Hasta el momento los usos más extendidos de la blockchain giran en torno a las finanzas, pero lo cierto es que resguarda muchos potenciales ocultos. Una vez más esto se ha probado con la llegada de los llamados plantoids: criaturas mecánicas que se alimentan de criptomonedas y cuya alma está construida sobre la blockchain.
En la escena artística estamos acostumbrados siempre a escuchar sobre esculturas, pinturas y escritos, principalmente, pero con toda la tecnología que ha inundado nuestro siglo era evidente que estas expresiones evolucionarían de forma insospechada. El grupo artístico O’Khaos parece dedicado a probar esto diseñando arte que pueda interactuar con las personas, y uno de sus proyectos son los plantoids, que a simple vista son esculturas de plantas mecánicas que parecen salidas de alguna novela steampunk, donde el pasado y el futuro se mezclan. Sin embargo, son vida artificial, pues como ‘alma’ tienen su propia DAO (Organización Autónoma Descentralizada) basada en la blockchain de Ethereum.
Incluso se describen como seres completamente autónomos, que no pueden ser comerciados ni pertenecer a nadie, aunque su ubicación, que puede ser una galería de arte, se decide —al igual que su desarrollo— por medio de la DAO. Y tal como las verdaderas plantas interactúan con otras especies para poder reproducirse (por ejemplo, las abejas trasladan el polen de muchas flores), los plantoids interactúan con los humanos para poder hacerlo, utilizando sus cualidades físicas o su ‘personalidad’ para que los donantes las ‘alimenten’ con la cantidad de bitcoins que quieran.
Sus cualidades físicas, por los momentos, se resumen principalmente a una estructura mecánica y electrónica que emula a una planta o una flor. Por otro lado, entre su ‘personalidad’, existente en la blockchain, se incluyen sus incentivos económicos, reglas de gestión o solidaridad; factores con los que pueden interactuar con los artistas o donantes y con otras de su clase, a las que están siempre conectadas y a las que donan un poco de su propia energía (traducida en bitcoins) como ‘agradecimiento’ por ayudar a su existencia.
Una vez que reúnen suficientes bitcoins para reproducirse a sí mismas, acuden a una tercera parte, es decir, un artista al que transmiten estos bitcoins, para que él cree otra de su misma especie. Igualmente, están diseñadas para adaptarse a su entorno y evolucionar a nuevas tecnologías, volviéndose cada vez más inteligentes. Aquellas que no logren morirán en el espacio virtual, e incluso, si es el caso, perderán su movimiento o brillo.
Primavera De Filippi, Fundadora De O’Khaos, comentó al respecto:
Plantoid es un intento de usar el arte para ilustrar lo que considero uno de los aspectos más innovadores y disruptivos de la blockchain: la capacidad de crear entidades autónomas que son completamente independientes y autosuficientes. Como una forma de vida basada en la blockchain, el Plantoid lleva el concepto de autonomía a un nivel completamente nuevo.
Primavera De Filippi
Fundadora
Actualmente, las DAO no son entidades jurídicas y su estatus legal se encuentra en desarrollo. Las primeras plantoids han corrido por cuenta de O’Khaos, pero en el futuro pueden expandirse por cuenta de cualquier donante o artista. Por ello, tanto su evolución legal como la evolución ‘darwiniana’ para que la fueron diseñadas estas criaturas mecánicas puede ser muy interesante de seguir.
De alguna manera, pudieran compararse los plantoids con las aplicaciones del Internet de las Cosas, donde se establece una conexión vía internet con objetos cotidianos e inteligentes que deben realizar tareas para las que fueron destinados, incluso automatizando el inicio de la labor determinada si un contrato inteligente es emitido. Estos objetos pudieran tener la capacidad de portar carteras de almacenamiento de criptomonedas, donde podrían recibir los pagos por la tarea desempeñada o enviar una cantidad de monedas a otro dispositivo a modo de pago por culminar otra labor, y así gestionar ellos mismos la cancelación de un servicio prestado con la seguridad y fiabilidad que otorga la blockchain.