Fraude, fraude electoral, fraude financiero y ahora enfrentamos también fraude alimenticio. La falsificación de comida es un problema real, que gobiernos y empresas privadas han estado atacando durante años sin mucho éxito. Por fortuna, hoy la blockchain presenta una alternativa para brindar seguridad en la procedencia de los alimentos.
Desde hace años, los noticiarios han reportado múltiples casos de comida falsificada, principalmente en China. Un hecho que ha producido una gran angustia en la población mundial, pues enfrentar la posibilidad de consumir alimentos dañinos o que sencillamente no fueron por los que pagaste es una constante fuente de incertidumbre para la salud.
Según un informe de 2016, realizado por la consultora PwC, la suma de fraudes con comida a nivel global para el año pasado rondó los 40 millones de dólares. Y entre las formas más comunes de fraude se encuentra la disolución de los productos, la sustitución, el encubrimiento de los ingredientes de baja calidad y los errores en el etiquetado.
Ante esta realidad, se han diseñado alternativas basadas en las propiedades de la tecnología blockchain para abordar el problema de la comida fraudulenta, principalmente desde el rastreo inmutable de las cadenas de suministro.
Entes como IBM, Ernst&Young e Hyperledger han puesto el ojo en los beneficios que podrían traer las cualidades de la blockchain a las cadenas de distribución; acentuando la característica de la inmutabilidad de los datos incluidos dentro del sistema, principalmente.
Confusiones en las etiquetas
Una de las primeras compañías en asomar la posibilidad de reducir el fraude en la comida con la implementación de blockchain fue Hyperledger con su proyecto de código abierto Sawtooth Lake. Este, si bien no inició con el objetivo de ser implementado para el rastreo de suministro, pronto se decidió ponerle como prueba un sistema de rastreo para peces, a fin de establecer cómo funciona la inmutabilidad, inmediatez y la automatización en los libros de contabilidad desde la red hasta el plato.
El caso de uso que decidió probar Sawtooth planteaba resolver una de las cuatro causas de fraude alimenticio: el etiquetado erróneo.
De acuerdo a un estudio realizado por Oceana entre 2010 y 2012, de donde recolectaron más de 1.200 ejemplares de pescado y mariscos, un 33% de la muestra analizada estaba etiquetada de forma errónea. Un margen alto de error que puede conducir a grandes riesgos para quienes trabajan con pescado, ya que pueden poner en riesgo la vida de sus clientes al servir una especie equivocada, o por otro lado, perder dinero por pagar con sobreprecio por los peces que compran.
Sawtooth brinda a los consumidores de pescado unos etiquetados con una amplia información sobre el pez que están por llevarse a la boca. La información estaría al alcance del consumidor gracias a un dispositivo IoT (Internet de las Cosas), específicamente la fecha de pesca, el traslado –con datos específicos de ubicación satelital y hora- y los canales de distribución por los que pasó para llegar hasta el comprador final.
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A pesar de que Hyperledger pensó en probar Sawtooth con peces, desde Asia pronto llegaría la primera implementación de la tecnología.
En China, la compañía de ventas en línea JingDong, conocida como JD.com, adoptó la cadena de suministro respaldada en blockchain para rastrear carne bovina. Para esto, se aliaron con la productora bovina Inner Mongolia Kerchin Cattle, y pusieron en marcha la cadena de suministro blockchain para las carnes que día a día venden; con la diferencia de que incluyeron a la ecuación propuesta por Sawtooth el uso de un código QR y no un dispositivo inteligente.
Desde hace meses, los clientes compradores de carne en línea de JD.com tienen al reverso de su empaque un código QR que los dirige hacia la información registrada sobre su cadena de suministro. En dicha información se encuentran detalles como edad, peso, nombre y hasta qué dieta tuvo la vaca antes de ser beneficiada.
Calidad de los alimentos
La iniciativa de los vendedores de comida para asegurar la autenticidad de los productos que ofertan no termina con JingDong, pues Walmart e IBM –junto a otras 10 compañías aliadas entre las que destacan Nestlé, Golden State Foods, Kroger, McCormick and Company y McLane Company – se dispusieron a estudiar cómo implementar la blockchain en la cadena de suministros puede evitar otro de los problemas masivos de la falsificación: la venta de alimentos caducos.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren 400.000 personas por consumir alimentos en mal estado. Un problema que afecta principalmente a países en desarrollo, Estados Unidos y China –donde en 2015 arrestaron a 110 personas por convertir mil toneladas de carne de cerdo en mal estado en tocino y salchichas-.
Walmart no sólo decidió probar junto a sus aliados la confiabilidad de blockchain para el registro de los datos de expedición de los alimentos, sino que decidió implementar una cadena de suministros basada en blockchain para el rastreo del cerdo en los mercados de China; pues como mencionamos antes, existe un antecedente importante de falsificación y es la carne de cerdo la más consumida en el país asiático -alrededor de 54.6 toneladas al año-.
