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Bitcoin está protegido por una serie de factores e incentivos alineados.
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Los precios por tarifa tienen un importante rol en la seguridad de Bitcoin.
Actualmente no existe tanta congestión en la red Bitcoin como en periodos pasados, sino un bajo volumen de transacciones y por ende, el costo en bitcoins (BTC) de las tarifas está en mínimos históricos.
Los mineros siguen añadiendo bloques a la cadena (blockchain) y cobrando la recompensa en BTC que se genera; que en la actualidad se ubica en 6,25 BTC por bloque, manteniendo la seguridad de la red. Hasta aquí todo bien.
Ahora, es un hecho que la recompensa por bloque seguirá reduciéndose cada 4 años hasta emitirse el último bitcoin. ¿Qué pasará cuando se emitan cada vez menos BTC? ¿Qué tal si los BTC generados no son suficientes para los mineros y requieren tarifas más altas? ¿Se verá perjudicada la seguridad de Bitcoin?
Lyn Alden, analista y estratega financiera, responde a estas preguntas en un ensayo publicado en marzo de este año (2021), donde establece que el modelo de seguridad de Bitcoin se basará cada vez más en las comisiones, y menos en la recompensa o emisión de nuevos BTC por bloque.
Esto fue determinado así por Satoshi Nakamoto, quien en varias oportunidades manifestó sus ideas sobre la emisión monetaria limitada de Bitcoin, su modelo de seguridad basado en la Prueba de Trabajo (Proof-Of-Work, PoW) y la eventual transición hacia una era donde las tarifas por transacción sean el incentivo para añadir bloques a la cadena.
«Existirán tarifas por transacción, así que los nodos tendrán el incentivo de recibir e incluir todas las transacciones que puedan. Eventualmente, los nodos serán compensados solamente con las comisiones de transacción cuando la cantidad total de monedas creadas alcance su máximo predeterminado», afirmó Satoshi en un correo electrónico enviado en 2008, antes de que Bitcoin fuese lanzado (3 de enero de 2009) por su creador.
Status ideal: equilibrio entre tarifas y capitalización para más seguridad
Alden considera a Bitcoin como la blockchain pública más segura de la última década (2010-2019), pero la década actual, que culmina en 2029, supondrá retos y escenarios en los cuales su seguridad y funcionamiento se pondrán a prueba.
El estado ideal para la red de Bitcoin en el futuro es alcanzar un equilibrio en el mercado de comisiones, de modo que los bloques minados estén consistentemente llenos, en su mayor parte de transacciones grandes, y que las tarifas (fees) sean sustancialmente bajas en términos de porcentaje de valor agregado.
Lyn Alden.
Cuando Alden se refiere al porcentaje de valor agregado por precio de comisión, no quiere decir que una transacción de BTC cueste centavos de USD, como ocurre actualmente.
A lo que se refiere, es que, en este estado ideal de las cosas, la tarifa por transacción sería baja respecto al valor total alojado en la red Bitcoin (expresable como su capitalización de mercado), pero suficiente para cubrir el presupuesto de seguridad.
El aumento de precio de BTC es uno de los factores que ayuda a los mineros a mantener la rentabilidad de su actividad, en periodos donde las tarifas no son tan atractivas. Cuando sucede el halving o reducción de la recompensa a la mitad, los mineros podrían resentir momentáneamente el tener que recibir la mitad de BTC que antes, pero esto no es causal para que dejen de proveer sus servicios a la red.
«A medida que el precio de Bitcoin sube con el tiempo, la rentabilidad de los mineros aumenta, aun cuando la recompensa de bloque se recorta a la mitad cada 4 años. En otras palabras, los mineros reciben menos monedas por su esfuerzo, pero más valiosas según su precio en dólares (USD), además de una pequeña pero creciente cantidad de comisiones.
La analista apunta a que en el futuro, Bitcoin pueda procesar transacciones de gran peso (en memoria, bytes) a buen ritmo, con las tarifas óptimas más bajas posibles, pero sin sacrificar la integridad y la seguridad del protocolo.
Su pronóstico es que las grandes entidades realizarán transacciones en lote, básicamente para consolidar pagos de montos elevados. El resto de transacciones, corresponderán a la red Lightning u otras soluciones de segunda capa que podrían crearse en el futuro y que tendrían una elevada tasa de adopción entre los usuarios.
«Si estás tratando de transferir USD 10 millones en BTC, estarás más dispuesto a pagar USD 1.000 en BTC para que esta se confirme. Esta dinámica ayuda a confirmar las transacciones de mayor valor bajo una lógica de libre mercado», indica la estratega financiera.
Aunque Alden concluye de manera optimista y positiva respecto a la evolución del modelo de seguridad de Bitcoin, es importante entender por qué este modelo depende de que existan los incentivos adecuados para protegerla.
Hay varias amenazas… ¡Todas muy costosas!
Una de las hipótesis que Alden plantea respecto a los riesgos de Bitcoin, es la posibilidad de un ataque de 51%, que consiste en tomar el control de más de la mitad del poder de procesamiento para ponerlo al servicio de un actor malicioso.
