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Además de sus usos más comunes, la blockchain tiene otros muy curiosos
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De crear vida a poseer tierras virtuales, aquí te enseñamos algunos
Finanzas, identidad, salud, beneficencia, cadenas de suministro, coleccionables… a la fecha, la tecnología blockchain se ha convertido en una especie de panacea para casi cualquier sector en el que puedas pensar.
Aunque nadie lo hubiera dicho durante sus inicios siendo sólo el trasfondo de Bitcoin, la popularidad de esta tecnología no parece sino ir en aumento con cada día que pasa. Debido a ello, no es de extrañar que, aparte de los usos más predecibles, varias compañías e individuos hayan decidido usarla en proyectos o servicios más bien poco usuales.
A continuación, te enseñaremos algunos de ellos, a los que quizás quieras o no recurrir.
Formas de vida
Sí, al parecer la blockchain también puede crear vida. Gracias al grupo artístico O’Khaos nacieron los llamados “Plantoids”: esculturas de plantas o flores mecánicas, cuya alma es una Organización Autónoma Descentralizada (DAO) sobre la blockchain de Ethereum. Tal como una planta de verdad, necesitan alimentarse y pueden reproducirse. ¿Y cómo?
En primer lugar, se alimentan de bitcoins procedentes de aquellos que quieran donarles, atraídos por su apariencia física o bien por la “personalidad” que desarrolle la DAO, entre la que se incluyen incentivos económicos, reglas de gestión o solidaridad. Una vez se alimenten lo suficiente, pueden reproducirse escogiendo a un artista para construir un nuevo ejemplar de esa especie.
Asimismo, se describen como seres por completo autónomos, que no pueden pertenecer a nadie en particular; así que su ubicación, como algún museo o galería de arte, se decide por medio de la DAO.
Encuentros sexuales
La blockchain también puede funcionar para arreglar encuentros sexuales descentralizando y privatizando los datos de los participantes. Para eso fue creada la plataforma SexService.io, donde tanto los trabajadores sexuales como cualquier persona sexualmente activa puede arreglar un encuentro de forma privada y contando con un sistema de garantía de transacción para los pagos.
Esta iniciativa incluso cuenta con su propia criptomoneda, la SSIO, que tiene como objetivo evitar cualquier tipo de censura o bloqueo por parte de instituciones centralizadas. También ofrece recompensas para mujeres que quieran unirse en los estadios tempranos de la plataforma y compartir contenido.
Economía espacial
La colonización espacial es uno de los grandes sueños de la humanidad, y en un futuro no muy lejano la blockchain podría ayudar a construir toda una economía en el espacio; desde contratos y monedas hasta impuestos y un sistema bancario nuevo. Así lo afirmó el doctor Kartik Hegadekatti, del Ministerio de Ferrocarriles de la India, en su estudio al respecto. Este indica además que llevar dinero físico o máquinas electrónicas desde la Tierra hacia otros planetas tendría un costo demasiado alto, por lo que la alternativa natural son las criptomonedas.
Se podría decir que Asgardia, el proyecto de nación espacial, le tomó la palabra a Hegadekatti; pues para su economía planean crear la criptomoneda SOLAR. En la misma línea, el California Space Center tiene en desarrollo una cadena de bloques para realizar registros y transferencias financieras que podría funcionar en el espacio exterior. Esto, claro, con miras a la futura colonización espacial.
Novela visual
Uno puede preguntarse, ¿cómo es que la blockchain podría intervenir en una novela visual? ¿Tal vez la novela se trata de eso…? Un poco, pero no. En realidad, Deus ETH está basada en contratos inteligentes de Ethereum y cuenta con 50 personajes tokenizados, cada uno de los cuales se puede comprar y vender a precio del mercado. Estos personajillos, además, son tokens antropomorfos con accesorios únicos que luchan por sus vidas en un entorno post-apocalíptico.
La supervivencia de cada personaje durante cada uno de los diez episodios fue determinada al azar por los contratos inteligentes, y para los últimos tres supervivientes, o mejor dicho, para los dueños de estos tokens, aguardaba una recompensa en el capítulo final. La novela gráfica completa puede encontrarse en su página web, dividida en pequeños vídeos. El primer capítulo, sólo como ejemplo, retrata el enfrentamiento entre los protagonistas y los CryptoKitties, que en este futuro se han transformado en máquinas asesinas.
Escribir un libro compartido
Gracias a una alianza entre Visual Editions, Impossible Labs y el Creative Lab de Google se crearon 100 copias de un libro titulado Un universo explota, que no sólo está registrado en la blockchain de Ethereum, sino que se construyó a partir de sus contratos inteligentes.
La idea de este libro es que cada copia pueda ser compartida 100 veces entre distintos lectores, los cuales tendrían que añadir una palabra y borrar dos. Así, al final, todo el contenido sería por completo distinto del origen, aunque las ediciones se guardarían en Ethereum. Cada copia de Un universo explota es única, conformada por todas las palabras de sus lectores. Quizás no se trate de una novela con una trama muy elaborada, pero es un experimento bastante interesante, sin duda.
Fábrica de memes
¿Quieres hacer y vender memes? La blockchain puede ayudarte con eso. Más específicamente, la Meme Factory de District0x. Con esta aplicación descentralizada que corre en Ethereum, es posible crear, coleccionar, curar y comerciar memes de todo tipo. Y sí, con “meme” nos referimos a ese contenido multimedia humorístico que alude a cierta situación.
Los memes son enviados por los usuarios, luego se votan dentro o fuera de la aplicación a través de un registro curado de token (TCR) y, al final, son creados a través de una subasta abierta. Cada meme tendrá un suministro fijo y no se creará más que esa cantidad. De esa forma, los dueños y los coleccionistas pueden comerciar con ellos a precio de mercado.
Comprar tierras virtuales
Seguramente has visto alguna vez The Matrix o Ready Player One, ¿verdad? Pues hay que decir que, gracias a la blockchain, estos mundos virtuales no están tan lejos. Con Decentraland puedes construir y de hecho poseer tanto objetos como tierras virtuales según tu preferencia, sin la intervención de ningún ente centralizado; como sucede en la mayoría de los desarrollos de realidad virtual. Esta es una plataforma blockchain de código abierto que cuenta con su propia criptomoneda, el MANA.
Tales terrenos virtuales se han vuelto tan codiciados que uno de ellos fue vendido hace unos meses por casi USD 9.000 a través de una subasta. Del mismo modo, es posible incluso hipotecarlos gracias a la alianza de Decentraland con la red de préstamos P2P de Ripio.
No nos atreveríamos a decir que estos son todos los usos inusuales de la blockchain, ni mucho menos. De hecho, es muy probable que en lo próximo lleguemos a ver proyectos y servicios aún más extraños, que mezclen incluso varias tecnologías.