Y otra compañía de ventas que se unió a la adopción de blockchain para aminorar los niveles de comida fraudulenta que se pudiesen ofertar fue Alibaba, la empresa de comercio en línea número uno en China, quienes hicieron público su interés por reducir los riesgos de fraude utilizando la contabilidad distribuida. Alibaba se alió con la consultora PwC para construir el Food Trust Framework, un proyecto que plantea seguir los alimentos desde las diferentes granjas hasta el plato para evitar errores con los proveedores y vender comida caduca, y, sobre todo, para asegurar la calidad de los productos ofrecidos.
Además de PwC, Alibaba se alió con dos dos compañías autralianas: Blackmores in Canberra –un proveedor de vitaminas y suplementos nutricionales–, y el servicio postal Australian Post, las cuales se encargarán de realizar las pruebas piloto en el mercado desde sus propias cadenas de suministro.
Lo que se pretende con el Food Trust Framework es brindar información confiable a los consumidores finales, teniendo en consideración la desconfianza generada por las etiquetas y empaques que describen los componentes de los alimentos, en rasgos generales.
Otro factor que tiene en cuenta el proyecto de Alibaba es que a nivel mundial la comida sin preservantes ni aditivos tiene un costo mayor a los alimentos que sí estuvieron expuestos a químicos, como los que aceleran los procesos de crecimiento de las carnes. Por ende, es importante que los compradores tengan acceso a información confiable de lo que están consumiendo.
La firma Ernst&Young también se ha unido a este tipo de proyectos, pues este año lanzaron un paquete de aplicaciones corporativas basadas en la tecnología blockchain, llamado EY Ops Chain.
De acuerdo a Paul Brody, Líder de Innovación Global de EY, lo que buscaron al desarrollarlas fue lograr “impulsar la revolución blockchain integrando las finanzas con las operaciones para industrializar esta tecnología en las empresas”. El paquete EY incluyó servicios para el manejo de cadenas de suministro, integrando opciones de manejo financiero, es decir, manejo de inventarios, precios, facturación, pagos y otras informaciones de carácter logístico. Una alternativa que facilitaría la organización a la hora de demostrar ante proveedores que, en efecto, la comida ofertada es la comida entregada.
Asimismo, a las pocas semanas del lanzamiento de EY Ops, la firma Ernst&Young dio a conocer su iniciativa para la protección de la calidad de alimentos, llamada Blockchain Food Quality Protection.
Este proyecto va dirigido a atacar el problema del encubrimiento de los ingredientes de baja calidad, empezando por los vinos lanzados al mercado. La plataforma permite al consumidor al leer un código QR –ubicado al reverso de la botella-, mediante el cual puede conocer el año de la cosecha y la cepa del vino que se dispone a comprar, el origen de la uva y detalles del viñedo, y por último, la información de cada una de las transacciones realizadas entre los canales de distribución, para eliminar sospechas de disolución del vino.
Los gobiernos también aportan
Las empresas privadas no son las únicas que deben aportar para solucionar el problema de la falsificación de alimentos. De hecho, uno de los principales problemas de China es que no existe una legislación definida que ataque el problema o regule a los productores alimenticios, razón por la que han ocurrido grandes escándalos y tragedias.
Por su parte, el gobierno de Japón recibe nuevamente a la tecnología blockchain con las puertas abiertas y da el primer paso entre los gobiernos del mundo para controlarde esta forma la cadena de suministro. La adopción la realizó el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca, anunciando que comenzarán a trabajar con una plataforma blockchain privada para dar seguimiento a las carnes de caza.
La plataforma privada es desarollada por Tech bureau Corp y lleva por nombre Mijin. De acuerdo a la información suministrada por el ministerio, lo que se pretende se seguir el rastro de la carne desde su procesamiento hasta el plato, pues el objetivo es constatar la proveniencia de las carnes.
Sin embargo, a diferencia de Sawtooth, la plataforma funcionará para comparar automáticamente los datos entregados de forma tradicional con los datos registrados en la cadena de bloques. De esta forma, una vez que en Japón se reporte una diferencia entre los datos entregados a la Asociación de Fomento de la Carne de Caza de Japón se emitirá una alerta automática.
Pero estas no son todas las iniciativas que se están llevando a cabo para minimizar el problema de la falsificación de comida a nivel mundial. Un grupo de ganaderos del estado de Arkansas comenzó a rastrear sus envíos de carne y pollo con blockchain. De igual forma, se pretende llevar al plato pollos con identidades únicas en China; y desde Australia desarrollan pruebas pilotos con la plataforma de rastreo de la startup TBSx3. Sin duda, una gran cantidad de proyectos relacionados que demuestran que en todo el mundo se ha encontrado utilidad en un caso de uso novedoso de la blockchain, que resuelve un problema tangible para millones de personas.
Con estas iniciativas, la tecnología que respalda a las monedas digitales prueba una vez más que su potencial se extiende de los usos revolucionarios para la industria financiera, y tienen la posibilidad de mejorar enormemente la calidad de vida de los consumidores.
Sin embargo, es necesario destacar que todas estas iniciativas no eliminarán por completo el problema de la falsificación de comida sin regulaciones consecuentes a la magnitud del problema, razón por la que es necesaria la actuación de los gobiernos en materia regulatoria y la apertura del mercado para adaptarse a las alternativas.
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