-
En promedio, el dinero fíat se ha devaluado 14% por año en los últimos 60 años.
-
Dicha devaluación representa un 3,5% de pérdida anual de la riqueza global.
El autor del libro El Patrón Bitcoin, Saifedean Ammous, participó este jueves en la Bitcoin 2022 Conference con una charla titulada ¿Vale la pena el dinero fíat?. En dicho evento aborda los diversos costos ocultos de esta modalidad dominante del dinero en el mundo, en contraste con las acusaciones que se le hacen a Bitcoin de consumir mucha energía. La alocución está basada en su libro de 2021, El patrón fíat, en el que explica el funcionamiento del fíat a través de una analogía con bitcoin.
Ammous inició su alocución haciendo referencia a los señalamientos contra el alto consumo de energía eléctrica de la red Bitcoin y concede que, tratándose de una tecnología primitiva, el dinero fíat no consume mucha electricidad. «Todo el consumo de las impresoras de dinero, cajeros automáticos, bancos, bancos centrales y sus equipos, es cercano a cero», dice Ammous. Sin embargo, las consecuencias de este sistema monetario son otras:
No es a través de la electricidad consumida que se pueden determinar los costos de los sistemas de dinero fíat. Cuando se compara el costo de operar el sistema fíat global con el costo de las consecuencias que este acarrea, se puede afirmar que la electricidad consumida por fíat es cercana a cero. Los verdaderos costos están en otra parte; en la catástrofe que crea para sus usuarios.
Saifedean Ammous, autor de The Fiat Standard (El patrón fíat).
La inflación o la disolución del dinero fíat
La primera y más importante consecuencia del sistema monetario fíat es la inflación, destaca el especialista. «Cada año el sistema fíat experimenta en promedio una devaluación del 14%, sobre la base de su comportamiento en los últimos 60 años», asegura Ammous.
Tomando en cuenta que el suministro monetario mundial es de USD 100 billones, la pérdida de valor del dinero fíat es de USD 14 billones en un año, dijo el autor. Agrega que el dinero fíat, en efectivo o en cuentas bancarias, representa la cuarta parte de la riqueza global que llega a los USD 400 trillones, en donde también se contabilizan los metales preciosos y las propiedades.
El 14% de depreciación anual, en promedio, representa entonces un 3,5% de la riqueza global. «Cada año, la humanidad pierde 3,5% de la riqueza global, equivalente a USD 14 trillones, para financiar los gobiernos parásitos, las guerras y la banca monopólica», afirmó Ammous.
Además del alto costo, esta devaluación se puede asimilar con un impuesto involutivo o retrógrado, dice el autor. «Los ricos se pueden proteger comprando activos que se benefician de la inflación, mientras que los pobres solo pueden ahorrar en efectivo o en cuentas bancarias básicas. Son los pobres los que cargan con la factura de la inflación», sostuvo el conferencista.
Ammous señala que el alto costo de operar el sistema fíat podría compensarse con el hecho de que financia el gasto de los gobiernos. «¿Esto puede considerarse positivo? La respuesta es no. Los gobiernos se basan en planificación centralizada, que destruye todo lo que toca», señaló Ammous.
El mundo estaría mejor si quienes se benefician de los gobiernos adquirieran oro y lo almacenaran en bancos suizos, apunta el conferencista. «Desafortunadamente, el costo real está en que los beneficiarios de los gobiernos gastan ese dinero, y tal vez tengan intenciones de hacer algo bueno con este, pero las consecuencias son usualmente terribles», afirma.
Entre estas consecuencias están los alimentos industriales que el especialista denomina «alimentos fíat». Según Ammous, el gobierno financia a científicos para que convenzan a la gente que un aceite de mesa sintético es mejor que la mantequilla.
Y el lema detrás de los alimentos fíat sería el siguiente, según Ammous, y viene con un toque de ironía: «Coma los desechos industriales de nuestros patrocinantes en vez de la carne que todos nuestros ancestros comían». Igual ocurre con la energía, pues se promueve el uso de tecnologías antiguas de generación de energía porque supuestamente son «más limpias».
Las guerras sin fin del dinero fíat
Uno de los costos más terribles del sistema de dinero fíat está en los conflictos entre gobiernos y las guerras que estos provocan. Con dinero «duro», por ejemplo el oro, los gobiernos podían mantener una guerra hasta que se les agotaba ese recurso monetario, dice Ammous. «Pero con dinero fíat, los gobiernos pueden permanecer en una guerra hasta gastar la riqueza ahorrada de toda la población», acota.
La diferencia es de varios órdenes de magnitud. El especialista afirma que «los gobiernos han asesinado a 169 millones de personas en el «siglo fíat». El dinero fíat incrementa enormemente las apuestas de la guerra y la política, y las incentiva nacional e internacionalmente, refiere Ammous.
En más de una oportunidad se han iniciado guerras esgrimiendo motivos discutibles, como se menciona en un análisis de CriptoNoticias sobre la debilidad del dólar como moneda de reserva mundial.
Allí se menciona la invasión de Iraq en marzo de 2003 por parte de Estados Unidos y países aliados con la justificación de evitar el desarrollo de armas de destrucción masiva. Dicha guerra, sin embargo, fue considerada por algunos como una iniciativa de Estados Unidos para proteger la hegemonía de los petrodólares.
Las guerras, por otra parte, no solo afectan a las poblaciones involucradas directamente en ellas, sino que afectan negativamente las economías de otros países. El reciente conflicto de Rusia y Ucrania ha acelerado el proceso de colapso económico en gran parte del mundo.
CriptoNoticias reseñó El Patrón Bitcoin, en octubre de 2019, como parte de los mejores libros en español para iniciarse en Bitcoin. Se incluyen comentarios sobre los libros La revolución blockchain, El Libro de Satoshi e Internet del Dinero, entre otros.