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El 2022 fue una de las pruebas más duras que han atravesado los inversionistas de criptomonedas.
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En este contexto, sólo nos queda aprender y caminar con precaución.
Entré de lleno al mundo de bitcoin (BTC) y las criptomonedas en los primeros meses del 2017. Es decir, pronto cumpliré 6 años aprendiendo sobre este ecosistema y diversificando mis finanzas personales. Este ciclo me ha servido para ver de todo, pero especialmente para experimentar dos mercados alcistas y, también, dos mercados bajistas.
Aunque debo confesar que aún me faltan muchos años más para poder formar un criterio sobre «cuál ha sido el peor año de bitcoin», algunos datos del mercado y la blockchain ya sugieren que no olvidaremos el 2022. ¿Pero cómo olvidarlo? Una prometedora stablecoin se encumbró y se derrumbó en cuestión de meses, varias de las empresas más importantes de inversión en criptomonedas quedaron en la quiebra y, por si fuera poco, cerramos el año con uno de los escándalos más impactantes de la historia de las criptomonedas; el caso de FTX, que no termina de sorprendernos.
No ha sido un periodo sencillo de navegar. En lo particular: ha sido mi peor año bajista. No recuerdo haber sufrido así en el 2018, ni haberme preocupado tanto por las variaciones de precio en las gráficas de Trading View. Supongo que, creyendo que tenía más experiencia, arriesgué más este año que en otros. Tenía muchos proyectos: viajes, estudio, compras. En fin: deudas, deudas y deudas que estaban salvaguardadas por mis bitcoins. Sin embargo, no alcancé a ver que se avecinaba una tormenta.
Con un 2021 tan estupendo, resultaba sensato, pero a la vez de mal agüero, creer que entraríamos tan de frente en un mercado bajista. ¡Sobrevivimos a la pandemia! ¡Habíamos llegado a casi USD 70.000 con el precio de bitcoin! Era una tremenda locura: los mercados alcistas te hacen sentir en la cúspide del éxito y la realización. Hiciste una buena apuesta: bravo. Todo el tiempo y el capital invertido fue la decisión correcta. No obstante, el 2022 nos recibió con un golpe de realidad. Hay contextos más complejos para la economía personal que un virus suelto por las calles: la impresión desmesurada de dinero, una guerra inesperada y malos actores en el ecosistema.
De repente, nuestro imperio de oro se desplomó como un castillo de naipes. Y, entonces, los números que antes estaban en verde y te hacían feliz, ahora los ves todo en rojo. Empiezas a sudar frío: «¿Qué hago? ¿Me quedo y aguanto el mercado bajista, o me tomo un descanso? ¿Holdeo, o especulo?». Ese ha sido mi monólogo interno todos estos meses. Oportunidades y señales en el mercado ha habido muchas, y nunca se está realmente seguro de que hayamos entrado a un mercado bajista o alcista, hasta que la tendencia sea reversible. Pero, posiblemente, cuando ya se encuentre la tendencia te habrás perdido más de una buena oportunidad.
Como pueden ver, esto es un discurso sentimental. Cuando se trata de dinero y movimientos de mercado, no podemos evitar ver saltar nuestros sentimientos de un lado a otro. Los humanos somos codiciosos por naturaleza, no hay nada malo en eso. Excepto, si te dejas dominar por dichas pasiones y no piensas con precaución. Todos estamos expuestos a este riesgo cuando hacemos inversiones y, sobre todo, luego de haber disfrutado de un año 2021 tan bueno y con tantas ganancias. Sin embargo, hay que recordar que los mercados bajistas son un terreno movedizo, destinado no tanto a recoger ganancias, sino a aprender y construir estrategias de inversión.
Scott Melker, un reconocido analista estadounidense, lo dice muy claro: «Todo el mundo es idiota en un mercado bajista». Todos nos equivocamos. No tenemos una bola de cristal que nos diga cuál es el fondo de bitcoin, en qué momento comprar determinada criptomoneda y cuándo debemos vender para minimizar nuestras pérdidas. Es muy difícil crear ganancias en estos contextos, porque el mercado tiende a tener mucha volatilidad y es muy probable que se termine perdiendo más dinero del que se gana.
Ante esta realidad, en lo personal he concluido que los mercados bajistas son periodos de reflexión y aprendizaje. Como las inversiones no son juegos de azar ni decisiones que debamos tomar basándonos en la suerte, creo que todo inversionista puede ver esta situación como una oportunidad de aprender. Ya seas un novato o experimentado, cada uno de los hechos que ocurrieron en el 2022 nos hizo aprender algo nuevo o reforzar una creencia.
Puede que algunos ahora sepan que es mejor no dejar criptomonedas custodiadas en un exchange centralizado. Otros habrán aprendido que no es una buena idea dejar todo tu capital en un solo activo, o invertir más dinero del que puedes. Asimismo, puede que ciertos traders hayan tomado esta temporada como una oportunidad para invertir y esperar a mejores tiempos, o que es mejor para ellos esperar un cambio de tendencia que les permita hacer ganancias rápidas.
Con el 2022 ya en el pasado, este es un buen momento para reflexionar qué nos dejó este mercado bajista y que aprendimos de todo lo que nos sucedió. En mi caso me quedo con esta lección: la paciencia y la humildad son claves para no hacer tonterías con tu dinero.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.