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El Congreso Nacional debate una propuesta de ley que incentivaría las inversiones.
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El Ministerio de Industria y Comercio emitiría licencias para impulsar la minería local.
¿Podría imaginar usted a un país que acepte a bitcoin (BTC) como moneda de curso legal? Ya existe en Centroamérica con El Salvador. ¿Podría imaginar a un país que acepte a bitcoin como forma de pago para procesar importaciones nacionales? Ya existe en el Oriente Próximo con Irán. Ahora, ¿podría imaginar a un país cuya principal fuente de ingresos sea la minería de Bitcoin? Ese podría ser Paraguay en Suramérica.
Legisladores de la nación guaraní están impulsando un proyecto de ley para regular a BTC y a todas las criptomonedas, pero con especial énfasis en la minería digital. Al contar con abundante energía renovable, el país se perfila como una alternativa para albergar grandes granjas mineras y producir el hash rate que requiere la red Bitcoin, por ejemplo.
En la actualidad las represas hidroeléctricas de Itaipú (Paraguay-Brasil) y la de Yacyretá (Paraguay-Argentina) generan 8.500 MW. De esa gigantesca cantidad de energía solo son utilizados unos 3.300 MW. Es decir, hay un excedente de 5.500 MW que podrían alimentar miles de mineros ASIC.
Empresas mineras de China ya han comenzado a llegar al país para explorar oportunidades de negocios e invertir millones de dólares en Paraguay. Sin embargo, las reglas regulatorias aún no están claras con el denominado «Proyecto de ley que regula la industria y comercialización de activos virtuales o criptoactivos» o simplemente «ley Bitcoin».
Para conocer cuáles son las expectativas de los mineros locales y cómo podrían beneficiarse de la propuesta de ley, CriptoNoticias conversó con Juanjo Benítez Rickmann, CEO de la empresa minera Digital Assets y asesor del proyecto de ley paraguayo; Fernando Arriola, accionista y vicepresidente de BC Mining Paraguay; y con Luis Pomata, CEO de Nano Mining.
De acuerdo con Benítez Rickmann, la meta de la propuesta de ley es que el Estado paraguayo reconozca a la minería de criptomonedas como una industria. Para el minero, el que se establezca un marco regulatorio eliminaría la informalidad que existe en este campo.
«La gente sabe que el petróleo paraguayo es la energía eléctrica. Una regulación de este tipo con planos e infraestructura traerá ingresos y tranquilidad. Para los maximalistas de bitcoin va a sonar mal la palabra regulación porque dirán que bitcoin está regulado por las matemáticas. Esa idea libertaria-anarquista no funciona en el mundo y menos en un país que no está en esa corriente», dijo el ejecutivo.
El representante de Digital Assets considera que el marco regulatorio para la minería es una necesidad. Entre los beneficios que traería la aprobación de la ley para Paraguay, según Benítez Rickmann, están: generación de empleo, captación de inversiones extranjeras, pago de impuestos por la importación de los equipos y la posibilidad de que la minería impulse el Producto Interno Bruto (PIB) local.
Del lado de los mineros los beneficios serían: las empresas contarían con cuentas bancarias para girar pagos, tener acceso a mejores tarifas eléctricas y facilidades a la hora de importar y pagar los mineros ASIC. Además, hay que recordar que, al ser de carácter industrial, la ley no alcanzaría a los pequeños mineros. Es decir, cualquier persona puede minar en su hogar sin la necesidad de una licencia, siempre y cuando sea una cantidad pequeña de equipos operando.
«Ley Bitcoin» y su alcance en Paraguay
La «ley Bitcoin», elaborada por el diputado Carlos Rejala y el senador Fernando Silva Facetti, involucra hasta a cuatro entidades estatales: el Ministerio de Industria y Comercio, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), la Comisión Nacional de Valores y la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad).
Las dos primeras son las que tendrían mayor rango de acción sobre la minería de Bitcoin y otras criptomonedas. De hecho, el ministerio sería el ente encargado de otorgar licencias a los mineros, supervisar sus actividades, registrar y controlar «el funcionamiento de las máquinas informáticas cuyo único uso es la minería».
