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La OFAC y Fincen aumentan la presión sobre la industria de las criptomonedas.
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Los problemas con los reguladores de EE. UU. podrían agudizarse en 2024.
La fuerte presión regulatoria que los reguladores de todo el mundo, y especialmente los de Estados Unidos, están ejerciendo sobre la industria de las criptomonedas pone en riesgo de censura a la red de Bitcoin.
Según declaraciones dadas a los medios por Ben Hutten, socio del bufete de abogados Orrick, aunque los mineros de bitcoin no son actualmente un foco de atención de los reguladores, hay motivos para que sean cautelosos. Esa prevención tiene que ver con las direcciones incluidas en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
Para Hutten «si los mineros prestan servicios a personas en la lista negra, la OFAC podría considerar que eso como un apoyo, dando pie a la imposición de sanciones al proveedor de servicios». Un hecho que conllevaría a que los mineros, finalmente, comiencen a censurar las transacciones vinculadas a la lista negra de la OFAC, tal como señala Christopher Bendiksen, líder de investigación de bitcoin en CoinShares.
Se alerta en ese sentido, que cada vez son más la cantidad de mineros que están imponiendo voluntariamente normas contra el lavado de dinero en la cadena. Una medida que vienen aplicando desde 2021 empresas como Slush Pool.
Sobre este tema, destacan las observaciones realizadas por el desarrollador de Bitcoin que se identifica como 0xB10C, según las cuales ha logrado detectar transacciones de bitcoin no incluidas en los bloques de tres grandes grupos de minería: ViaBTC, F2Pool y Foundry. Las mismas estaban relacionadas con direcciones sancionadas y fueron filtradas por los pools, según concluye el análisis del investigador anónimo, quien recuerda que los mineros están en plena libertad de hacer ese proceso.
Tal libertad fue admitida a finales de noviembre en X por el fundador de F2Pool, Chun Wang, en un mensaje que luego fue eliminado, pero en el cual decía que tenía todo el derecho “a no confirmar ninguna transacción de dictadores y terroristas como Vladimir Putin y Xi Jinping”.
No obstante, Hutten llama la atención sobre el hecho de que los mineros podrían estar anticipando la presión tanto de la OFAC como de la Red de Ejecución de Delitos Financieros del Tesoro de EE. UU. (FinCEN), oficina del Departamento del Tesoro que recopila y analiza información sobre crímenes financieros.
Ambos organismos tienen varios años proponiendo normativas para obligar a las plataformas de bitcoin a entregar informes, mantener registros y verificar la identidad de los clientes. Estos entes son los responsables de la sanción impuesta en 2022 al mezclador de Ethereum Tornado Cash, que incluyó el arresto de su desarrollador, Alexey Pertsev.
La presión sobre el ecosistema aumentará en 2024
Tomando en cuenta estos antecedentes es de esperar que la presión sobre la industria de bitcoin se agudice durante 2024 y se extienda al sector minero.
Los analistas llaman la atención sobre noticias recientes relacionadas con la decisión de Tether de congelar “voluntariamente” 225 millones de dólares en USDT. Una acción que ofrece un vistazo de cómo puede desarrollarse la relación entre las criptomonedas y los reguladores estadounidenses en un futuro próximo”, acota Hutten.
Tether ha estado congelando direcciones relacionadas con delitos durante años y hace poco bloqueó la mayor cantidad de stablecoins de la historia. La compañía también incorporó al Servicio Secreto de los Estados Unidos a su plataforma y está en proceso de hacer lo mismo con el FBI.
Ben Hutten
«Todo el mundo en la industria reconoce que no van a ganar un enfrentamiento con el gobierno de Estados Unidos», coincidió Bendiksen de CoinShares. Por ello, anticipa que las empresas mineras y los grupos de EE. UU. cumplan incluso con reglas con las que no necesariamente estén de acuerdo.
En consecuencia, a pesar de que la censura de transacciones representa pérdida económica para los mineros, ese resultado es preferible a una multa o a otro tipo de sanción. Se teme entonces que, a la larga, haya un consenso para evitar transacciones con las direcciones vetadas. “Esto a la larga podría generar una especie de ataque del 51% a Bitcoin, poniendo a la red en riesgo de división”.