Un empresario de nacionalidad española ha sido acusado de presuntamente estafar a cinco inversionistas por un monto que asciende a casi 5 millones de euros en criptomonedas.
Miguel Juan Pavón Besalú, director y administrador de la empresa Bitcoin Investors Trust, dedicada a la inversión en criptomonedas como Bitcoin y Litecoin, se enfrenta al que muy posiblemente sea el primer caso judicial que involucra criptoactivos en España.
Según un medio local, hay más de una decena de inversionistas insatisfechos detrás de varias demandas en contra de Pavón, pues estos reclaman un total de 3000 litecoins, 1200 ethers y 5,82 bitcoins que fueron invertidos desde el año 2015. Los afectados aseguran no haber recibido retorno de inversión ni la restitución de su capital. El equivalente asciende a cerca de 5 millones de euros en estas criptomonedas.
Dos de los demandantes aseguran haber firmado un contrato con Pavón en el que se establecían ciertos términos y condiciones que permitían a los inversionistas obtener ganancias semanalmente y retirar la totalidad de sus fondos en cualquier momento siempre que se anunciara con siete días de antelación. Las demandas fueron construidas sobre la base de que al principio las ganancias fueron recibidas cada siete días, pero que al cabo de un tiempo los ingresos dejaron de percibirse.
De igual forma, uno de estos demandantes asegura que las operaciones de Pavón son completamente ilegales, porque su principal empresa, Bitcoin Investors Trust, no está regulada y no cumple con la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva, puesto que no se encuentra registrada como operadora de activos financieros. Es importante señalar que esta empresa fue nombrada de manera muy similar al fondo de inversión Bitcoin Investment Trust, una compañía que opera en la bolsa desde el mes de mayo de 2015.
La tercera demanda impuesta ante el tribunal también acusa al empresario de apropiación indebida, por haber suministrado información falsa respecto a una solvencia económica que para el momento de la declaración no poseía y por prometer un retorno de inversión que la actividad llevada a cabo no generaba en realidad.
Entre las empresas relacionadas con los criptoactivos en las que Pavon figura como administrador además de Bitcoin Investors Trust, se cuentan Bitcoin Startup Capital S.A. y ATMs Bitcoin Exchange, esta última ofrecía realizar negocios de inversión en la instalación de cajeros automáticos de bitcoin. También aparece vinculado a otras diez empresas de nombre y propósito similar.
Los abogados de los demandantes solicitaron al juez que lleva el caso que todos los equipos tecnológicos pertenecientes a Pavón sean confiscados por la ley, esto debido a que, en caso contrario, si Pavón cumple algún período en prisión, cuando quede en libertad podría acceder nuevamente a los fondos sin ningún tipo de restricción.
Por su parte, Pavón ofreció declaraciones al medio español, en las que destaca que la insatisfacción de los inversionistas solo se debe a su desconocimiento de los movimientos del mercado, y que sus operaciones no pueden ser ilegales, ya que los criptoactivos no son considerados como activos financieros en España:
(…) La actual legislación española indica claramente que los fondos de inversión solo pueden invertir en activos financieros y bitcoin hoy no lo es. Los que protestan están enrocados en recuperar su dinero en negro y no estar retratados en una escritura notarial.
(…) No se puede culpar a una empresa de tu ignorancia financiera: antes de invertir hay que informarse bien. Tanto técnicamente como jurídicamente, la empresa ha hecho todo lo posible para que el que quiere desinvertir lo pueda hacer sin problemas. Lo que no puede hacer es enseñar conceptos financieros al ignorante. El que desea el dinero va al periódico sensacionalista y le dice que no cobra. ¿Qué hace el periódico? Me gustará leerlo.
Miguel Juan Pavón Besalú
CEO
Este caso demuestra los inconvenientes que derivan del vacío legal en torno a los criptoactivos y el desconocimiento que posee una gran cantidad de usuarios de bitcoin. Estos últimos no utilizan la criptomoneda madre como un método de pago, tal y como fue concebido; sino que ven en esta un medio especulativo.
En primera instancia, esta visión es la que atrae a muchísimos usuarios que no tienen un conocimiento de causa de la tecnología y el potencial que tiene para desarrollar aplicaciones y cambiar las comunicaciones humanas. Sin embargo, muchos logran comprender la magnitud de la tecnología con la que interactuan y su comportamiento criptofinanciero va acorde a sus ideales.
De esta manera, ponen en riesgo su solvencia financiera al confiar sus fondos a terceros que ofrecen multiplicar su inversión, pero a largo plazo se exponen a la manipulación del mercado que eleva o hace caer los precios a conveniencia y no reciben las ganancias astronómicas que fueron ofrecidas en un principio.