El ministerio también tendría competencia en la capacitación técnica de ingenieros sobre la minería y emitir sanciones en caso de que la actividad se realice fuera del marco regulatorio. La ANDE establecería los requerimientos para el consumo eléctrico, fijar las tarifas que pagarían los mineros, aprobar y fiscalizar las instalaciones para la generación del hash rate.
Mientras la ley no sea aprobada el país seguiría en una «zona gris» en relación con la minería, con el trading y las transacciones bancarias relacionadas con criptomonedas. Así lo cree Fernando Arriola, quien explicó que, en caso de que la minería sea reconocida como una industria más del país, el panorama cambiará totalmente.
«La ley les daría nombre y apellido a las criptomonedas. Hoy en día hay una laguna jurídica en la minería y el trading porque no existe como industria frente a la subsecretaría de tributación. Como mineros tenemos muchos problemas con los bancos por la falta de entendimiento de nuestros servicios. Ellos no entienden que nosotros generamos capacidad de cómputo», dijo Arriola.
Más allá de los debates de la «ley Bitcoin», que podrían extenderse hasta por un año, Paraguay buscaría capitalizar parte del éxodo de los mineros de China. Arriola reveló que todas las semanas reciben solicitudes de presupuestos de empresas asiáticas interesadas en llegar al país. Cada compañía china está pidiendo como mínimo 100 MW para operar, lo que representaría una inversión de 200 millones de dólares.
«Por un lado queremos proteger a Paraguay con las mejores prácticas y crecer como empresarios. Queremos hacer más transparente el negocio y que las compañías que quieran invertir lo hagan siguiendo las regulaciones establecidas», añadió Arriola quien también forma parte de la cámara Fintech paraguaya.
Los mineros consultados destacan dos escenarios: si la ley no es aprobada, entonces las inversiones para la minería de Bitcoin serían pequeñas, dispersas y con dificultades para cambiar los BTC a moneda nacional. Si la ley recibe el visto bueno en el congreso, entonces podrían llegar miles de millones de dólares en inversiones y dinamizar la economía nacional.
Tarifas eléctricas para minar bitcoins
La minería de Bitcoin se sustenta en el consumo de energía eléctrica para que los equipos ASIC funcionen, ofrezcan seguridad a la red, validen las transacciones y puedan resolver bloques. El costo de la electricidad es uno de los factores a considerar a la hora de invertir. Mientras más barata sea, mejor. En Paraguay las tarifas solo pueden ser modificadas por el presidente de la República.
En la actualidad en el país no hay un esquema tarifario para la minería de activos digitales. De acuerdo con el minero paraguayo Luis Pomata este es un elemento que podría cambiar en el futuro, si la ley es aprobada en el congreso.
«Ahora mismo lo mejor que se puede obtener es 3,5 centavos de dólar por kW/hora. Los mineros queremos solicitar ante la ANDE una tarifa de menor costo, pero al no ser una actividad industrial reconocida por el Estado, hay que recurrir a otras maniobras», indicó Pomata a CriptoNoticias.
Una de esas alternativas es alquilar locales que ya tengan una tarifa establecida y pagar las facturas como si se tratara de otro tipo de negocio. Con un marco regulatorio más favorable, Pomata cree que las tarifas podrían bajar mucho más. Una cifra podría ser de 2 centavos de dólar por kW/hora o menos.
Los mineros consultados explicaron que Paraguay tiene una oportunidad «brillante» para capitalizar la minería de Bitcoin. No obstante, coincidieron en que las decisiones deben tomarse a tiempo para que las empresas no se vayan a Canadá, Estados Unidos o Kazajistán, países en donde los mineros tienen otras condiciones para operar.
«Hay muchas empresas que quieren venir, pero dicen ‘cómo voy a invertir millones de dólares si no puedo tener una cuenta bancaria para girar fondos y construir una infraestructura de hash rate’. Hoy en día no operamos ilegalmente, pero tampoco existe un marco jurídico que diga ‘esta es la forma de operar», puntualizó Pomata.
El foco del Estado, según los mineros, debe estar centrado en los beneficios que una minería de Bitcoin organizada le podría traer a Paraguay. Más allá del impacto que tenga entre los mineros locales, los entusiastas bitcoiners apuestan es por un logro nacional que fomente el desarrollo de la industria y genere prosperidad colectiva.