Hechos clave:
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El esquema impositivo actual hace “casi imposible” usar criptomonedas, dicen legisladores.
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Organizaciones que promueven la adopción y utilización de criptomonedas apoyaron la moción.
Un grupo bipartidista de legisladores reintrodujo ante la Cámara Baja de los Estados Unidos un proyecto de ley que busca que las ganancias de inversiones en bitcoin (BTC) y cualquier criptomoneda menor a los USD 200 sean desgravadas. Alegan que, bajo el esquema impositivo actual, hacer uso de estos activos digitales es algo «casi imposible».
Se trata de los representantes Suzan DelBene, David Schweikert, Darren Soto y Tom Emmer, quienes presentaron ante la Cámara la Ley de Equidad Fiscal de Moneda Virtual, con el que pretenden crear una «estructura viable para gravar las compras realizadas con criptomonedas».
Según los políticos, ahora mismo, toda ganancia en criptomonedas [que es la diferencia de precio entre la compra y la venta de un activo] tiene que ser declarada como ingreso sujeto a impuestos, sin que el tamaño o propósito de la transacción representara alguna exención. «Esto incluye compras tan pequeñas como comprar una taza de café», repudian.
Las personas deben calcular e informar cualquier cambio en el valor de la criptomoneda frente al dólar estadounidense, desde el momento en que la compraron hasta que la usaron en una transacción. Esto hace que el uso diario de las monedas virtuales sea casi imposible, lo que desalienta a las personas a usarlas e inhibe el crecimiento de nuestra economía digital.
Grupo bipartidista que reintrodujo el proyecto de ley ante el Congreso de Estados Unidos.
Para la congresista DelBene, hay «regulaciones anticuadas” en Estados Unidos que ignoran el potencial de las criptomonedas. “Las tratan más como una acción o un fondo cotizado en bolsa (ETF)», expuso.
La dirigente afirma que las monedas virtuales han evolucionado rápidamente en años recientes, por lo que instó a que los Estados Unidos (EE. UU.) siga de cerca esa transición «y asegurarse de que nuestro código fiscal evolucione con nuestro uso de las criptomonedas».
Para eso, adelanta un proyecto de ley «de sentido común», que «reduce la burocracia y abre la puerta a más innovaciones, lo que en última instancia hace crecer nuestra economía digital».
En consonancia estuvo Schweikert, quien apunta que bitcoin y su ecosistema está «remodelando» la vida cotidiana de las personas.
«Estados Unidos debe reconocer esto y trabajar para tratar estas monedas de manera justa en nuestro código fiscal. Esta legislación es un importante paso adelante y sienta las bases para el crecimiento de la economía digital», aproximó.
Este tercer intento se da casi cinco años después de que David Schweiker y Suzan DelBene propusieran por primera vez un proyecto de ley similar, que buscaba eximir de impuestos a las operaciones ejecutadas con criptomonedas menores a los USD 600, tal como lo reseñó CriptoNoticias.
Como no prosperó, en 2020 volvieron a intentar, rebajando la cifra a los USD 200. No obstante, tampoco avanzó. Por tanto, esta es una nueva oportunidad de que los bitcoiners y otros usuarios de criptomonedas estadounidenses se vean beneficiados a partir de esta ley.
Organizaciones de criptomonedas apoyan la moción
La propuesta de los legisladores estadounidenses fue bien recibida por organizaciones que promueven la utilización de los activos digitales. Fue el caso del grupo de especialistas de CoinCenter.
Su director ejecutivo, Jerry Brito, criticó que hoy en día, en EE. UU, las operaciones con bitcoin deben ser rastreadas y hay que informar sobre todo uso con esa criptomoneda. «Obviamente, esto crea fricción y pone a las criptomonedas en desventaja en relación con otros métodos de pago digital», argumentó.
Por tanto, aplaudió que los políticos lleven adelante una legislación que «trataría a las criptomonedas de manera similar a como se trata ahora la moneda extranjera y evitaría que los usuarios tengan que realizar un seguimiento de pequeña transacciones personales».
Esto no solo creará un campo de juego nivelado para las monedas digitales, sino que también ayudará a desatar la innovación en aplicaciones como los micropagos, que pueden consistir en docenas de transacciones por minuto y, por lo tanto, son difíciles de cuadrar con la ley actual.
Jerry Brito, director ejecutivo de Coin Center.
Concordó con Kristin Smith, quien es la directora ejecutiva de Blockchain Association, y quien explica que a medida que crece el uso de criptomonedas, más importancia adquiere que lo usuarios estadounidenses comprendan las obligaciones fiscales que eso acarrea.
«Al proporcionar una exención para las pequeñas compras diarias, la Ley de Equidad Fiscal de la Moneda Virtual aliviaría esta carga para los consumidores», sentenció Smith.
Otros tributos a las criptomonedas
La pelea cazada en el Congreso de Estados Unidos para desgravar las transacciones en criptomonedas recuerda que ese país es uno de los que más tributos quiere imponerle a esos activos.
Por ejemplo, CriptoNoticias reportó en octubre de 2021 que la secretaria del Tesoro de ese país, Janet Yellen, había asomado la posibilidad de cobrarle impuestos a las ganancias de capital no realizadas, donde las criptomonedas podrían verse afectadas, sobre todo si suben de precio y generan ganancias a los inversionistas.
Un poco antes, la ley que añade impuestos a la industria de Bitcoin fue aprobada por Senado de EE. UU., la cual obligaría a mineros y exchanges a pagar impuestos por transmitir criptomonedas.
Lo curioso es que, al tiempo en que Estados Unidos avanza en la imposición de gravámenes a la industria de las criptomonedas, otros países apuntan a una situación similar. Es el caso de España, con el Modelo 721, ampliamente reportado por CriptoNoticias; o Venezuela, donde ayer aprobaron una ley que supone impuestos de hasta 20% a las operaciones que sean realizadas con criptoactivos, siempre que sea con un exchange regulado o una empresa que tenga su contabilidad expresada en bitcoin.
Toda la movida impositiva demuestra que, ante el auge y crecimiento de la nueva economía, los gobiernos están hallando maneras de aprovecharse de ellas, pero sin ser lo suficientemente abiertos como para darle total cabida a un dinero disruptivo como bitcoin.