Las autoridades fiscales de Bélgica comienzan a vigilar más de cerca a sus nacionales que comercializan con criptomonedas, especialmente aquellos que comercializan ese tipo de activos en casas de cambio extranjeras. La Inspectoría Especial de Impuestos (STI) estudia en la actualidad tres expedientes, los primeros que se abren para investigar casos de manejo de criptomonedas que han sido realizados en casas de cambio de foráneas de criptomonedas.
Cualquier ciudadano belga que comercialice con criptoactivos debe pagar al STI 33% de sus ganancias -dice la publicación Brussels Times– y declararla como “ingresos misceláneos”. Pero existe una dificultad para hacer cumplir esta normativa que está vigente desde diciembre pasado: el comercio realizado en plataformas de intercambio extranjeras.
Sin embargo, según declaraciones del protavoz FPS, Francis Aydins, al diario belga De Morgen, quienes tienen criptomonedas y las venden la primera vez, no pagan impuesto. «El principio general es que las ganancias que surgen de la administración normal de un capital privado no se gravan». El impuesto sobre las ganancias aplica a los traders de criptomonedas.
Pero diferenciar entre invertir en criptomonedas y especular con ellas puede ser difícil a veces. Por eso el profesor de derecho tributario Michel Maus dice a De Morgen que los criterios del STI son “muy subjetivos”. El docente afirma que “…para la oficina de impuestos asume de antemano que todo lo relacionado con bitcoin es anormal, y por lo tanto especulativo, lo que abre la puerta a muchas discusiones y pleitos”.
De acuerdo al web de noticias De Standaard, las autoridades fiscales finlandesas enviaron a las autoridades fiscales en Bruselas información específica sobre la actividad de los inversionistas belgas en Finlandia, que ahora están bajo escrutinio, pero la intención del STI es extender las investigaciones y solicitar la información directamente a las casas de cambio foráneas de criptomonedas.
Recientemente se anunciaron en China medidas similares de control sobre la comercialización de criptomonedas en el exterior, aunque en el caso de ese país asiático, ya se produjo un anuncio oficial sobre la prohibición de la operación de casas de cambio de criptomonedas.
En EE.UU., no hay leyes impositivas específicas respecto a las criptomonedas, aunque el Servicio de Impuestos Internos (IRS) las considera como propiedad, por lo tanto gravable. En vista de que algunos contribuyentes han venido registrando en sus declaraciones de impuestos, las ganancias o las pérdidas como resultado de operaciones con criptomonedas, el IRS ha solicitado a las casas de cambio información sobre las operaciones de sus clientes, lo que ha llevado a empresas como la casa de cambio Coinbase a cambiar sus políticas.
En América Latina, un proyecto de ley en Argentina para gravar las ganancias en el manejo de criptomonedas, provocó el rechazo de la comunidad bitcoiner, mientras que la Ley Fintech aprobada la semana pasada en México, si bien no contempla directamente las políticas impositivas en torno a las criptomonedas, el hecho de definirlas como activo virtuales, y específicamente como medios de pago, implicaría necesariamente su inclusión en los esquemas impositivos vigentes en ese país.