha reportado cómo la emisión inorgánica de dólares para paliar las consecuencias de la crisis de la COVID-19 trajo consecuencias indeseadas en el costo de vida estadounidense.
Según explica el analista Ismael de la Cruz, otras consecuencias del abandono del patrón oro por parte de la mayor economía mundial fueron desajustes en el sistema monetario internacional; una fuerte inflación debido a la expansión desmedida del crédito; y un mayor margen de maniobra de los bancos centrales para imprimir dinero según estimen oportuno.
Un Nixon Shock no es posible en Bitcoin
En este contexto es que, en 2009 Bitcoin fue concebido. A diferencia de las monedas emitidas por los estados, una característica de la criptomoneda de Satoshi Nakamoto es que su política monetaria está grabada indeleblemente en el código.
La emisión de monedas en Bitcoin es finita: jamás existirán más de 21 millones de unidades. A diferencia del dinero fíat, la emisión inorgánica de bitcoins (BTC) no es una posibilidad. Y, en caso de que la demanda de bitcoins siga creciendo, tal como ha ocurrido hasta ahora, la ley de la oferta y la demanda indica que su precio debería incrementarse.
Por otro lado, con este sistema, las reglas del juego no pueden cambiar a la mitad del partido para conveniencia de ninguno de los participantes. Un Nixon Shock no es posible en Bitcoin. Quienes quisieron cambiar algo del protocolo de la criptomoneda pionera tuvieron que desistir de la idea y desarrollar sus propios proyectos, desde cero (por ejemplo, Ethereum), o partiendo de Bitcoin (por ejemplo, Bitcoin Cash).