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El Senado francés discutirá un proyecto de ley que obligaría a las personas a presentar certificados
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Hay varios países de Europa donde se han suscitado protestas a favor de las libertades individuales.
Miles de franceses salieron a las calles durante el fin de semana, como es costumbre desde julio pasado, para protestar contra Emmanuel Macron. El presidente dijo querer «fastidiar» a quienes decidan no colocarse la vacuna contra la COVID-19 y eso le costó protestas en las avenidas del país.
En reportes de prensa local e internacional, además en redes sociales, se apreció a los galos, quienes, entonando la consigna «Liberté!», se plantaron contra Macron, que días antes cargó contra los detractores de la inoculación y los calificó de irresponsables. Para ellos, el mandatario está cercenando sus libertades.
Varias de las manifestaciones que se suscitaron en Paris y otros estados del país, derivaron en disturbios, que fueron controlados por la policía usando gases lacrimógenos.
Sin embargo, lo que reinó en las protestas fueron carteles y cánticos en contra de Macron. Lo que llama la atención es que todo esto ocurre a menos de tres meses de las elecciones presidenciales.
Control estatal: fastidiar a quienes no se vacunen
El martes, el medio local, Le Parisien, registró las palabras de Macron. Dijo: que quería «joder» o «fastidiar» a quienes no se vacunen contra el virus, utilizando un verbo coloquial de su país.
La COVID ya ha matado a más de 123.000 personas e infectado a más de 11,7 millones en Francia. De hecho, solo ayer se reportaron más de 260.000 nuevos casos de infección. Todo esto ocurre en medio del avance de la variante ómicron.
Para Macron, los no vacunados no son ciudadanos de Francia. «Realmente quiero cabrearlos (fastidiarlos). Y así continuaremos haciéndolo, hasta el amargo final. Esa es la estrategia», indicó.
Luego, el viernes, y en medio de declaraciones a la prensa tras reunirse con Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el mandatario reiteró: «Creo que era mi responsabilidad dar un poco la voz de alarma, es lo que hice esta semana, para que las cosas puedan avanzar más rápidamente».
Es un movimiento completamente europeo. La mayor parte de países ponen restricciones a la vida social diciendo que si no estás vacunado no tienes acceso a tal lugar o tal actividad.
Emmanuel Macron, presidente de Francia.
Debate en el Parlamento
Lo expresado por Macron dio aire de debate en el Parlamento de Francia, que el lunes pasado discutió y aprobó un proyecto de ley del Gobierno, el cual establece entre sus artículos obligar a los mayores de 12 años a presentar un certificado de vacunación para ingresar a muchos lugares.
Esto, vale aclarar, hará que un test negativo de COVID sea insuficiente. Quien desee ingresar a restaurantes, cines, bares, transporte público y demás lugares; tendría que mostrar el certificado de vacunación.
El proyecto, que se aprobó en primera sesión, será ahora discutido en la plenaria del Senado de Francia desde mañana martes, por lo que podría entrar en vigencia este mismo mes.
Las personas quieren defender sus libertades individuales
Las protestas en Francia a favor de la libertad individual se han replicado en otros países del continente europeo. Allí ya hay gobiernos, como el de Países Bajos, que han hecho todo lo posible por masificar las vacunaciones. A estos dos se le suman Bélgica y Austria, donde ha habido grandes manifestaciones desde el 2021.
Iniciando el año, ciudadanos neerlandeses salieron a las calles de Ámsterdam para manifestar contra las restricciones. En esta protesta, como en Francia, se registraron enfrentamientos y disturbios contra las fuerzas del orden, que derivaron en heridos y varios detenidos.
Y es que, desde diciembre, ese país impuso medidas de confinamiento estricto, en un intento por frenar la nueva variante, que se ha convertido en la principal. Así, y hasta el 14 de enero, tiendas, bares, restaurantes, cines y demás establecimientos, permanecerán cerrados.
Si bien es cierto que hay un cúmulo de personas que defienden estos movimientos por ser antisistema, muchos critican que desde los gobiernos se quiera prohibir la libertad individual, privando la libre circulación y otros derechos fundamentales de los no vacunados por no haber recibido estos fármacos.
Incluso, y a nivel deportivo, el hecho de no ser vacunado generó todo un debate en Australia. Allí, el famoso tenista Novak Djokovic, no pudo entrar en un primer momento, precisamente, por no haberse vacunado.
Aunque ya el deportista pudo ingresar y jugará en suelo australiano el Grand Slam, lo que sucedió es una muestra de las restricciones que están comenzando a verse en el mundo para quienes no quieran colocarse las inmunizaciones.
Así que, visto esto, y ante los días por venir, la situación en Francia y el resto de los países seguirá tensa, mientras que los contagios no cesan y la incertidumbre por el fin de la pandemia reina.