-
Más empresas y organizaciones están decididas a integrar a la criptomoneda en sus servicios.
-
Bitcoin destaca porque ya fue creado como solución al daño causado por la impresión de dinero.
El coronavirus continúa avanzando, generando una gigantesca ola de muerte, mientras las personas se resguardan en sus hogares intentando poner el caos en pausa. De repente, una nueva “normalidad” se apodera del mundo donde Bitcoin es cada vez más relevante.
Conectadas desde sus hogares, las personas observan la utópica realidad del mundo exterior. Las noticias generan sobresaltos y preocupaciones en la población. Lo que antes gozaba de estabilidad se desploma.
Grandes empresas se han ido a la quiebra, se disparan las tasas de desempleo, los ciudadanos saltan a las calles a protestar. Las grandes economías se tambalean y los gobiernos intentan contener la crisis con la emisión de dinero inorgánico.
¿Es de verdad el coronavirus la causa principal de los problemas del mundo o es el catalizador de un nuevo sistema económico que otorgue autonomía? Puede que la respuesta la encontremos en torno a cómo el mundo se está acercando a Bitcoin.
En medio de tanto caos, las noticias que rodean a la pionera de las criptomonedas son realmente positivas. Más allá de las estafas y el lavado de dinero que constantemente insiste en manchar el ecosistema, Bitcoin está abriendo las puertas que en el pasado le permanecían cerradas.
Los anuncios recientes demuestran que más empresas y organizaciones están decididas a integrar a Bitcoin en sus servicios. PayPal, Visa y los bancos de Estados Unidos, se están preparando para unirse al motor de la adopción de la invención de Satoshi Nakamoto.
También poblaciones acosadas por la hiperinflación como Venezuela, Africa, Argentina, entre otros, continúan disparando los récords de comercio con bitcoin en las plataformas especializadas.
El coronavirus también hace brrrr
Así como se está encendiendo una nueva maquinaria que podría impulsar la adopción de bitcoin en el futuro cercano, otro motor está ganando fuerzas. Se trata de la mayor operación de impresión de dinero en la historia del mundo. Ya está en marcha, inundando el sistema financiero con dinero inorgánico.
Hasta ahora, la FED ha inyectado a la economía estadounidense casi 4 mil millones de dólares, lo cual equivale a casi el 20 % del producto intehttps://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/bst_recenttrends.htmrno bruto (PIB) del año pasado. Sin embargo, una nueva ola de estímulo financiero que está por aprobarse, elevaría el balance de la reserva a unos 5 mil millones de dólares antes de que finalice el 2020.
La emisión de dinero inorgánico por parte de los gobiernos incide en el aumento de precios de los productos, generando incluso episodios de hiperinflación. Una muestra de ello es Venezuela, donde existe una emisión desaforada de dinero inorgánico que ha impactado directamente en el bolsillo de los ciudadanos quienes enfrentan un costo de vida que supera el 2.200%.
Es posible que usted se pregunte ¿cómo puede llegar Estados Unidos a un nivel como el de Venezuela si durante tanto tiempo ha logrado mantener la hegemonía del dólar? Aquí es donde le decimos, recuerde que el mundo está cambiando.
Bancos centrales: fábricas de pobreza
La medida que está aplicando la FED en su intento por “curar” la economía no es un esquema nuevo. En este escenario el gobierno pide dinero prestado emitiendo bonos de deuda y luego ordena al banco central que compre esos bonos con nuevos billetes (dinero recién impreso).
Es una fórmula que utilizan los gobiernos para financiar el gasto estatal con un compromiso de pago a futuro. Esto quiere decir que los 4 mil millones de dólares generados hasta ahora por la FED deben ser cubiertos en los próximos años.
El plan que tiene el gobierno para lograrlo está plasmado en el presupuesto de Estados Unidos para el 2021. Allí se describe que más del 80% de la deuda se cubrirá con impuestos que saldrán del bolsillo de los ciudadanos.
El siguiente gráfico permite visualizar el esquema cuyo objetivo es cubrir la deuda con impuestos sobre la renta que pagarán los ciudadanos (24 al 46% de sus ingresos anuales) y también con impuestos sobre la nómina (seguridad social), aproximadamente 15% del salario de cada individuo.
El sitio Truth in Accounting muestra cómo se reflejará la emisión dinero inorgánico en la economía de cada hogar estadounidense. Según sus cálculos la deuda actual de Estados Unidos supera los 26 mil millones de dólares. Si a esta cifra se le añaden los pasivos no financiados, entonces la deuda real se proyecta por encima de los 132 mil millones de dólares. Es decir, cada contribuyente debe pagar un promedio de 860 mil dólares.
Con todos los impuestos que tendrá que pagar en 2021, un ciudadano estadounidense podría permitirse una vida de lujo en una casa de gama alta en el condado de Dallas, por ejemplo.
Para que quede más claro, quiere decir que un ciudadano que gane salario mínimo necesitará el sueldo de 55 años para cubrir la deuda que le corresponderá pagar como contribuyente.
