En 2009 Satoshi Nakamoto, quien al sol de hoy se mantiene en el anonimato, publicรณ el Libro Blanco de Bitcoin, la primera criptomoneda digital. Tras ella se comenzarรญa a hablar tambiรฉn de la cadena de bloques, la tecnologรญa en la que se sustenta. Y tan sรณlo un poco mรกs de tiempo harรญa falta para descubrir que la blockchain, en realidad puede utilizarse en numerosas y distintas aplicaciones, no sรณlo para el mundo financiero.
Gracias a que, por exclusiva decisiรณn de su legรญtimo autor, el Bitcoinย y la Blockchainย se mantuvieron como cรณdigo abierto, es decir, de licencia libre, es que ahora numerosas instituciones parecen ansiosas de tomar un poco de esta tecnologรญa y registrarla como su propiedad.
Tal es el caso del britรกnico Stephen Mollah, que introdujo los documentos correspondientesย en la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido, describiendo esta tecnologรญa y proclamรกndose creador y dueรฑo de ella. Otro intento, mucho mรกs mediรกtico, ha sido el del australiano Craig Wright, quien ademรกs ha afirmado en repetidas ocasiones ser Satoshi Nakamoto, pero no ha podido probarlo.
Sin embargo, la mayorรญa de los registros de patentes relacionadas al Bitcoin y la Blockchain no intentan afirmarse poseedores de estos, pues saben que la tecnologรญa fue registrada antes bajo la Licencia del MIT, la cual concede legalmente permiso a cualquiera que desee utilizarla, modificarla e incluso venderla. Lo que en realidad pretenden es registrar, precisamente, esas modificaciones: desde carteras mรณviles hasta sistemas de libros distribuidos con aplicaciones y nombres especรญficos.
Segรบn un grรกfico presentado en InnovationAus, el nรบmero de patentes relacionadas a la blockchain ha presentado un crecimiento exponencial durante los dos รบltimos aรฑos. Para afirmar esto, se muestra el aumento del tรฉrmino ยซblockchainยป en todas las patentes internacionales presentadas cada aรฑo por los paรญses signatarios del Tratado de Cooperaciรณn en Materia de Patentes (PCT).
Por su parte, sรณlo en la en la pรกgina web de la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglรฉs), una bรบsqueda de la palabra โBlockchainโย arroja mรกs de 60 resultados, mientras que โBitcoinโ y โMoneda Digitalโย muestran mรกs de 500 registros.
Probablemente entre este gran nรบmero se encuentran las patentes registradas por el Bank of America, que ha hecho notables esfuerzos por conseguir el uso prรกcticamente exclusivo de la tecnologรญa. Pero no son los primeros, ni tampoco los รบltimos. La fabricante de hardware Dell, el banco Goldman Sachs, la compaรฑรญa de telecomunicaciones Verizon, la plataforma PayPalย y la consultora Accenture,ย son sรณlo algunas de las empresas que estรกn en proceso de registrar sus propias patentes sobre blockchain y criptomonedas. Por no mencionar, de hecho, las cientos de altcoins desarrolladas a lo largo de estos pocos aรฑos y que tambiรฉn tienen su propio espacioย en la USPTO.
ยฟPrรณxima guerra?
De acuerdo con expertosย como Ted Mlynar, un socio en la prรกctica de la propiedad intelectual en Hogan Lovells en Nueva York, en los prรณximos aรฑos podrรญa desatarse una autรฉntica guerra entre las compaรฑรญas que quieran poner su firma sobre la blockchain: โTodo el mundo estรก tratando de poner en juego su reclamo y representar a cabo su estrategia de negociosโ.
Sin embargo, otros como Geoff Cohen, vicepresidente de anรกlisis forense digital en Stroz Friedberg en Boston, piensan que aรบn la tecnologรญa no ha dado suficientes beneficios monetarios como para producir una guerra. Y tampoco se sabe si los producirรก en los prรณximos aรฑos.
Por otro lado, se podrรญa afirmar que este registro masivo de patentes atenta contra la filosofรญa original del Bitcoin. Nakamoto ni siquiera revelรณ su identidad, poniendo su invento a la orden de cualquiera que quisiera utilizarlo, sin limitaciones. Su cartera de bitcoins, que resguarda una fortuna, aรบn sigue intacta. No es difรญcil deducir que su intenciรณn, mรกs que monetaria, era llevar a la vida el ideal de la descentralizaciรณn, donde las personas podrรญan manejar su dinero con sus propias manos, sin intervenciรณn de los grandes poderes.
Si el Bitcoin y la Blockchain llegan a pertenecer a esos grandes poderes (gobiernos y corporaciones), aunque sea por partes, este ideal puede apagarse definitivamente. Este sistema abierto ha arribado a un mundo donde domina el Copyright y el control, quizรกs muchos aรฑos antes de lo que deberรญa; asรญ que su futuro libre para el pรบblico parece balancearse en la incertidumbre.