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El fabricante de zapatos dice que bitcoin puede ayudar a su pequeña empresa a competir y crecer.
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Los habitantes de las ciudadelas de Perú aprenden a vivir con dinero escaso para crear abundancia.
El peruano Olger Alarcón acostumbra a soñar en grande, pero ahora que conoce a bitcoin (BTC) cree que está más cerca de cristalizar sus objetivos. Su proyecto es aprovechar los beneficios que ofrece un sistema de pago global para colocar sus productos en otros países de América Latina.
Alarcón es dueño de una pequeña fábrica de zapatos de cuero ubicada en el distrito Carabayllo, que es uno de los 43 que conforman la provincia de Lima, en la costa central de Perú. Allí, con sus 18 años de experiencia, produce calzado, bajo pedido, para empresas que distribuyen el producto a diversas tiendas del país.
“Hacemos zapatos para hombres, mujeres y niños, deportivos y casuales, según la cantidad que nos pidan. A veces son 100 pares, otras 300, pero actualmente está muy por debajo de los más de 1000 que mensualmente hacíamos antes de la pandemia. Después de eso, nada ha vuelto a ser igual para nosotros”.
Olger Alarcón, fabricante de calzados en Perú.
Lo único que la pandemia no cambió en la vida de Alarcón es la pasión por su trabajo, de resto, su mundo sufrió una gran transformación. “El confinamiento obligó a que los negocios cerraran, tuvimos que hacer ajustes y lo primero fue quedarnos con menos empleados”, dijo en conversación con CriptoNoticias.
La fábrica que alguna vez tuvo 55 trabajadores ahora solo tiene 6. Disminuyeron los pedidos considerablemente, incluyendo la producción que antes le solicitaba una gran empresa de Ecuador.
“Ahora queremos recuperarnos, elevar la producción, colocar nuestros productos en otras fronteras y creo que con bitcoin podemos lograrlo”, añadió el emprendedor peruano.
Otra oportunidad para luchar con un nuevo aliado: Bitcoin
Olger Alarcón está convencido de que Bitcoin ofrece una solución inclusiva que puede fortalecer las economías y brindar a las personas una oportunidad de luchar. Él conoció a la primera de las criptomonedas cuando escuchó a algunos amigos hablar de ella.
“Entonces me interesé por conocer más, y pregunté porque confiaba en que estos hermanos no me iban a mentir o estafar, y así fue”, señaló.
Luego conoció a Motiv, la ONG (organización no gubernamental) que ha impartido educación sobre bitcoin a más de 60.000 personas en Perú.
Así aprendió a usar un monedero de bitcoin, específicamente el de Bitcoin Beach de El Salvador. También está aprendiendo sobre todo el potencial que ofrece la criptomoneda para “prosperar donde antes no había oportunidades”.
Ahora les habla a sus tres hijos sobre BTC y les paga a sus empleados con efectivo electrónico descentralizado. No tiene dudas de que está forjando un futuro mejor para él, su familia y su entorno.
Asiste al centro comunitario que Motiv tiene en Carabayllo, donde sus hijos participan en diferentes actividades y reciben clases de inglés. Allí, la ONG, al igual que en otras 16 comunidades, está instaurando economías circulares de Bitcoin.
Ha encontrado allí nuevas herramientas educativas para seguir adelante. Siente ahora que encontró un timón para encarrilar su vida después que quedó un tanto perdido tras la desaparición física de su esposa.
“Ella sufrió eclampsia mientras daba a luz y falleció. Los médicos pudieron salvar al bebé que hoy tiene cuatro años, así que quedé solo con mis tres hijos”, confesó Alarcón.
Dinero fuerte que inyecta esperanza a las comunidades de Perú
En las economías circulares de bitcoin en Perú, así como en otras que se han esparcido por Latinoamérica y el resto del mundo, la población aprovecha BTC para realizar sus transacciones diarias.
En estas economías circulares, también llamadas ciudadelas, las personas aprenden que con bitcoin pueden alcanzar su libertad e independencia financiera, ya que ganan acceso a un sistema global abierto.
De igual manera, en estas nuevas ciudades de bitcoin, las personas usan el efectivo electrónico descentralizado para ahorrar dinero. Sueñan con alcanzar objetivos futuros, cómo comprar una casa, iniciar un negocio o superar nuevas metas, como se lo propone Oleg Alarcón.
Él sabe que Bitcoin puede ayudar a las pequeñas empresas a competir y crecer al reducir sus costos y aumentar su base de clientes. También ha aprendido a aceptar bitcoin como opción de pago y ahora se propone atraer a más clientes que prefieren usar monedas digitales.
Es solo parte de lo que se aprende en estas economías circulares de bitcoin, donde la gente se une para centrarse en la idea de vivir con dinero escaso en un mundo de abundancia y no al contrario.
Para Alarcón es convertir el ahorro en BTC en una seguridad financiera que cambie la vida, especialmente en un país en el que la pobreza monetaria afecta casi al 30% de la población, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)
De allí la importancia de crear comunidades centradas en la primera de las criptomonedas, ya que en su círculo se ofrecen recursos y educación para los locales, mostrándoles cómo Bitcoin puede ayudar y enriquecer sus vidas diarias.
Bitcoin adopta a la población desbancarizada de Perú
“Formalizar la economía informal ahora es más posible que nunca a través de la banca en Bitcoin, que solo requiere un teléfono celular y una conexión a Internet”, señala Motiv.
En el país, más del 70% de los trabajadores independientes no tiene acceso a algún servicio del sistema financiero tradicional, según datos de INEI.
Debido a esta desbancarización, los emprendedores recurren a diversos métodos informales para obtener financiamiento. Estos pueden ser los ahorros propios “guardados en casa”, “préstamos de familiares y amigos” o juntas de ahorro, tal como lo apunta un informe del Instituto Nacional de Estadísticas.
A ellos Bitcoin les ofrece una alternativa de tomar el control de sus finanzas y romper el ciclo de la pobreza en el que han permanecido por años, según Motiv.
Alarcón también habla sobre ello y de cómo está percibiendo que bitcoin tiene cada vez más protagonismo en su entorno. Esto, aun cuando se dice que el sol peruano, es una de las monedas nacionales más estables de la región.
Sin embargo, Perú lidera el volumen de transacciones diarias en la Bitcoin Beach Wallet. Como lo reportó CriptoNoticias en marzo, las economías circulares locales están realizando más de 20 mil transacciones semanales de BTC.
Una de las razones que se esconde detrás de ello, es que el país fue catalogado como el cuarto con mayor desigualdad social del mundo, según un informe del Laboratorio de Desigualdad Mundial (World Inequality Lab – WIL inequality).
En ese sentido, parece natural que los ciudadanos estén girando su mirada hacia bitcoin como vía de escape a la pobreza y como motor de cambio social.