El propósito de tomar control sobre la cadena puede apuntar a revertir transacciones, reorganizar bloques o robar bitcoins. Pero tal sería el poder necesario para atacar exitosamente a Bitcoin, que solamente un actor muy grande pudiera lograrlo, probablemente.
Alden lo pone claro: la red Bitcoin consume tanta electricidad como algunos países, así que tomar control del 51% de la red, requeriría de mucho poder de hardware y poder económico para financiarlo, algo sobre lo que también ha reportado CriptoNoticias.
La analista piensa que esto sería potencialmente posible solo con un consorcio de estados-nación y otros actores, que con suficientes recursos y muchísimo capital perpetren este tipo de ataque contra Bitcoin.
Alden apunta que muy difícilmente los incentivos y recompensas para atacar Bitcoin puedan estar alineados, puesto que los mineros no sacrificarían su hardware y su dinero en un ataque que si triunfase, haría perder toda su capitalización de mercado a Bitcoin y reduciría la confianza en dicho protocolo. Sería destruir su propia fuente de sustento, «aunque sean capaces de robar algunas monedas en el ataque», dice Alden.
Aún si los mineros logran reorganizar bloques en la cadena, todavía se verían enfrentados a la red de nodos distribuidos de Bitcoin, compuesta por los usuarios y participantes de la red, quienes sin duda rechazarían cualquier intento por dañar la integridad de Bitcoin.
“La dificultad y costo de este tipo de ataque es tal que por ello no ha sucedido en Bitcoin, y solamente un actor estatal, o un colectivo de Estados, que puedan ser particularmente hostiles a la existencia de Bitcoin y no preocuparse por la poca rentabilidad de su ataque, pueden intentarlo.
Mientras más se adopte Bitcoin, incluyendo entre los ciudadanos de un Estado, será más autodestructivo para este estado hacer dicho esfuerzo […]”
Lyn Alden, Analista y Estratega financiera.
La cantidad de electricidad, dinero y hardware necesario para atacar Bitcoin supera por mucho las capacidades conocidas hasta ahora.
En la conferencia The B Word, celebrada el pasado 21 de julio, Lyn Alden explicó que gracias a que Bitcoin utiliza hardware especializado y exclusivo, marca la diferencia respecto a otros protocolos blockchain que han alcanzado una elevada capitalización de mercado. Como ha indicado Alden en otras oportunidades, Bitcoin no es reemplazable.
¿Cuáles son los retos de esta transición?
Descartando la posibilidad de ataques de 51%, Alden considera que existen otros factores como la inflación y la cantidad de transacciones que se realizan en la red principal, que podrían incidir en la seguridad de Bitcoin en el futuro.
El reto está en que no existe un número certero sobre qué porcentajes de comisiones se deben tener; es todo una aproximación. En la práctica, Bitcoin no se optimiza a sí mismo por seguridad, sino que la seguridad es un producto derivado del mecanismo de incentivos en torno a la minería, lo que significa que hay momentos donde la seguridad es muy alta o muy baja en comparación con amenazas creíbles. La red de Bitcoin no aborda cuantitativa o cualitativamente los escenarios de riesgo para ajustar sus tarifas.
Lyn Alden, Analista y estratega financiera.
Como mencionamos párrafos más arriba, Alden ve una enorme base de usuarios haciendo transacciones en la red Lightning en el futuro. Como reportamos en CriptoNoticias el pasado 26 de julio, Lightning ha venido creciendo aceleradamente, casi duplicando su capacidad total en un lapso de 4 meses.
Sin embargo, Alden considera en su ensayo que Lightning no contribuye a elevar el precio de las tarifas, y que son las transacciones on-chain las que verdaderamente ayudan a los mineros a sostenerse comercialmente.
Si la adopción de Bitcoin sube 5 o 10 veces más en los próximos años, mientras que el tamaño del espacio en bloques se mantiene, no debería ser difícil generar un mercado de tarifas elevadas, persistentemente. Las transacciones off-chain serían usadas para transacciones más pequeñas con tarifas que no generarían rentabilidad [de: uneconomic].
Lyn Alden.
Esto funciona de la siguiente manera: si para los mineros no fuera rentable procesar determinado volumen de transacciones debido a su precio en comisiones, la red se congestionaría. Pero mientras más se congestione la red, más tenderán a subir las tarifas promedio pagadas por los usuarios, alcanzando eventualmente el incentivo mínimo aceptado por los mineros.
Ahora, si los usuarios dejan de utilizar la red, esta no tendría congestión de transacciones, y las tarifas solicitadas por los mineros tenderían a bajar en su precio, dando continuidad al proceso de confirmación de transacciones.
Pero a su vez, si las tarifas disminuyen, esto sería un incentivo para que nuevos usuarios y entidades regresen para realizar transacciones en la red principal, subiendo la demanda por su confirmación y trayendo de nuevo las tarifas al punto de equilibrio. Resolución feliz para mineros y usuarios.