Hechos clave:
-
La centralización de los tokens anclados va en contra del rasgo esencial de las criptomononedas.
-
A pesar de estar anclados a otros activos, estos tokens se ven afectados por el mercado cambiario.
En los últimos meses se ha marcado la tendencia de emitir las llamadas «stablecoins» o monedas estables de parte de diversas instituciones y compañías financieras y tecnológicas. Básicamente este tipo de activos se han ofrecido al público como una opción que combina los beneficios de la tecnología de criptoactivos con una menor volatilidad, dada su dependencia con activos subyacentes como el dólar estadounidense o el oro.
A pesar de ese anclaje a un activo menos volátil (mas no totalmente estable; en algunos casos hasta usan otro criptoactivo de respaldo), las «stablecoins» se siguen viendo afectadas por el mercado de criptomonedas. Para muestra un botón: recientemente Tether perdió la paridad con el dólar, cuando su cotización cayó a niveles mínimos en el criptomercado. Por ello, se puede afirmar que las llamadas ‘monedas estables’ realmente no son estables, puesto que su precio varía, así sea en un menor rango, con respecto al resto de los criptoactivos.
Además, tampoco son criptomonedas. Los llamados «stablecoins» son tokens anclados a otro tipo de activos bajo una paridad controlada. En este artículo nos referiremos a las «stablecoins» como tokens anclados, por considerar que es el nombre que más se adecúa a su naturaleza.
No son criptomonedas, son tokens
Al no ser lanzados en una red de blockchain propia, no se pueden considerar como criptomonedas: son tokens. De hecho, la gran mayoría de los «stablecoins» son tokens ERC-20 de Ethereum.
Recordemos que una criptomoneda es un activo digital que opera en su propia cadena de bloques, como el caso de Bitcoin, Ethereum o Litecoin, y que se puede utilizar como medio de pago masivo, para distintos fines: pagos en múltiples comercios, pagos por servicios, entre otros.
Por su parte, un token o ficha también es un criptoactivo, pero se lanza sobre una red blockchain ajena, se utiliza como medio de intercambio dentro de un ecosistema limitado, y además puede representar algún bien o activo del mundo físico.
Ejemplos de estos últimos son todos los tokens ERC-20. Estos criptoactivos son contratos inteligentes desarrollados sobre la red de Ethereum, teniendo cada uno de ellos un fin determinado dentro de un ecosistema limitado: BAT para recompensas a creadores de contenidos en Brave y REP como medio de intercambio en los mercados predictivos de Augur (por mencionar solo dos casos).
Dicho esto, entonces los tokens anclados son una representación de su activo subyacente en una cadena de bloques, lo que en teoría sería movilizar la representación de dichos activos del mundo real a través de una blockchain, combinando las bondades de esta tecnología con la menor volatilidad del activo subyacente. Por ejemplo, en el caso de que el dólar sea el activo subyacente, el token anclado al dólar sería su representación o ficha en el criptomundo. A pesar de que esto pueda servir para el almacenamiento de valor o para facilitar las operaciones con dólares en casas de cambio de criptomonedas, los tokens anclados no ofrecen la seguridad que otorga una criptomoneda.
El anclaje a otros activos y la paridad controlada
Hasta ahora, muchos de los tokens anclados a un activo se sustentan en el dólar estadounidense. Tal es el caso de Tether (USDT), Paxos Standard Token (PAX), TrueUSD (TUSD), Dai (DAI), Gemini Dollar (GUSD), USD Coin (USDC), bitUSD (BITUSD) y nUSD (NUSD). Todos ellos son tokens representativos del dólar, con una paridad fijada en 1:1 o en 1:2.
Como señaló un exasesor del Fondo Monetario Internacional (FMI), para sostener dicha paridad, la startup detrás del token anclado en cuestión requiere mantener reservas que igualen o excedan el valor de las fichas en circulación, por lo que esa paridad es construida y controlada: aquí vamos de nuevo, centralización.
Esa centralización de los tokens anclados va en contra de una característica esencial de la tecnología de criptoactivos, que es la desintermediación. En los proyectos de tokens anclados se requiere que los usuarios confíen en el custodio que controla las reservas del dinero dado en garantía. En ese sentido, los tokens anclados se asemejan al saldo en cuentas bancarias y monederos como PayPal, Payoneer, Neteller, Skrill, entre otras compañías de pagos en línea.
Pero el dólar no es la única moneda fiat que se perfila como activo subyacente de tokens anclados. Adicionalmente, se han divulgado el lanzamiento de más tokens anclados a otras monedas fiat.
Según estimaciones del líder en servicios de internet, GMO, existen 23 tokens anclados en circulación. Esta compañía anunció el lanzamiento de un token anclado al yen japonés para el próximo año, iniciativa que también tiene planeada el grupo de inversión chino Grandshores Technology Group. Por otro lado, una casa de cambio australiana dio a conocer sus planes de emitir un token anclado al dólar australiano.
Asimismo, a finales del mes de agosto se conoció que el Union Bank del Principado de Liechtenstein anunció la emisión de un token vinculado al franco suizo. Posteriormente, a inicios del mes de octubre, una casa de cambio londinense también anunció que lanzaría un token anclado, esta vez con respecto a la libra esterlina.
Mercancías como el oro también se utilizan como respaldo de este tipo de tokens, como el caso de Digix Gold Token. Este es un claro ejemplo de que los criptoactivos anclados a otros activos no están libres de la volatilidad de los precios, como se puede apreciar en la siguiente gráfica de CoinMarketCap.
También se están utilizando criptoactivos como activos subyacentes de las “stablecoins”. Este tipo de tokens son conocidos como colaterizados. El token en cuestión está respaldado por reservas en otra criptomoneda, con una paridad de 1:2.
Asimismo, existe una categoría de tokens estables no colaterizados, cuya estabilidad de precio se basa en un contrato inteligente que se programa como un banco de reserva, con el objetivo de controlar el suministro de criptoactivos en la blockchain.
En líneas generales, la principal utilidad de los tokens estables pareciera ser facilitar los intercambios a monedas fiduciarias en casas de cambio de criptomonedas. Huobi, Binance, Poloniex y Coinbase ya ofrecen este tipo de tokens en sus plataformas. Específicamente Coinbase añadió el USDC, y explicó que se trataba de un «dólar digital basado en blockchain» que sería más sencillo de almacenar y gestionar que los dólares reservados en cuentas bancarias tradicionales.
Imagen destacada por YuGui YuYe / stock.adobe.com
5