El Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York (NYDFS) aprobó recientemente la emisión de dos monedas estables, o stablecoins como se les denomina en inglés, a las empresas Gemini Trust Company y a Paxos Trust Company. Esto evidencia el crecimiento de un segmento del mercado de criptomonedas que busca aprovechar lo mejor de ambos mundos, la facilidad de transmisión de valor a bajo costo con alcance global de las criptomonedas con la estabilidad de precio de las monedas fiduciarias.
Pero, efectivamente ¿podemos llamar criptomonedas a estas monedas digitales estables emitidas sobre una blockchain, de Ethereum o Bitcoin, atadas al US dólar (USD) mediante un colateral o depósito en garantía en relación 1:1?
Este esquema de stablecoin, usado en Tether o en Gemini Dollar, es uno de tres métodos en desarrollo, el más sencillo, para crear una moneda de precio estable: emitir unos tokens que representan el dinero fiduciario dado en garantía. Los otros dos métodos son monedas estables colateralizadas con criptomonedas y las no colateralizadas, que incorporan un banco central algorítmico para lograr la estabilidad.
Aunque muchos autores las llaman criptomonedas de precio estable, especialmente sus creadores o dueños, la verdad es que la moneda estable colateralizada con dinero fiat es la que más se aleja de las características y esencia de las criptomonedas, tanto por su naturaleza centralizada, como por la necesidad de supervisión para asegurar la transparencia y la confianza y por ser intrínsecamente censora del flujo monetario.
La moneda estable colateralizada con USD requiere centralización en el sentido de que se debe confiar en el custodio, una entidad central o banco, que resguarda el dinero fiat dado en garantía, por lo que el custodio debe ser confiable, tanto en la ejecución del mandato de fideicomiso como en su desempeño general.
Esta inmovilización de capital, aunque le brinda una gran estabilidad al precio de la moneda digital, al poder soportar cualquier volatilidad por estar las garantías mantenidas en reservas fiduciarias y permanecer intactas en caso de un colapso del criptoactivo, impide la escalabilidad del esquema porque los costos de oportunidad de este capital inmovilizado, el colateral, harían inviable masificar su operación.
Otra debilidad del esquema de monedas estables colateralizadas en USD es que, en caso de querer redimir los stablecoins por la moneda de respaldo, se debe enfrentar el lento y burocrático sistema bancario tradicional para poder recibir los fondos en dinero fiat.
A diferencia de Bitcoin o Ethereum, que son sistemas sin confianza, o mejor dicho, con la confianza integrada en la plataforma mediante pruebas criptográficas y la transparencia de su registro público, la moneda estable colateralizada con USD requiere que auditores externos auditen periódicamente al custodio, a fin de garantizar la existencia de los fondos de dinero fiat en la paridad establecida y brindarle transparencia al esquema al publicar sus resultados.
Son conocidos los problemas de transparencia que confrontó Tether a finales de 2017, que lo llevó en enero de 2018 a sustituir su auditor del custodio, Friedman LLP, por la firma Freeh, Sporkin & Sullivan LLP y enfrentar denuncias de manipulación del mercado bitcoin y de ser un esquema ponzi.
Al ser una moneda estable privada para el corretaje de criptoactivos, su dueño, sea Gemini Trust Company LLC, Bitfinex o cualquier otro, está sometido a supervisión regulatoria del ente gubernamental y en consecuencia susceptible de control y censura, lo cual contradice la filosofía libertaria de las criptomonedas.
Una revisión técnica del código de los contratos inteligentes que maneja las operaciones del stablecoin Gemini USD, en la plataforma de intercambio de Gemini, muestra que «La implementación actual le da a Gemini la capacidad de congelar cualquier cuenta o hacer que todos los tokens no sean transferibles. El custodio puede cambiar completamente la implementación del token cada 48 horas.»
Como se desprende de la cita anterior, la moneda estable de Gemini es intrínsecamente censurable, impidiendo la realización de operaciones y la movilización de fondos en abierta contradicción con la filosofía de las criptomonedas. Esta censura no solo puede generarse desde el regulador, quien por motivos fundamentados en violación de las leyes puede ordenar bloquear transacciones o congelar fondos, si no desde el propio dueño de la plataforma atendiendo sus propios intereses.
A lo anterior debe sumarse el riesgo de que la emisión y el ‘quemado’ de las monedas estables depende exclusivamente de la plataforma de trading del dueño del stablecoin. Que esto ocurra en perfecto sincronismo con las reservas de dinero fiat dadas en garantía, es cuando menos un acto de fe en la conducta honesta de los directores de la empresa, a diferencia de las blockchains que acuñan las criptomonedas con base a un algoritmo infranqueable y no manipulable.
La principal ventaja, y quizás la única, de las monedas de precio estable o stablecoins con garantía en USD, es facilitar las transacciones de cripto-trading, la compensación y liquidación de estas y la movilidad de fondos dentro del espacio de criptoactivos, con la seguridad criptográfica que brinda la red blockchain sobre la cual corre.
El esquema de monedas de precio estable o stablecoins con garantía en USD, no deberían ser llamado «criptomoneda estable», pues sus características y riesgos para sus usuarios, inherentes a su funcionamiento, distan mucho de la seguridad intrínseca de las criptomonedas y contradicen los principios filosóficos de estas.
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