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Bitcoin fue la narrativa principal de este ciclo.
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Las decisiones macroeconómicas estadounidenses pesan sobre el precio.
El fantasma del súperciclo aparece cada vez que un mercado alcista está alcanzando su tope. “Esta vez es diferente” se escucha en las conferencias, se lee en los foros. “Nunca antes tal persona o tal empresa había respaldado a Bitcoin, había comprado tanto BTC”. Y la gente hasta empieza a dudar. ¿Será que esta vez sí es diferente?
Claro que es diferente. Siempre es diferente. Bitcoin es un activo en pleno proceso de monetización, en pleno proceso de descubrimiento de precio. Siempre va a haber actores nuevos que llegan al mercado, siempre habrá una nueva cohorte de holders, simplemente porque el entendimiento sobre Bitcoin cada vez cala en más mentes en todos los estratos de la sociedad.
Todos los ciclos hemos tenido nuevos actores significativos entrando a Bitcoin. En 2011 fue WikiLeaks, que fue tan importante que asustó hasta al mismo Satoshi. En 2014 Microsoft aceptó pagos con BTC. En 2017 fue la Chicago Mercantile Exchange lanzando futuros de bitcoin. En 2021 fueron Tesla, MicroStrategy y El Salvador. En este ciclo fue BlackRock y el resto de los ETF, Donald Trump y las Tesoreras de Bitcoin.
Esta vez, igual que todas las demás, fue diferente. En este ciclo, Bitcoin se incorporó a la economía estadounidense.
Bitcoin siempre ha crecido en ciclos de cuatro años, marcados por los halvings. Por más que entren nuevos actores con bolsillos cada vez más profundos, pareciera como que estos ciclos fueran connaturales a la esencia de Bitcoin.
Más aún, a pesar de que Bitcoin busque ser un opt-out a la economía fíat, todavía es tan solo una gota en un océano determinado por la intervención y manipulación del mercado global por parte de bancos centrales. Esto quiere decir que los inversionistas de Bitcoin siguen afectados por los ciclos de mercado producidos por las decisiones macroeconómicas de la élite de la economía fíat.
Pero esta vez fue diferente en otro aspecto esencial. Bitcoin fue la única narrativa de este ciclo.
Sí, las stablecoins, (o, más precisamente, USDT y un poco USDC) ganaron una enorme relevancia en el discurso público. Pero si observamos la dominancia del mercado de criptomonedas, a diferencia de ciclos pasados, Bitcoin mantuvo un crecimiento firme desde el último ciclo, mientras que Ethereum, las stablecoins y el resto de las altcoins, perdieron cuota.
No hubo altseason, o si lo hubo fue brevísima, prácticamente imperceptible. Ethereum apenas sobrepasó su ATH anterior. Las altcoins en su conjunto, medidas por capitalización de mercado, a pesar de que se crearon millones de monedas desde el ciclo pasado, apenas sobrepasaron su ATH anterior. Sí, algunas altcoins individuales como Zcash se dispararon, pero no fue un fenómeno global. Bitcoin, en cambio, de un ATH anterior de USD 69.000, escaló hasta los USD 126.000.
Esto nos quiere decir que el mercado ha estado madurando para valorar más la importancia de tener dinero duro, en vez de apostarle a la moda pasajera del momento.
Otra diferencia fue que los minoristas no tuvieron el impacto en el precio que tuvieron en ciclos pasados. Eso habla de que cada vez hace falta más capital para mover el precio de bitcoin, pero también de la institucionalización del activo.
Tan es así que, mientras que en otros ciclos las nuevas regulaciones tumbaban el precio, en este la regulación lo ayudó y aún lo favorece. Fue en buena medida el giro regulatorio de ciento ochenta grados, respaldo por Donald Trump, lo que propició que un creciente número de empresas de este país adoptaran bitcoin y, al mismo tiempo, que su precio se correlacionara más con la economía del país.
Si bien el precio parece estarse dirigiendo nuevamente a un bear market, nunca hubo una caída tan pronunciada en medio de tantas noticias y tantos movimientos positivos para bitcoin, tantas noticias de adopción y tanto reconocimiento de valor.
Hoy Bitcoin puede estar más vinculado a los movimientos económicos estadounidenses, pero, en próximos ciclos, veremos cómo se vincula a cada vez más países.
No sabemos hacia donde se dirigirá el precio en el corto plazo. Desde una perspectiva técnica, existe un potencial punto de rebote para Bitcoin en los USD 75.000. Pero son pocas las probabilidades de que esto suceda. En ciclos pasados, el precio de Bitcoin ha caído a niveles del costo de producción de BTC para los mineros. En el contexto actual, esto abre la posibilidad de una caída entorno a los USD 60.000 como fondo de este mercado bajista.
Las probabilidades de que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés han caído fuertemente debido a que persiste la inflación, en medio de datos sólidos de empleo y un dólar fuerte. Esto reduce la liquidez para activos considerados de riesgo como BTC, exacerbado por tensiones comerciales EE. UU.-China, así como el shutdown gubernamental.
En general, ha caído la entrada de dinero. Los ETF de Bitcoin están mayoritariamente registrando salidas netas, lo que reafirma que este perfil de inversor no tiene una convicción ideológica a largo plazo, sino que maneja su portafolio activamente para maximizar el rendimiento.
La creación de tesoreras de Bitcoin, la estrategia infalible de Michael Saylor para reanimar a las empresas zombies, ha estado en declive también desde septiembre, luego de haber crecido continuamente en 2025.
Lo cierto es que la caída de Strategy por debajo del mNAV 1,00 debilitó la confianza en el crecimiento de bitcoin en el corto plazo. Michael Saylor fue la voz principal que animó a que múltiples inversores de la última generación entraran al mercado. A pesar de que la compañía ya recuperó un mNAV de 1,19, la caída que sufrió representó un golpe simbólico significativo para el mercado. Todo esto denota el impacto que está teniendo la economía estadounidense en el precio de bitcoin.
Como siempre, los fundamentales de Bitcoin siguen intactos. Las razones por las que Bitcoin es percibido como un activo valioso no han cambiado, por lo que estas caídas momentáneas representan más una oportunidad de compra que algo por lo cual preocuparse. Digamos que Bitcoin está a 30% de descuento en este Black Friday.
Si se pierden los USD 75.000, podremos afirmar con toda certeza que hemos entrado en bear market, y confirmaríamos que los ciclos de precio basados en halvings se mantienen igual de vigentes que siempre. Hasta que venga el próximo ciclo alcista y nuevos actores se sumen a Bitcoin y volvamos a afirmar “esta vez sí es diferente”.
Bitcoin se está convirtiendo en el activo basal con que se mide el mercado global. En adelante, los sucesos del mundo se verán cada vez más reflejados en el precio en la medida en que su adopción se disemina por todo el globo. Esto será más evidente que en ningún otro activo por no contar con la naturaleza pública, abierta y neutral de Bitcoin. Hoy la narrativa es la de reserva de valor; pronto veremos cómo Bitcoin se convierte en la unidad de cuenta del mundo.