-
Las agencias estadounidenses tienen prohibido desarrollar una CBDC.
-
Todo avance para crear una CBDC fue terminado de inmediato.
La semana pasada en Estados Unidos, el presidente Donald Trump hizo historia al firmar la primera orden ejecutiva relacionada con los activos digitales en ese país, en donde estableció la prohibición de las monedas digitales de banco central (CBDC).
Como reportó CriptoNoticias, el mandatario de 78 años plasmó su rúbrica en la orden ejecutiva “Fortalecimiento del liderazgo estadounidense en tecnología financiera digital”, el pasado 23 de enero.
Esta orden ejecutiva abarca distintos tópicos, como la posible creación de una reserva estratégica de activos digitales. Pero puntualmente, en su artículo 5, la orden establece la prohibición de las CBDC.
Las CBDC, o monedas digitales de banco central, son versiones digitales de la moneda fiduciaria emitida y respaldada por un banco central. Esto implica que la política monetaria de estos activos está a merced de esos entes, siendo tan propensa a la inflación y devaluación como su par físico
Proteger a los estadounidenses
La principal razón por la que Trump ordenó su prohibición es la protección de los estadounidenses ante los riesgos que presentan las CBDC. Según lo que piensa la Administración Trump, estas monedas digitales amenazan la estabilidad del sistema financiero, la privacidad individual y la soberanía de los Estados Unidos.
La normativa establece la prohibición del establecimiento, la emisión, la circulación y el uso de una CBDC dentro de la jurisdicción de los Estados Unidos.
La prohibición de las CBDC por parte del gobierno de Trump se suma el escepticismo que ha tenido la propia Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, entidad que ya ha expresado dudas acerca de los beneficios del dólar digital, como lo reportó este medio.
Alejándose de la mayoría
Con esta prohibición, se desecha la posibilidad de que Estados Unidos se una a la importante cantidad de países y regiones que ya están desarrollando sus propias CBDC.
Entre estos se encuentran la Unión Europea, con su euro digital, el cual fue recientemente defendido por varios legisladores. También están China, con su yuan digital; Bahamas, con el Sand Dollar; Nigeria, con su e-Naira y Suecia, con la corona digital. A nivel global, más de 120 países están trabajando en sus propias CBDC, según la organización Atlantic Council, lo que evidencia cómo estos proyectos han proliferado paulatinamente.
Las CBDC presentan riesgos para la libertad financiera y la privacidad de las personas. Al estar bajo el control directo de los bancos centrales, permiten un nivel de vigilancia y control sobre las transacciones individuales que no existía con el dinero en efectivo. Esto conlleva la posibilidad de que las autoridades puedan monitorizar, limitar o incluso bloquear transacciones de cualquier individuo, bajo ciertas circunstancias.
Hay estudios que certifican estos riesgos. Por ejemplo, un informe elaborado por el desarrollador Pedro Magalhães, de la empresa Iora Labs en Brasil, determinó que, con la CBDC, en este caso la del real brasileño, ahora llamado Drex, el banco central será capaz de activar y desactivar los monederos digitales de los usuarios de la plataforma, como reportó CriptoNoticias. Esto refleja una capacidad de control que muchos consideran invasivo para la privacidad y la autonomía financiera.
Y es que, en general, las CBDC son la antítesis de bitcoin y las criptomonedas, que ofrecen libertad financiera y privacidad.
La prohibición de las CBDC en Estados Unidos traerá consigo una serie de implicaciones, como el hecho de que ahora se va a limitar la capacidad de organismos gubernamentales para gestionar políticas monetarias digitales asociadas al dólar. Esto es un escenario que enaltecería la importancia de las stablecoins basadas en dólares estadounidenses, como USDT, de Tether; o USDC, de Circle.
La decisión de Trump de prohibir las CBDC refleja una postura clara en favor de la protección de la privacidad y la soberanía financiera de los ciudadanos estadounidenses, aunque también plantea desafíos y oportunidades para el futuro del ecosistema financiero digital en el país.
Además, la orden ejecutiva no solo marca un hito en la política de regulación de activos digitales en Estados Unidos, sino que también posiciona al país en un camino distinto al que están tomando muchas otras naciones en el desarrollo de sus sistemas monetarios digitales.