Hechos clave:
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Uso de las fuentes renovables para minar Bitcoin será analizado por las agencias de gobierno.
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Tres agencias colaborarĂan para publicar el informe antes del 31 de diciembre de cada año.
Si el proyecto de ley de las senadoras Cynthia Lummis y Kirsten Gillibrand para regular a las criptomonedas es aprobado en los Estados Unidos (EE. UU.), el consumo energĂ©tico de la minerĂa de Bitcoin tendrá que ser objeto de análisis anual por parte de una oficina del gobierno de ese paĂs, en aras de evitar el desperdicio energĂ©tico y promover el uso de fuentes renovables.
AsĂ lo sugiere el propio proyecto de la Ley de InnovaciĂłn Financiera Responsable, que fue presentado este martes ante el Senado de los Estados Unidos por parte de las senadoras, donde queda clara la obligaciĂłn para dicha agencia, que tendrá que informar «la cantidad de energĂa utilizada por la minerĂa y el staking de criptomonedas».
Para ese fin, la agencia tendrá que trabajar en conjunto con la ComisiĂłn de NegociaciĂłn de Futuros de Productos Básicos (CFTC) y la ComisiĂłn de Bolsa y Valores (SEC). Será a partir de sociedad que realizarán un estudio que analice los temas relacionados con el consumo de energĂa en la industria de los activos digitales.
Si se aprueba la ley, la intenciĂłn de regular a Bitcoin se sumarĂa a los esfuerzos de la Casa Blanca, que ya ha asomado la idea de fijar posiciĂłn sobre el impacto ambiental y el consumo energĂ©tico de la minerĂa.
La minerĂa de criptomonedas, al igual que otras actividades mineras, puede ser un trabajo que consume mucha energĂa. Es importante estudiar este problema para determinar las mejores formas en que podemos aprovechar esta tecnologĂa para ayudarnos a acercarnos a nuestros objetivos climáticos comunes mediante el despliegue de más energĂa renovable y limpia y la reducciĂłn del desperdicio de energĂa.
Proyecto de Ley Lummis-Gillibrand.
¿Cuáles son los puntos a analizar?
En el documento disponible en las páginas web de las senadoras estadounidenses, se detalla cuáles son los puntos que tendrĂan que analizar las mencionadas comisiones para presentar el informe ante el Congreso más tardar el 31 de diciembre de cada año a partir de su entrada en vigor.
En primer lugar, se deberá analizar e informar sobre el consumo que, en sĂ mismo, tuvo de la minerĂa de Bitcoin en el año. TambiĂ©n hacen menciĂłn al consumo energĂ©tico del staking, utilizado por el algoritmo de consenso Prueba de ParticipaciĂłn para validar transacciones. Â
Luego, las comisiones tendrán que estudiar el efecto de ese consumo energético sobre los precios de la electricidad a nivel nacional, regional y local.
TambiĂ©n deberán analizar el uso de fuentes de energĂa renovables, incluido el uso de fuentes no renovables, «que de otro modo se desperdiciarĂan». Además, tendrán que comparar el consumo de energĂa del mercado de activos digitales «con la industria de servicios financieros y la economĂa en su conjunto».
Al final, las comisiones gubernamentales de EE. UU. deberán promover un proceso «para poner a disposiciĂłn del pĂşblico informaciĂłn sobre el consumo de energĂa, incluidas las fuentes de energĂa y la cantidad, y, si corresponde, recomendaciones al Congreso para establecer dicho proceso».
MinerĂa limpia
El análisis anual de un ente gubernamental de Estados Unidos, sobre el consumo energĂ©tico de la minerĂa, podrĂa ayudar a entender a los reguladores que se trata de una actividad limpia, que se realiza en la actualidad con un 58% de energĂa verde, segĂşn lo sugiere el Consejo Minero de Bitcoin (BMC).
Asimismo, podrĂan encontrarse con que la minerĂa usa menos del 0,1% de la energĂa global, tal como lo reseña el informe de la analista y estratega financiera, Lyn Alden, quien destaca que la actividad no representa un problema, como se ha dicho en el pasado, casualmente, por congresistas estadounidenses.
El análisis tambiĂ©n ayudará a conocer el impacto de las empresas de minerĂa de Bitcoin que están asentadas en ese paĂs, el cual es el que más tasa de hash o poder de cĂłmputo alberga, lo que le otorga una certera relevancia en el ecosistema, pues contribuye más que ningĂşn otro paĂs a la existencia de esta red descentralizada.