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El país enfrenta un proceso deflacionario y bajos precios por la expansión del coronavirus.
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Las consecuencias de la gigantesca inyección de fondos produciría inflación descontrolada en 2021.
Las repercusiones económicas que dejará la pandemia del coronavirus en los Estados Unidos dibujan un panorama oscuro para el 2020 y posiblemente para el 2021. El gobierno de Donald Trump y las instituciones financieras, como la Reserva Federal (FED), ya han anunciado medidas para «rescatar» la economía que tendrá una contracción alrededor del 6% este año, según el más reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Una de estas decisiones es la inyección histórica de liquidez desde la FED, como banco central, para financiar a cientos de empresas y millones de estadounidenses en tiempos de paralización y aumento del desempleo. Trillones de dólares ya han sido distribuidos para paliar la situación temporalmente, con condiciones especiales de pago, mientras se reactiva de nuevo la economía.
Más allá de cómo ha sido el manejo de la COVID-19 en este país, foco principal de la propagación mundial, queda para el análisis cómo reaccionará el dólar americano en medio de toda esta turbulencia que podría extenderse por varios meses, sin que aún exista una vacuna para contrarrestar la enfermedad.
La situación puede desglosarse en dos etapas: la actual, de shock deflacionario internacional o de caída de precios, y la que podría ocurrir el próximo año con un escenario de inflación descontrolada. Para el analista de mercados y trader venezolano, Alberto Cárdenas, las principales economías del planeta no están sufriendo en este momento un problema inflacionario, sino todo lo contrario.
«El mundo está viviendo un shock deflacionario, eso a pesar de la impresión indiscriminada de dinero de los bancos centrales. Lo que hay es una caída en el crecimiento económico, un impacto por la sobreoferta de productos y servicios. Si observas los precios de las materias primas, que es el principal indicador inflacionario del planeta, está en niveles mínimos, el ciclo es bajista, las materias primas están cayendo, con la excepción de algunas cosas como el oro y el arroz», dijo Cárdenas consultado por CriptoNoticias este lunes.
La inflación que sí ve Cárdenas en la actualidad es la que está ocurriendo con los productos financieros como las acciones o bonos que, según su opinión, han captado esta enorme liquidez y que no se ha traducido todavía en la economía real.
Han tratado de mantener las economías a flote, pero la inflación no está ahí de hecho. Es cierto, hay una impresión de dinero inédita de los bancos centrales, pero esto es solo la primera etapa. Después de que se restituya un poco el tema de la demanda, creo que vamos a tener un rápido cambio a un entorno inflacionario y toda esta impresión de dinero se va a traducir en una pérdida de valor en las monedas fíat, especialmente en los Estados Unidos
Alberto Cárdenas, analista de mercados y trader.
Para este año el analista considera que el dólar tendrá una tendencia alcista, en comparación con otras monedas nacionales, ya que todavía hay economías emergentes que están necesitando liquidez. Es decir, a pesar de la impresión de dólares a escala industrial habría una escasez latente.
El punto que resaltó el trader es que en situaciones deflacionarias como la actual, el dólar se aprecia porque las personas buscan refugiarse en bonos, por ejemplo. Sin embargo, lo que ocurre podría tomar un giro de 180 grados si el ciclo comienza a cambiar, eso incluye que las materias primas toquen fondo, que las economías se reabran y que haya un equilibrio de inventarios. Lo que marcaría el inicio de la segunda etapa en donde la impresión de dinero le «pasaría factura» al dólar.
La situación iniciaría un ciclo bajista para la moneda estadounidense que incluye una posible inflación descontrolada producto del déficit fiscal y las distorsiones actuales. Bajo estas condiciones el precio de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas podría exhibir un mejor rendimiento bajo un entorno inflacionario, según Cárdenas.
Inflación para el 2021
El panorama inflacionario podría presentarse el próximo año en los Estados Unidos luego de las elecciones presidenciales. Al menos así lo considera el economista mexicano y trader de criptomonedas @CRYPTOHISPANO01, quien explicó que el rescate dispuesto por el banco central no será suficiente y que las empresas agotarían sus reservas y ahorros.
Las empresas tendrán que salir a flote con nuevos préstamos, esto significa más dólares, lo que es igual a menores tasas de interés, más deudores y, con el correr de los meses, a más bancarrotas, si la economía no se reactiva a nivel global. La pregunta más importante es, ¿esos préstamos podrán ser pagados? De no ser así veremos: inflación, más brecha entre clase alta y baja, deuda pública y muchas bancarrotas.
@CRYPTOHISPANO01, economista y trader de criptomonedas.
El analista azteca es de los que piensa que en Estados Unidos se está alimentando una burbuja en Wall Street y en las deudas personales de los ciudadanos, lo que podría desencadenar consecuencias a mediano plazo.
En relación con una posible reactivación económica, ante la inyección de nuevos capitales, @CRYPTOHISPANO01 fue claro al decir que las empresas se mantendrán a flote con los préstamos del gobierno, pero sin crecimiento, «no habrá mucha generación de empleos», dijo.
Sobre las posibles acciones que tome Trump para no empañar su posibilidad de ser reelegido, debido a una profundización de la crisis, el trader resaltó que el gobierno tratará de llevar la situación lo mejor que pueda con el dólar y la reactivación económica hasta las elecciones presidenciales. No obstante, la situación cambiaría para peor el próximo año y no mejoraría sino hasta dentro de tres años.
«En mi opinión las graves consecuencias de prestar 2,5 trillones de dólares se presentarán en 2021 con inflación, deuda pública y dinero circulante. El dólar nunca pierde, lo fuerte viene para Latinoamérica, porque lo que le pega a Estados Unidos una vez, a Latinoamérica nos pega tres veces más fuerte», comentó a CriptoNoticias en relación con mayores devaluaciones en los países de la región.
Mensajes contradictorios
Mientras que el Fondo Monetario Internacional, economistas y analistas vaticinan un pésimo panorama económico para los Estados Unidos en 2020, con potenciales debilidades para el dólar el año que viene. El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, predijo el domingo que la economía del país se recuperará durante los meses de julio, agosto y septiembre, luego de una paulatina reapertura durante mayo y junio.
«Estamos poniendo una cantidad de alivio fiscal sin precedentes en la economía (…) están viendo billones de dólares que están llegando a la economía, y creo que esto tendrá un impacto significativo», dijo el funcionario.
Aunque el mensaje puede ofrecer esperanza para los estadounidenses, lo cierto es que el país registra las mayores cifras de fallecidos y de contagios por COVID-19, algo que no tiende a disminuir. La situación podría ser peor, ya que hay estados como Georgia que han comenzado a flexibilizar las medidas de aislamiento.
Lo dicho por Mnuchin contrasta con las declaraciones del asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, quien también afirmó el domingo que el desempleo en el país podría alcanzar niveles no vistos desde la Gran Depresión, ocurrida luego del año 1928. Para Hassett, la paralización por coronavirus es el «mayor shock negativo que nuestra economía jamás haya visto».
El tema es que Trump estaría afianzando sus estrategias para minimizar el impacto de la pandemia en la economía y la posible pérdida de terreno del dólar. En la actualidad la moneda mantiene su fortaleza, según los analistas consultados, pero esta podría verse comprometida si la situación con el coronavirus y las decisiones tomadas fracasan, ya que lo que ocurre en el país ha sido asumido como un problema sanitario y no como una compleja situación con múltiples implicaciones sociales y económicas.