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El volumen de dinero movido en actividades ilícitas cayó 80% entre 2019 y 2020.
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Los ransomware movieron 300% más dinero que en 2019, en medio de la pandemia.
Los movimientos de fondos con bitcoin y otras criptomonedas asociados a actividades ilícitas se redujeron considerablemente durante el año 2020, comparado con el año anterior. Así lo refleja el más reciente informe de Chainalysis, firma de investigación que hace seguimiento a estos acontecimientos.
Durante todo 2020, solo un 0,34% del volumen de transacciones con bitcoin y criptomonedas estuvo asociado a algún tipo de delito. Esto representó más de 80% de disminución, comparado con el 2,1% registrado durante el año 2019, según muestra el reporte, publicado hace unos días.
En 2019, la firma estima que se movieron más de 21.000 millones de dólares en bitcoin y otras criptomonedas en actividades ilícitas. Mientras tanto, esa cifra se redujo a unos 10.000 millones en 2020, tomando en cuenta el valor total entre fondos recibidos y enviados por direcciones identificadas con algún crimen.
Los investigadores apuntan que en sus estimaciones iniciales sobre 2019, el volumen de transacciones asociadas a delitos abarcaba únicamente el 1,1% del total. Sin embargo, el hallazgo de nuevas direcciones involucradas en algún ilícito hizo que creciera la cifra final. Por ello, prevén un posible aumento en cuanto a los datos de 2020 en el futuro.
A pesar de esas estimaciones, los creadores del informe mantienen una postura alentadora sobre el crimen y las criptomonedas. Principalmente, consideran positiva la disminución de fondos relacionados con crímenes que se movieron durante el año, aunque “una de las razones por las que se redujo el porcentaje de actividad ilícita es que la actividad económica general casi se triplicó entre 2019 y 2020”.
“Los delitos relacionados con las criptomonedas están disminuyendo, sigue siendo una pequeña parte de la economía general de las criptomonedas y es comparativamente menor que la cantidad de fondos ilícitos involucrados en las finanzas tradicionales”.
Chainalysis.
Las estafas lideran el movimiento de fondos ilícitos en bitcoin
Tal como ocurrió en 2019, la mayoría de los fondos asociados a delitos fueron parte de estafas con bitcoin u otras criptomonedas. En este apartado, Chainalysis toma en cuenta únicamente los fondos recibidos por direcciones asociadas con delitos, que en total fue de unos 5.000 millones de dólares. De esa cifra, un 54% formaba parte de estafas, para un total de 2.600 millones.
Aunque mantuvieron el primer lugar entre los delitos beneficiados por el uso de criptomonedas, las estafas bajaron considerablemente comparadas con el año anterior. En total, el volumen de dinero recibido en estafas se redujo más de 70%, según los registros de la investigación.
El reporte destaca que la disminución del valor en bitcoin y criptomonedas asociado con actividades criminales se debe en gran medida a que no hubo estafas del calibre de PlusToken, esquema al que las autoridades chinas llegaron a confiscarle cerca de 200.000 bitcoins robados en 2019.
Por detrás de las estafas, otra porción mayoritaria del volumen total del año estuvo asociada a los mercados de la darknet. Es curioso, como señalan los propios investigadores, el aumento registrado en estos mercados durante 2020. Este último año hubo unos 1.700 millones de dólares en bitcoin y criptomonedas asociados a los mercados oscuros, representando un ligero repunte con respecto a los 1.300 millones de 2019.
Ransomware en auge ante la “nueva normalidad” del coronavirus
El aumento más significativo fue el de los ransomware o secuestros de datos. Estos ataques, comúnmente asociados con rescates que se pagan con bitcoin y otras criptomonedas, aumentaron el volumen de dinero movido en más de 300% comparado con 2019.
“Ninguna otra categoría de delitos basados en criptomonedas aumentó dramáticamente en 2020, a medida que las medidas de trabajo desde casa impulsadas por el coronavirus abrieron nuevas vulnerabilidades para muchas organizaciones”, señala la investigación.
En efecto, la llegada de la pandemia obligó a una masiva migración al ámbito digital, no solo de la vida cotidiana de las personas, sino también de los ámbitos laborales, empresariales y de negocio.
Tal como reseñó CriptoNoticias a comienzos de este año, esa situación generó durante 2020 una considerable proliferación de crímenes asociados a la vida digital. Y en ese escenario, el secuestro y extorsión por datos digitales adquirió un nuevo protagonismo.
La mayoría de los fondos asociados con este tipo de delitos son lavados en grandes exchanges, como hemos expuesto anteriormente. De hecho, la misma investigación de Chainalysis reseñada por este periódico este miércoles 17 de febrero señaló que en general durante 2020 se mantuvo la tendencia de lavado de dinero en grandes plataformas. Incluso, consideran que la legitimación de capitales con criptomonedas estuvo más centralizada que nunca.