Mientras los ciudadanos pagarán más en impuestos, los productos aumentarán de precios y tendrán menos dinero para adquirir bienes y servicios en el futuro. Esta es una regla básica que los economistas deducen de la emisión inorgánica de dinero.
Su efecto en la economía ya fue advertido el año pasado por varios economistas de la Reserva Federal de San Luis. Estos señalaron en un documento que la impresión de dinero para pagar el gasto deficitario ha sido un desastre para otras naciones que lo han intentado.
«Como contribuyente, usted también está obligado a pagar parte de la deuda. La mayor parte de la deuda nacional está en manos del público, que incluye a personas, empresas, gobiernos estatales o locales, bancos de la Reserva Federal y gobiernos extranjeros», se lee en el documento.
¿Si usted fuera un ciudadano estadounidense cómo se sentiría ahora? ¿Más rico o más pobre? En todo caso, peor futuro le espera a la generación que nació entre 1946 y 1965. Esta generación que se conoce como los boomers, representa hoy el mayor activo del presupuesto de la nación que se jubilará en la próxima década.
Sin embargo, los fondos que garantizarían la seguridad social y asistencia médica de los boomers ya jubilados, se usarán para pagar la deuda ¿quién responderá por ellos? Hasta ahora se desconoce.
El refugio: Bitcoin
Algo que no podemos olvidar es que la condición en la que se encuentra la economía en la actualidad ya fue predicha. Lo hizo Satoshi Nakamoto cuando Bitcoin fue creado como solución al daño causado por la impresión de dinero con la cual el Reino Unido respondió a la crisis del 2008.
Lo que hace única a esta criptomoneda es que es el primer activo digital escaso que no puede ser controlado por un organismo o ente centralizado. Debido a su naturaleza descentralizada, ninguna entidad puede emitirlo ni diluir su valor con el tiempo.
El sistema Bitcoin se creó con el propósito de ser finito (solo se minarán 21 millones). Por lo tanto, sin las posibilidades de emitir un exceso de moneda, la amenaza de hiperinflación se reduce a cero.
Las matemáticas nos pueden ayudar a determinar cómo se ha revalorizado bitcoin a lo largo de los años. Los cálculos sobre su rentabilidad están visibles en la página 99bitcoins, donde señalan que la pionera de las criptomonedas ha sido rentable durante 4.054 días en toda su existencia (4.221 días).
Según los cálculos anteriores, quiere decir que la rentabilidad de bitcoin está por encima del 96%. Un ejemplo nos puede ayudar a visualizar mejor cómo ha sido el comportamiento de bitcoin todos estos años. En ese sentido supongamos que una persona invirtió 10 dólares en bitcoin el 1 de enero de 2011, hoy tendría en su poder una ganancia de USD 331.272.807. No se puede decir lo mismo del dólar que tiene 107 años perdiendo valor.
Un informe elaborado por la firma de análisis CoinMetrics arroja datos con los que comprueba que bitcoin es un activo seguro y que frente a un panorama de posible recesión o de turbulencia económica tiene fortalezas únicas como refugio de valor similar al del oro, tal como reseñó CriptoNoticias.
Además de actuar como un activo de refugio seguro, bitcoin les permite a los usuarios mantener la custodia de sus propios fondos. Todo lo que se necesita es una frase de 12 a 36 palabras para acceder a su propio monedero. Mientras no comparta su frase o su llave privada, nadie podrá confiscar sus fondos.
En muchos países, la riqueza puede ser confiscada por los bancos y los gobiernos con poco o ningún aviso, pero con bitcoin, los usuarios adquieren la potestad de actuar como su propio banco y controlar sus fondos.
No hay participación de un tercero. Nadie puede congelar, gravar o reclamar sus monedas. No pueden ser robadas y no pueden ser confiscadas por el gobierno bajo ninguna circunstancia.
Con esta información en mente, está claro por la que Bitcoin está ganando cada vez más relevancia en una de las situaciones más difíciles a las que se ha enfrentado la humanidad.
Un reporte de CriptoNoticias muestra que la cantidad de direcciones activas ha vuelto a niveles que no se veían desde comienzos del año 2018. Si bien es cierto que el número de direcciones activas no es necesariamente equiparable a mayor número de usuarios, si podemos mencionar que la red ha estado experimentando mayores niveles de actividad.
Incluso la red de Bitcoin ha llegado a congestionarse con transacciones pendientes a niveles que no se veían al menos desde diciembre del año pasado, una señal de que aumenta la adopción.
Cada vez más individuos en el mundo se hacen conscientes de que necesitan apegarse a un activo escaso, y lo están haciendo a niveles históricos. También Bitcoin está recibiendo una atención significativa de las instituciones estadounidenses establecidas. Otra señal de que más personas se están sintiendo más cómodas con la criptomoneda más importante por capitalización de mercado.
Lo que también es evidente es que está cambiando la forma en la que todo el mundo ve las finanzas y en su transformación hacia una moneda necesaria ha demostrado que es un sistema útil.