El aumento del valor de bitcoin hizo crecer algo más que las billeteras de algunos inversionistas, pues de acuerdo a la investigación de PowerCompare.com.uk la cantidad de energía eléctrica usada para la minería de criptoactivos supera el consumo anual de más de 159 países de forma individual. Razón por la cual de agruparse todos los mineros en un país, la nación ficticia tomaría la posición de Marruecos, el 61° país en consumo energético.
La compañía inglesa, dedicada a comparar las tarifas energéticas al rededor del mundo, destaca que de acuerdo a los indicadores de consumo por país -tomados de la data publicada por la CIA en Wikipedia (2014)– la minería de bitcoin supera a países como Irlanda, Nigeria, Bolivia y Dinamarca. De hecho, alcanza el 0.13% del consumo eléctrico global con 29.05TWh.
Para entender mejor qué significa el uso de 29.05TWh, la investigación destaca que con esta cantidad de energía una ciudad con 2.4 millones de estadounidenses promedios -más de los que habitan en Houston- podrían obtener un año de electricidad.
El caso es más dramático en países donde el consumo per cápita es menor, como Reino Unido. Pues allí con la cantidad de energía utilizada para procesar datos en la blockchain de bitcoin supliría a 6.1 millones de habitantes del país, suficiente para mantener funcionando a Birmingham, Leeds, Sheffield, Manchester, Bradford, Liverpool, Bristol, Croydon, Coventry, Leicester y Nottingham al mismo tiempo.
Es importante tener en cuenta que el crecimiento de la minería es uno de los efectos del aumento exponencial del precio de bitcoin este año. La relación es simple, la minería ha demostrado controlar en gran medida el ecosistema y dado la creciente adopción -y aumento de precios-, minar se ha convertido en una actividad cada vez más atractiva. Sobre todo en el continente asiático, donde se ha centralizado la minería que en principio debía ser descentralizada- y en América Latina; ambos continentes con electricidad a bajo precio.
¿Y la ecología?
Las preocupaciones por los daños colaterales que pueda generar la actividad minera no son muy diferentes a las consideraciones que se hacen para el resto de la industria tecnológica, pues tan solo Google consume 0.01% de la energía mundial.
En el ecosistema han surgido propuestas de establecer mecanismos de minería ecológicos. En China, por ejemplo, se genera gran parte de la energía con métodos hidroeléctricos, aprovechando las características locales. Sin embargo, estas medidas no son populares entre la comunidad minera.
Hay que tener en cuenta que los consumos energéticos de artefactos decorativos – menos útiles que las monedas- como las luces navideñas solo en Estados Unidos superan la cantidad de energía que soporta a El Salvador o Tanzania, de acuerdo al Center for Global Development.
Por el momento, no hay mayores intenciones de cambio en el mecanismo de funcionamiento de la minería; y de continuar el crecimiento acelerado de la actividad se prevé para 2020 que Bitcoin consuma misma la cantidad de electricidad utilizada a nivel global hoy día.