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¿Es exagerado un bitcoin más valioso que el oro? Quizás ahora sí, pero en unos años...
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Varias proyecciones de precio respaldan la tesis de Krueger.
Durante milenios, el oro fue el refugio indiscutido para preservar valor. Por esa razón, el hecho de que bitcoin (BTC), con apenas 16 años de existencia, ya compita por ese lugar no es una cuestión que pueda ser ignorada.
Es que no se trata de una moda pasajera ni algo exclusivo de un nicho, sino de un cambio importante en el mundo financiero tradicional. Prueba de ello es el creciente interés de gobiernos y empresas, que ya lo ven como un activo con un potencial mayor al del oro.
Este indicio de que la adopción y la confianza en bitcoin están alcanzando un nuevo nivel podría llevar su valor a cifras impensadas hace 16 años.
Por eso, cuando Fred Krueger, inversionista y analista de mercados financieros, dice que “bitcoin debería valer 10 veces más que el oro, y no al revés”, no es una frase para solo llamar la atención o generar polémica con quienes siguen creyendo que BTC es un activo de riesgo. También es repensar el orden financiero vigente y cuestionar narrativas históricas.
Porque la afirmación de Krueger lo que hace es ni más ni menos que invertir una cuestión histórica: bitcoin debería ser el activo dominante por encima del oro. Es dejar de pensar en el metal como el refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre y empezar a ver a BTC como el verdadero estándar de valor en la actualidad. Una visión que, lejos de ser utópica, gana fuerza con la adopción creciente por parte de grandes instituciones y gobiernos.
Pero este cambio no es solo teórico, sino que tiene implicancias concretas en el precio y la capitalización de mercado de BTC.
Si BTC llegara a multiplicar por 10 su valor actual, su precio pasaría de 109.561 dólares a cerca de 1,1 millones, y su capitalización de mercado alcanzaría los 21,8 billones de dólares (trillions, en inglés), acercándose al valor actual del oro, que se sitúa en 22,1 billones.
Pero para que BTC valga 10 veces más que el oro, cada BTC tendría que cotizar por encima de los 11 millones de dólares, mientras que su capitalización de mercado sería de 221,06 billones de dólares.
Aunque hoy pueda parecer exagerado pensar que bitcoin alcance esos niveles de precio, en unos años esa posibilidad no suena tan descabellada. Es que la moneda creada por Satoshi Nakamoto emerge como una alternativa sólida frente al oro precisamente por su escasez programada.
Como ha reportado CriptoNoticias, la producción de oro no para de crecer, impulsada tanto por la minería como por el reciclaje, que representa entre el 25% y el 30% del suministro anual. A esto se suman avances tecnológicos como la transmutación nuclear que, si bien todavía está en una etapa experimental, en el futuro podría ampliar la oferta del metal precioso.
Entre el oro reciclado, reservas mineras y nuevas tecnologías, el mercado enfrenta un posible exceso de oferta que pone en duda la sostenibilidad del valor del metal y podría afectar su rol como reserva de valor. Ante este escenario, se abren oportunidades para alternativas más escasas y resistentes, como bitcoin.
Por su parte, BTC tiene un suministro limitado a 21 millones de unidades y su emisión se reduce cada cuatro años en un evento conocido como halving. Esta política inmutable es un factor que influye en el precio a mediano y largo plazo. Es una característica que lo posiciona como una protección frente a la devaluación del dinero fíat y el exceso de oferta de oro. Su propuesta de valor es única.
Estas características son las que han captado la atención de empresas y gobiernos, que están incorporando BTC a un ritmo más acelerado. Como ya informó CriptoNoticias, la empresa que popularizó esta tendencia fue Strategy, que desde 2022 desplegó un modelo agresivo de acumulación de BTC. Actualmente, es la firma que cotiza en bolsa con más unidades en su tesorerías, con más de 580.000 BTC.
Además, no solo las empresas y gobiernos —como El Salvador o Estados Unidos— están acumulando BTC, sino también lo están haciendo las grandes gestoras como Fidelity, BlackRock o Grayscale, que han lanzado sus respectivos fondos cotizados en bolsa (ETF) al contado de bitcoin. Esto abre las puertas a flujos de capital masivos desde fondos de pensión y a los inversionistas más tradicionales.
Desde su salida al mercado en enero de 2024, estos instrumentos financieros acumulan entradas de dinero por 44.530 millones de dólares.
Esta demanda institucional posiciona a BTC dentro del sistema financiero, y ejerce una presión alcista directa sobre el precio debido a que se reduce la cantidad de bitcoin disponibles en circulación. Dicho en términos simples, cada entrada de capital incrementa la escasez del activo y potencia aún más su valor.
Por esa razón, no sorprende que figuras clave del ecosistema hagan proyecciones similares a la de Krueger. Michael Saylor, presidente de Strategy y maximalista bitcoiner, proyecta que el precio del activo digital, en un escenario base, será de 13 millones de dólares en 2045. Para él: «Bitcoin es el activo con el mayor valor monetario del mundo. Es superior al paladio, el oro, la plata, el cobre, la tierra, el ganado y el dinero en efectivo», sostiene.
Cathie Wood, fundadora y CEO de ARK Invest, coincide en que el potencial de BTC es transformador. Según sus proyecciones, si se consolida como activo global de reserva, su precio podría superar la barrera de 2,4 millones de dólares para 2030.
Bitcoin es un activo único
El descubrimiento de nuevas reservas de oro (incluso con la posibilidad futura de extracción en el espacio) resalta una diferencia clave que hace único a BTC: su suministro limitado, conocido e inmutable.
¿Por qué es importante señalar esta cuestión? Porque significa que si ese aumento de oferta del oro no va acompañado de una mayor demanda, su precio tenderá a caer. En cambio, el suministro de BTC seguirá siendo de 21 millones de unidades.
Y si más empresas y gobiernos deciden adoptar bitcoin como reserva de valor, la presión sobre la demanda será tal que impulsará su precio «to the moon» (hasta la luna, en español), tal como proyectan Krueger, Saylor, Wood, entre otros.
La percepción de bitcoin como “oro digital” explica el atractivo que tiene para empresas y gobiernos, por tratarse de un activo descentralizado y resistente a la censura. Se trata de un escudo protector contra las decisiones gubernamentales, las políticas monetarias de los bancos centrales y la emisión desmedida del dinero fíat.
Con estos argumentos sobre la mesa, las proyecciones de Krueger se convierten en un escenario posible. Si hay un aumento mayor de la demanda, y se consolida la narrativa de bitcoin como activo de reserva, no solo será cuestión de ver una cotización de BTC en siete cifras, sino la confirmación de una reconfiguración del sistema financiero global.
¿Es exagerado pensar en un bitcoin más valioso que el oro? Tal vez hoy sí. Pero en unos años, tal vez esa pregunta ya no tenga sentido.
¿Y qué haría falta para que cambie por completo las reglas del juego? Que bitcoin deje de ser percibido como un activo de riesgo y, así, termine de consolidar su narrativa como “oro digital” o reserva de valor.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.