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43% de las respuestas que recibió el BCE en su consulta pública valoran la privacidad.
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La mayoría de los encuestados prefiere una integración con los sistemas bancarios existentes.
Cerca del 90% de los ciudadanos e instituciones que respondieron a la consulta pública que realizó en Banco Central Europeo (BCE) sobre el desarrollo del euro digital pide principalmente privacidad, seguridad, capacidad de pago en toda la eurozona, gratuidad, y usabilidad fuera de línea. «Y esto es lo que estamos dispuestos a ofrecerles», dijo Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del organismo.
Con esta promesa, el directivo se refirió a los resultados de la consulta, cuyos detalles fueron publicados este 14 de abril en el sitio oficial del BCE.
Se trata del análisis detallado de las respuestas enviadas por más de 8.200 personas que expresaron sus ideas, entre octubre 2020 y enero 2021, sobre el proyecto de moneda digital de banco central (CBDC) de Europa: el euro digital.
«Proteger los datos personales de los usuarios y garantizar un alto nivel de confidencialidad será una prioridad en nuestro trabajo con este proyecto», aseguró Panetta
El 94% de las opiniones procedía de ciudadanos particulares, mientras que el 6% restante fueron profesionales, bancos, proveedores de servicios de pagos, empresas tecnológicas y comercios, acota el escrito. Alemania acaparó el 47% de las respuestas, seguida de Italia, con un 15% y Francia, con un 11%.
La nota agrega que la privacidad fue la característica más importante para el 43% del público, «especialmente para los comerciantes y otras empresas», quienes también pusieron énfasis en los requisitos para evitar actividades ilícitas.
Los ciudadanos, argumentó Panetta, «desean confidencialidad y privacidad, pero entienden también la importancia de salvaguardar la estabilidad del sistema financiero, para lo cual las autoridades necesitan algo de acceso a sus datos personales».
Indicó que menos de una de cada diez respuestas dio apoyo al anonimato total, y gran parte de los participantes pidió integración con el sistema bancario.
Más de dos tercios de los encuestados reconocen la importancia de que los intermediarios brinden servicios innovadores que permitan el acceso a un euro digital e indican que debe integrarse en los sistemas bancarios y de pago existentes.
Banco Central Europeo.
En ese sentido, el BCE añade que la consulta muestra que los europeos quieren que se proporcionen servicios adicionales, además de los pagos digitales básicos en euros ya existentes. En consecuencia, una cuarta parte de los encuestados opina que un euro digital debería hacer que los pagos transfronterizos sean más rápidos y económicos. También desean que el euro digital se pueda utilizar fuera de la región, aunque con límites.
El euro digital como complemento del efectivo
En el marco de la presentación de estos nuevos datos de la consulta, Panetta expresó que el euro digital solo podría tener éxito si cumple con las necesidades de los europeos.
«Vamos a hacerlo lo mejor que podamos para asegurar que el euro digital llene las expectativas que los ciudadanos han expresado en la consulta pública», reiteró, al tiempo de insistir en que la nueva moneda no va a sustituir el dinero en efectivo, sino que va a complementarla.
En la presentación de la encuesta el ejecutivo insistió en destacar las ventajas que podría traer para la zona euro, «manteniendo la soberanía sobre el dinero».
Permítanme enfatizar, una vez más, que un euro digital no significaría el fin del efectivo. Complementaría el efectivo, no lo reemplazaría. Al hacerlo, un euro digital contribuiría a un panorama de pagos más diverso, dando a las personas más opciones en cuanto a cómo pagar.
Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE.
En ese sentido, el proyecto del euro digital guarda similitud con el yuan digital, la CBDC de China. De forma semejante ambos proyectos buscan complementar el dinero en efectivo y se clasifican como monedas digitales minoristas cash like, funcionando y siendo reguladas igual que el dinero. Las dos prometen privacidad (más no anonimato) y buscan competir con las stablecoins y los criptoactivos como bitcoin.
En general, la publicación del BCE confirmó las conclusiones preliminares que había arrojado la consulta, las cuales fueron presentadas a mediados de enero. Tal como reportó CriptoNoticias, la encuesta obtuvo una participación récord, por lo cual ha sido calificada como exitosa por el BCE.
Con base en estos resultados, se estima que para mediados de 2021 las autoridades europeas den su visto bueno para que el banco realice una investigación formal sobre el euro digital. Una vez realizada, se tendrá que volver a decidir si finalmente se implementa. Se espera así, que el proyecto se concrete entre 2023 y 2025, un promedio de cuatro años, según ha declarado en varias ocasiones la presidenta del BCE, Christine Lagarde.