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Bitcoin se ha visto afectado por caídas de los mercados bursátiles tradicionales.
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A diferencia de las acciones, la recuperación de bitcoin siempre ha sido más acelerada.
Los recientes movimientos de los mercados bursátiles mundiales están poniendo a prueba la concepción de bitcoin (BTC) como oro digital. Si bien esta idea persiste entre sus entusiastas, su comportamiento de precio refleja que está siendo comerciado como si fuera una acción tecnológica.
En lo que va de agosto, bitcoin ha actuado en correlación con las principales acciones. En conjunto, experimentaron su mayor caída diaria en años el catalogado “lunes negro” a inicios del mes, momento desde el cual se han recuperado.
Puede observarse ello en el siguiente gráfico que muestra al precio de bitcoin arriba y del Nasdaq 100 (NDX) abajo. Este último es el índice que recopila las acciones de las principales 100 empresas que cotizan en Estados Unidos, en gran parte tecnológicas.
La caída exhibida de los mercados ha sido influenciada por las ventas masivas ante factores macroeconómicos. Las principales razones son la subida de tasas de interés en Japón y los temores de recesión en Estados Unidos, como reportó CriptoNoticias.
Con este desempeño, se pone en jaque la idea de que bitcoin funciona como un activo de refugio contra los giros de los mercados de valores.
Las comparaciones entre bitcoin y el oro parten de su respectiva escasez y emisión descentralizada hecha por mineros. Al igual que hay un suministro finito de oro en el planeta, la red Bitcoin está diseñada para reducir automáticamente la creación de nuevos BTC a través de un proceso conocido como halving.
Estos atributos facilitan su alza de precio ante la demanda, por lo que pueden resultar atractivos para los inversionistas en tiempos de rechazo al riesgo. Sin embargo, de momento, especialistas advierten que bitcoin es visto mayormente como un activo riesgoso que podría convertirse en oro digital.
“Muchos inversionistas ven a bitcoin como una apuesta de riesgo sobre su futuro como oro digital, de ahí el perfil de rendimiento más alto que el oro”, dijo Alex Thorn, jefe de investigación del emisor de fondos de criptomonedas Galaxy. Así puede observarse en el siguiente gráfico que muestra su actual descorrelación con el metal precioso.
“Dicho de otra manera, si bitcoin se negociara como una reserva de valor, no tendría mucho potencial de crecimiento”, señaló el especialista. De hecho, la moneda ha tenido mejor rendimiento en el año que el oro y las principales acciones, pese al periodo lateral correctivo que atraviesa desde su nuevo máximo histórico marcado en marzo.
En lo que va del 2024, el precio de bitcoin registra un aumento del 44%, mientras que el oro 21% y el Nasdaq 17%. La apreciación de la moneda digital ha sido motivada en parte por el lanzamiento de sus fondos cotizados (ETF) en Estados Unidos.
Crece el interés en bitcoin de inversionistas institucionales y estatales
“A diferencia del oro, bitcoin aún no está ampliamente en manos de soberanos, bancos centrales o inversionistas institucionales”, agregó el directivo de Galaxy. Aunque, cada vez más son los actores de este tipo que están interesándose en el mercado, lo que abre la posibilidad de un futuro con más adopción.
El candidato presidencial Donald Trump se ha comprometido a convertir las tenencias incautadas de la moneda por el gobierno en una reserva estratégica, si gana las elecciones. Además, la senadora republicana, Cynthia Lummis, de Wyoming, quiere que el Estado compre 1 millón de bitcoin para tal cartera y usarlo para pagar la deuda nacional.
Mientras tanto, el número de inversionistas institucionales que invierten en los ETF de bitcoin está aumentando desde su lanzamiento en Estados Unidos. Esto es algo que favorece a la moneda como oro digital, si su estrategia de inversión es a largo plazo. Sin embargo, para Josh Gilbert, analista de la plataforma de trading, eToro, no es este el caso.
“No es realista pensar que los inversionistas institucionales están asignando capital a bitcoin por la misma razón que el oro. Estos dos activos no juegan el mismo papel en las carteras de inversión”, sostiene Gilbert. La razón es que, debido a la alta volatilidad que posee BTC, su nivel de riesgo puede ser mayor al metal precioso.
“Si los inversionistas entran en pánico o buscan desapalancarse, las criptomonedas suelen ser el primer activo de la lista”, advierte el analista de eToro. Por supuesto, este es un comportamiento que puede darse solo entre quienes lo vean como activo de riesgo.
“Los inversionistas de bitcoin están divididos: algunos lo ven como acciones tecnológicas, otros como oro digital”, aclara Ki Young Ju, CEO de la plataforma de análisis de criptoactivos, CryptoQuant.
“Los creyentes del oro digital se mantienen estables, mientras que los creyentes de las acciones tecnológicas entran en pánico, venden y cambian al oro en una mala macro”, profundiza el CEO de CryptoQuant. “BTC debería aumentar en tiempos difíciles: esa es la intención original de Satoshi”, añade haciendo referencia al creador anónimo de Bitcoin.
En este sentido, la moneda se ve atada por momentos a los eventos de aversión al riesgo que afectan a los mercados bursátiles. Aunque una mayor tracción de su narrativa de oro digital podría cambiar esto, por lo que será clave seguir su desempeño, sobre todo si las acciones entran en una tendencia bajista por sobrecalentamiento como algunos prevén.