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Recientes informes sugieren que las instituciones están a favor del euro digital.
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La moneda busca ayudar a aquellas personas que no quieren usar el efectivo.
«Tenemos que estar preparados para emitir un euro digital», afirmó Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE). La entidad anunció una etapa de consulta pública que permitiría adelantar la creación de una moneda basada en criptografía para la zona Euro. Los informes previos del BCE, y de organizaciones como el FMI, juzgan la necesidad de estar a la vanguardia económica a través de una tecnología inspirada en Bitcoin.
De acuerdo con un comunicado difundido hoy, un nuevo informe sobre el euro digital será la base de una consulta pública que comenzará el 12 de octubre. Se espera que la participación del público y otras instituciones permitan sentar las bases para comenzar a experimentar con una moneda basada en criptografía: «Un euro digital complementaría el efectivo, no lo reemplazaría», apunta Fabio Panetta, miembro del comité ejecutivo del BCE.
«El informe llega a la conclusión de que deberíamos estar dispuestos a emitir un euro digital siempre que la evolución a nuestro alrededor lo haga necesario», afirma Panetta. «Esto significa que ya tenemos que prepararnos para ello». Por lo tanto, las pruebas, la cooperación de las autoridades e instituciones pertinentes, permitirán evaluar los requisitos legales, económicos y financieros de esta herramienta criptográfica.
El euro digital tendría la función de proporcionar un medio de pago universalmente aceptado en aquellas situaciones donde las personas ya no prefieran usar el efectivo o para facilitar la actividad de minoristas que incursionan en la economía digital.
Además, el euro digital debería impedir que otro medio de pago público o privado desplace al euro, «lo que podría plantear preocupaciones regulatorias y amenazar la estabilidad financiera o incluso nuestra soberanía monetaria y financiera», en palabras de Panetta.
Los desafíos del euro digital
El BCE debe sortear algunos desafíos para poder emitir un euro digital. Por ejemplo, aquellos que se relacionan con el derecho a la privacidad, tal y como sugiere el comunicado. Este es un factor que parece preocupar especialmente a quienes ya eligen usar criptomonedas como medio de pago, pese a que en Europa las regulaciones son especialmente exigentes con las plataformas que custodian el dinero.
La expectativa de que el euro digital obstaculice la actividad de los bancos o genere «inestabilidad en tiempos de estrés financiero» también preocupa a los actores del sector. Este problema, esgrimido en el pasado en relación con las criptomonedas o las monedas privadas como Libra de Facebook, sería otro de los factores que el BCE tendría que resolver para satisfacer al público.
Aceptar el cambio, apoyando la digitalización de la economía
«Un euro digital también sería un símbolo de la voluntad de Europa de aceptar el cambio y liderar desde el frente, apoyando la digitalización de la economía europea», opina Panetta.
Al respecto, los principales bancos de España anunciaron que comenzarían a probar el euro digital a través de un sistema desarrollado por la compañía de servicios de pago Iberpay. Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Banco Sabadell conforman el conjunto de instituciones que respaldan este proyecto, como informó CriptoNoticias.
Los bancos centrales de todo el mundo, definidos como guardianes de las monedas por el BCE, se están preguntando si deberían emitir una moneda digital. Sin embargo, la mayoría de estos proyectos deben vencer la barrera de crear confianza entre sus potenciales usuarios.
El yuan digital de China, por ejemplo, será regulado como el dinero en efectivo. A finales de agosto sufrió un colapso durante sus pruebas debido a una avalancha de usuarios que quisieron comprobar su funcionamiento.
Los factores que han conducido a las personas a evitar el efectivo o las monedas emitidas por los bancos centrales propician la adopción de Bitcoin y otras criptomonedas. La inversión que Europa está haciendo en el desarrollo de herramientas blockchain, por ejemplo, solo es superada por la participación de sus ciudadanos en el mercado de bitcoin, impulsado por los bajos costos, facilidad para realizar transacciones internacionales y el temor al coronavirus.